Estas características son fundamentales para que los procesos dentro de la empresa, desde su creación hasta su desarrollo, serán eficaces.
En Latinoamérica, el Perú es el tercer país con mayores facilidades para realizar negocios, de acuerdo con el último estudio de la firma Latin Business Chronicle. Pese a los recientes casos que remecieron la política peruana, el ambiente macroeconómico y corporativo continúa estable.
En este contexto es rentable y favorable la aparición de empresas. Sin embargo, para cerrar tratos importantes y hacer crecer a la organización, existe una importante habilidad que todo ejecutivo debe dominar: la negociación. Esta es la clave para que incluso las compañías más innovadoras sobrevivan. Como se sabe, solo el 10 % de ellas lo logran, según la organización Torres y Torres Lara Abogados.
Como buen negociador, entonces, es indispensable contar con estas 8 características. De ese modo los procesos dentro de la empresa, desde su creación hasta su desarrollo, contratación de nuevos clientes, tratos con el personal o equipos de trabajo, serán eficaces.
1. Un buen negociador comprende que la acción de negociar es un aspecto que se ve en la vida profesional, personal y en otros rubros de la rutina diaria. No solo cuando se está en la oficina. "Negociar es un proceso que mezcla la preparación, experiencia y características adquiridas en la vida", indica Diogo Lins Nóbrega, gerente comercial del portal Administradores y Admshop.
2. Debe dominar la habilidad de comunicación. Es decir, escuchar y comprender a todas las partes interesadas. Tiene que lidiar con personas siendo empático con ellas, mientras que utiliza la persuasión.
3. La preparación es la clave. Para una negociación, un experto siempre se informa, se prepara y se nutre de todos los datos que hay que tener en cuenta para cerrar un trato.
4. La autoconfianza es vital para que la persuasión y el convencimiento sean posibles. Si un negociador no cree en sus propias ideas, tampoco lo harán los demás.
5. Considera a la contraparte como un aliado, un amigo o compañero que pronto se vinculará con él. Si se toma en cuenta a la otra parte involucrada en el negocio como un enemigo o cliente a quien solo hay que convencer, la negociación podría fracasar.
6. Como cualquier otro experto, es consciente de que no existe una fórmula mágica para dominar su trabajo. Se trata de capacitación, estudio y ganancia de experiencia.
7. Controlar las emociones es la clave para mantener una actitud positiva en todo momento. Una personalidad asertiva da una buena impresión y produce empatía para los demás.
8. Por último, un negociador está consciente de que cerrar un trato es parte de todo un proceso. Si no funciona, es posible intentarlo después o dejar abierta la posibilidad de volverlo a hacer. No todo se trata de ganar.
Por todo ello, un negociador es un elemento primordial en cualquier tipo de empresa. Su papel forja las bases para el crecimiento de una organización y para mejorar la relación con los socios, clientes y empleados.
FOTO: PEXELS.COM