Las características de los partos respetados que están marcando tendencia
Martes, Junio 13, 2017 - 09:51
El concepto busca promover una manera más digna de nacer, garantizando los derechos de la mujer y sus familias.
Tiempo para que la mujer esté a gusto y contenida, en espacios acondicionados para sentirse en confianza y en compañía, facilitando la liberación de hormonas tan necesarias en el trabajo de parto y post parto, es una de las características que tienen los partos respetados o humanizados.
El concepto del parto respetado busca promover una manera más digna de nacer, garantizando los derechos de la mujer y sus familias durante la gestación, parto y puerperio.
Una disposición que no es más que dejar de ver a la mujer como una “máquina defectuosa incapacitada para dar a luz” o “al nacimiento como una enfermedad” y, por ende, al parto como un mero procedimiento médico, excesivamente medicalizado, sino que más bien como la culminación del proceso de gestación.
Debe tratarse de “un proceso de cambios psíquicos y físicos, en que la mujer experimenta el amor más sagrado, la exigencia más extrema y la responsabilidad más profunda con el hijo que espera, por lo mismo debemos acompañar y darle la bienvenida de la manera más amorosa y respetada”, comenta Juan Carlos Chirino, académico de obstetricia y especialista en la Humanización del Parto y Nacimiento de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián.
Para lograr este avance, han proliferado recintos asistenciales, tanto públicos como privados, en los que se han acondicionado salas de atención integral del parto, las cuales facilitan mantener un ambiente cómodo y respetuoso, contando con algunas características físicas como luz tenue, música a gusto, jacuzzi y otros elementos no farmacológicos que se utilizan para el manejo del dolor, cuentan con espacio para facilitar la libertad de movimiento durante el trabajo de parto si la mujer así lo desea, y facilitan la compañía de los familiares más significativos para la mujer, tan cruciales para conectarse y vivir de la mejor manera las horas que caracterizan los trabajos de parto.
Además de las características antes mencionadas respecto al espacio físico, el parto humanizado se relaciona con otros factores más importantes que influyen en toda mujer que vive este proceso, los que dicen relación con:
Intimidad y respeto.
Ambiente cálido
Ambiente silencioso
Libertad de alimentación para la madre.
Compañía en todo momento por la persona significativa para la madre.
Protagonismo de la triada en el proceso (madre-bebé-acompañante).
Uso de métodos no farmacológicos o farmacológicos para el alivio del dolor.
Respeto a los tiempos del nacimiento.
Pinzamiento y corte del cordón umbilical cuando deja de latir.
Favorecer el contacto piel con piel entre la madre y su hijo el mayor tiempo posible inmediatamente post parto, considerando mínimo una a dos horas, con el ideal de nunca separarlos.
Tiempo necesario para favorecer la impronta que es el enamoramiento que ocurre entre la madre y su hijo cuando se miran por primera vez, el cual favorece la adaptación a la vida extrauterina del recién nacido, fortalece el vínculo que se inició durante la gestación y que se caracteriza por una liberación masiva de oxitocina y endorfinas, hormonas del amor y de la felicidad.
Cesáreas innecesarias
De acuerdo a un informe sobre gastos en la salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de principios del 2017, Chile tuvo 47,1 cesáreas por cada 100 nacimientos, convirtiéndose en el segundo país con más cesáreas detrás de Turquía, quien realiza 51,1 c por cada 100 nacimientos. Cifra que posiciona a Chile lejos de la recomendación que entrega la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de un 15%.
Según el especialista en patologías del embarazo y académico de la carrera de Tecnología Médica de USS, Jaime Gutiérrez, existen distintas situaciones en las que un parto vaginal puede poner en riesgo a la madre o al bebé y por cuanto el médico sugiere una cesárea, tales como el prolapso de cordón, desprendimiento de placenta, la placenta previa, posición fetal transversa o podálica, embarazos múltiples o distintas enfermedades graves de la madre como la preeclamspsia.
Y si bien, una cesárea anterior no es impedimento para que un segundo parto sea vaginal, es bastante común que en estas situaciones se practique una cesárea por indicación médica.
Sin embargo, añade el especialista, hay otras condiciones no médicas que incitan a las madres a solicitar un parto por cesárea, “según mi parecer son más bien culturales, muchas veces el miedo al parto en sí mismo, a las consecuencias de un parto vaginal, otras veces porque resulta más cómodo programar el parto”.
Una mujer que cursa con un embarazo saludable, debiera seguir con el proceso natural del parto, pudiendo elegir vivirlo al 100% o con anestesia, si así lo prefiere. El seguimiento médico de un embarazo es sumamente cuidadoso por cuanto un potencial problema puede predecirse.
Más allá de la decisión de la madre o el médico, hoy se sabe que “no da lo mismo porque vía se nace, por ejemplo, la microbiota o flora normal que todos nosotros tenemos y necesitamos, comienza en ese primer contacto con la flora bacteriana vaginal. Existe evidencia documentada que un parto por cesárea genera disbiosis microbiana la que se puede traducir en un factor de riesgo de enfermedades de tipo inflamatorio, autoinmune, obesidad, enfermedades gastrointestinales entre otras”, explica el experto.
Chirino en tanto complementa que, lo que se recomienda para todas las gestantes, incluso para quienes tienen factores predisponentes para una cesárea es:
Acompañamiento continúo durante la gestación, favoreciendo la vinculación prenatal.
Recibir o buscar educación prenatal integral, fortaleciendo la confianza trabajando los miedos propios del proceso.
Buscar herramientas para el manejo del dolor no farmacológico, comenzando su utilización desde la casa.
Recibir información en la atención primaria respecto a los beneficios de un parto vaginal, libertad de movimiento y posiciones a adoptar al momento del parto, informar que la episiotomía no se debería hacer de rutina, tampoco la rotura artificial de membranas y el uso de oxitocina sintética sin justificación y consentimiento previo.
Buscar información de los beneficios del acompañamiento continuo y de la importancia del contacto piel con piel post nacimiento.
Informarse que la placenta puede ser entregada si la mujer lo desea.
Fortalecimiento de la red de apoyo a nivel familiar y social.
Alimentación equilibrada.
Ejercicios al aire libre: caminar, contacto con la naturaleza, yoga prenatal, entre otros.