“Se ve, se nota en las noticias que es espectacular, muy grande, costosa y significativa; para que vean tanto los ciudadanos chinos como occidentales lo que ha hecho China durante sus últimos 72 años de fundación y 100 de partido único”, dice Bao Rong, un ciudadano chino residente en Chile.
Como consignó Reuters, el gobernante Partido Comunista (PCCh) celebró su centenario expresando orgullo por el desarrollo de China, con el presidente Xi Jinping elogiando el "nuevo mundo" creado por el pueblo chino, desde la plaza central de Tiananmen de la capital. En su discurso, Xi también reiteró un llamado a acelerar la modernización militar.
Una vez que los helicópteros y jets con su estela de humo desaparecieron en la distancia, un grupo de espectadores risueños rompió en una canción revolucionaria de la década de 1940: "El PCCh se afana por la nación […] lleva a China hacia la luz ", destacó Reuters.
Algo de lo que el país y sus ciudadanos están conscientes, pues si bien la mayoría de los entrevistados por Reuters dijeron que estaban orgullosos de la fiesta, ya que el partido gobernante había mejorado la vida de los chinos y había controlado efectivamente la epidemia de coronavirus, también hubo espacio para sincerar preocupaciones.
Y es que la paradoja es que, si bien hoy China produce todo tipo de bienes, como los populares smartphones Xiaomi, casi todos los chips clave de esos y otros productos que el país manufactura, todavía son importados.
Las principales preocupaciones del pueblo chino hoy, como destaca la agencia de noticias, parecen ser tres: la defensa nacional en tiempos turbulentos –no por nada la noticia principal en muchos medios es lo que dijo Xi Jinping sobre la rebelde Taiwán–; la independencia tecnológica; y también la falta de libertad para los ciudadanos en China, donde el espacio para la disidencia se ha reducido drásticamente desde que Xi asumió la presidencia en 2013.
Aunque esa es la visión Occidental. Desde la perspetiva china, la comprensión de la libertad entre los ciudadanos chinos se puede dividir en tres grupos:
Una mayoría de la ciudadanía que cree que, en comparación con la antigua China, ya tienen una libertad considerable, por lo que son felices. En segundo lugar, existe un pequeño número de intelectuales que considera que, en comparación con los países occidentales, están restringidos de ciertas libertades, como la libertad de expresión.
Y finalmente, un número muy reducido de personas que mantiene una actitud pesimista y niega al país, debido a algunas deficiencias en la gestión gubernamental.
Así y todo, la jornada fue un dia para mostrar felicidad y orgullo.
"China necesita progreso. Especialmente en términos de libertad y democracia. Esto sería bueno no solo para los ciudadanos, sino también para el gobierno y toda la sociedad", habría dicho un técnico local, de apellido Qin a la agencia Reuters.
RELACIONES CHINA Y LATINOAMERICA
Durante las últimas décadas las relaciones económicas y diplomáticas de la región latinoamericana con China han ido profundizándose y hoy es el segundo socio comercial de países sudamericanos como Chile, Perú, Argentina, Uruguay y Brasil. Chile, Perú y Costa Rica, además, tienen tratados de libre comercio con el país.
“Geopolíticamente [la relación con la región] es importante por las materias primas que provee el continente en forma importante hacia China y también por la consolidación de un espacio de influencia política en la región y por la importancia de Latinoamérica en el Pacífico”, indica Mauricio Bugueño, gerente de contenidos de la firma de asuntos públicos Kom, quien ha sido asesor de política internacional en la Cancillería chilena y para diferentes empresas privadas.
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“Desde ese punto de vista, el vínculo con China es muy importante en lo comercial y lo económico: cada punto de PIB chino repercute mucho más en las economías latinoamericanas, tanto en su PIB como en sus exportaciones, que un punto del PIB de la economía norteamericana o de la economía europea. El vínculo se ha venido gestando con fuerza en estos 20 años del nuevo siglo”, agrega Osvaldo Rosales, economista chileno y autor del libro El Sueño Chino.
Y es que los números de China son destacados: en minería consume el 55% de hierro del mundo, la mitad del cobre, del aluminio y zinc, de acuerdo con datos de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO). Además, consume el 30% de la soja del mundo, según datos del gobierno argentino, uno de sus principales proveedores para este grano.
“Hay razones de sobra para decir que las relaciones son estructurales y seguirán siendo importantes a futuro, más allá de consideraciones políticas”, vaticina Mauricio Bugueño.
Pero tanto Bugueño como Rosales coinciden en destacar que es necesario que la región diversifique su oferta comercial con China, más allá de las materias primas.
“Hay un desafío en torno a ir avanzando en la industrialización de los recursos naturales, ir agregándoles valor, conocimiento y tecnología y también explorar la exportación de servicios”, detalla Bugueño.
“Atraer más inversiones chinas, ampliando tanto los sectores de destino como el origen de esa inversión, que no sean solo grandes empresas estatales, sino que también empresas de tamaño medio y de carácter privado le hace mejor a la propia institucionalidad y macroeconomía de nuestra región”, dice Osvaldo Rosales.
EL SIGLO DE CHINA
Sonriendo desde su casa en Santiago, el escritor y empresario de turismo de origen chino, Bao Rong también celebró a su manera este centenario de PCCh.
“Se ve, se nota en las noticias que es espectacular, muy grande, costosa y significativa; para que vean tanto los ciudadanos chinos como occidentales lo que ha hecho China durante sus últimos 72 años de fundación y 100 de partido único”, dice en conversación con AsiaLink.
Rong es oriundo de la ciudad costera de Dandong, en la frontera con Corea del Norte, y llegó en 2002 a Chile. Su novia, que hoy es su esposa, lo siguió en 2004.
“Me preocupa mucho el desarrollo y las noticias de China, porque la salida de mi país es para volver. Mi salida ha sido para conocer el mundo Occidental, pero después volveré a China a hacer mi aporte como ciudadano, como Huaren (el término para designar a un ciudadano nacido en China, pero viviendo fuera de ella)”, destaca.
¿Cómo será la China del futuro, según Rong?
“Se dice que el siglo XX fue el siglo de Estados Unidos y que el siglo XXI es el siglo de China, y yo estoy de acuerdo” comenta.
A continuación agrega “se nota con el conflicto entre EE.UU. y China que los Estados Unidos se preocupa mucho porque China los está superando, una muestra clara que de China ya es una potencia mundial de verdad y que, en cierto, sentido ya amenaza a EE.UU., aunque el pueblo chino es muy pacífico. China no es una amenaza para nadie”, concluye.
* Fotografia: Xinhua. Video: Reuters.