La mayor subida de las tasas de interés en Estados Unidos desde 1994, la primera medida de este tenor en Suiza en 15 años, la quinta alza de tipos en Reino Unido desde diciembre y una medida del Banco Central Europeo para reforzar el endeudado sur antes de futuros aumentos se turnaban para agitar los mercados.
Las acciones mundiales se encaminaban a cerrar su peor semana desde el colapso pandémico de los mercados en marzo de 2020, ya que los principales bancos centrales redoblaron su política de ajuste en un esfuerzo por controlar la inflación, poniendo a los inversores en vilo sobre el futuro crecimiento económico.
La mayor subida de las tasas de interés en Estados Unidos desde 1994, la primera medida de este tenor en Suiza en 15 años, la quinta alza de tipos en Reino Unido desde diciembre y una medida del Banco Central Europeo para reforzar el endeudado sur antes de futuros aumentos se turnaban para agitar los mercados.
El Banco de Japón fue la única excepción en una semana en la que los precios del dinero subieron en todo el mundo, al insistir en su estrategia de mantener el rendimiento de los bonos a 10 años cerca de cero el viernes.
Después de una semana de fuertes movimientos en todas las clases de activos, las acciones mundiales operaban planas el viernes, llevando las pérdidas semanales al 5,5% y dejando al índice en camino de la mayor caída porcentual semanal en más de dos años.
Durante la noche, el dólar subió un 1,9% frente al yen, hasta 134,70 unidades, mientras que el índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón tocó un mínimo de cinco semanas. El Nikkei japonés perdió un 1,8%, en camino a un desplome semanal de casi el 7%.
Los futuros del S&P 500 ganaban un 0,8% y los del Nasdaq 100 un 1,2%, aunque ambos acumulan un desempeño muy pobre en la semana.
"La línea más agresiva de los bancos centrales se suma a los vientos en contra tanto del crecimiento económico como de la renta variable", dijo Mark Haefele, de UBS Global Wealth Management. "Los riesgos de una recesión están aumentando, mientras que lograr un aterrizaje suave para la economía estadounidense parece cada vez más difícil".
Los bonos y las divisas se mostraban nerviosos tras una semana de gran inestabilidad.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años restó casi 10 puntos básicos durante la noche, pero en su última cotización operaba al 3,22%.
Sin embargo, el retorno de los bonos del sur de Europa se desplomaba el viernes, tras conocerse más detalles de los planes de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, para desarrollar una herramienta de apoyo al mercado. El retorno de los Bunds referenciales alemanes a 10 años cotizaba al 1,66%.
En las últimas sesiones, el dólar ha retrocedido algo desde sus máximos de 20 años, pero no ha caído mucho y subía por última vez un 0,5%, en camino de terminar la semana estable frente a una cesta de divisas.
En las materias primas, el crudo vivía una sesión volátil y caía levemente a las 1133 GMT, mientras que el oro ampliaba sus pérdidas y restaba un 0,6%, a US$ 1.845 la onza.
