Elon Musk ha dicho que Tesla podría entrar en el mercado, mientras General Motors ya presentó sus primeros modelos.
A los fabricantes de automoción se les acumulan las transformaciones. En los últimos años se han abierto las puertas al coche eléctrico, se ha allanado el camino para los vehículos autónomos y la competencia se ha desbocado. Surgen rivales que no son de esta industria y plantean nuevas formas de movilidad.
Y es que hoy en día no vale con fabricar coches como antes. Todos buscan el valor añadido que los haga destacar o, al menos, los mantenga a flote hasta que pase el temporal. El tener una visión más amplia de la movilidad es uno de los ejercicios a los que se han lanzado las marcas. Empresas como el grupo PSA y Daimler han abierto en varias ciudades negocios de car-sharing. Al mismo tiempo, los han revestido con aplicaciones móviles donde se incluyen otras formas de desplazamiento aparte de sus servicios.
Pero esta modalidad, que se une a la competencia que hacen al coche privado compañías como Cabify y Uber, es solo el principio. A las ciudades han llegado bicicletas, scooteres eléctricas y patinetes. Son modelos de negocio que también se basan en la producción de vehículos. Y, si se reduce el número de coches que compra el consumidor final, los ingresos podrían depender de la fabricación de estos otros vehículos.
Así parecen haberlo pensado en General Motors. La firma estadounidense ha presentado dos modelos de bicis eléctricas. No ha dado muchos detalles técnicos sobre batería y motor, pero el movimiento ya dice mucho de por sí. La compañía quiere ir más allá del coche y puede hacerlo gracias a sus desarrollos de baterías.
Los coches ya no son la única pieza
En cualquier vehículo eléctrico lo más importante es la batería. El motor es sencillo, pero en la batería aún no se ha alcanzado un nivel de desarrollo que permita grandes diferencias entre los competidores. Esto quiere decir que la ventaja competitiva se adquiere en el ámbito industrial. Cuanto más se escale la producción más barato saldrá fabricar baterías.
A partir de aquí los fabricantes de coches eléctricos tienen la opción de tomar otros vehículos, también eléctricos, y colocarles sus piezas de ion-litio. De esta forma la producción continúa escalando y las ventas siguen creciendo, s in necesidad de hacer una inversión significativa en I+D , algo que normalmente comporta la entrada en una nueva categoría de producto.
General Motors , que anunció que ya tiene previsto fabricar solo coches eléctricos en el futuro, añade con las bicis eléctricas una pieza más a su oferta. Tesla puede que también lo haga. Elon Musk, en uno de sus incontables cantos al porvenir, señaló que la compañía podría fabricar una bicicleta eléctrica.
Para ambos supone dar un paso en lateral. Pero el objetivo no deja de estar de frente. Se trata de convertirse en proveedores de opciones de movilidad , en una coyuntura en que esta se transforma a pasos de gigante.