El 1 de julio habría cumplido 58 años quien se mantiene hasta hoy como uno de los personajes más recordados de la monarquía inglesa.
Este lunes se cumplió un nuevo natalicio de Diana Spencer, más conocida en el mundo como “Diana de Gales” o “Lady Di”, exesposa del Príncipe Carlos de Inglaterra, madre de los herederos William y Harry y señalada por el Primer Ministro Británico de la época Tony Blair como la “Princesa del Pueblo”.
De no haber sido por ese fatal choque en París, aquel 1 de julio de 1997, Diana habría cumplido 58 años de vida, aquella que no fue un cuento de hadas como se esperó en algún momento, más aún al verla casada con Carlos en aquel lejano 29 de julio de 1981.
Sin embargo, aquel vínculo fue deteriorándose de forma constante. A las infidelidades de Carlos se sumaron supuestos problemas de angustia y estrés. El divorcio de la pareja ocurrió en agosto de 1996.
Pese a todo eso, Diana nunca perdió popularidad entre el pueblo inglés y otros ciudadanos del mundo. Sin ir más lejos, su muerte provocó una de las crisis más fuertes dentro de la monarquía, acusados de no mostrar suficiente respeto y dolor por su deceso, a opinión del público.
Es por esto que la vida de esta princesa deja, hasta estos días, una serie de enseñanzas para las personas. Estas las podemos resumir en cinco esenciales.
– No avergonzarse por hablar de los problemas en público: Fue la misma Diana quien, en una de sus últimas entrevistas, dijo que su matrimonio se había roto porque “estaba formado por tres personas, una multitud”. Tampoco ocultó que la mujer que se interponía entre Carlos y ella era Camilla Parker Bowles.
A eso se suma que, sin sentir remordimiento, ella misma confesó que sufrió de bulimia debido a las presiones de su cargo en la Familia Real y a lo difícil que era su matrimonio.
– Hay que hablar de los sentimientos: Otro de los aspectos que siempre llamó la atención de la personalidad de Lady Di fue su naturalidad al hablar de su sentimientos. En concreto, era una persona que no temía hacer demostraciones de afecto en público, pese a que eso está prohibido en la realeza.
Junto con eso no temía en expresar su infelicidad, por su complicado matrimonio con Carlos, en público. Con el paso de los años, se hicieron más frecuentes sus apariciones con evidentes señales de tristeza en su rostro, lo que contrastaba mucho con su aspecto a los 19 años.
– Valentía: Diana ha sido, tal vez, la única princesa que se ha atrevido a romper con protocolos reales e incluso a la misma Reina Isabel, a sabiendas de lo que eso significaba a futuro. Tal fue su coraje que incluso enfrentó a la, en ese entonces, amante de su esposo: Camila Parker Bowles.
– En ocasiones hay que seguir al corazón: En una de sus últimas entrevistas, Spencer declaró que como princesa siempre siguió más lo que le decía su corazón que lo que le obligaba la razón; de allí sus salidas de las normas y el protocolo real tan estricto.
Acciones como estas también habrían marcado su distancia con Isabel II y su propio esposo Carlos, en ese entonces. Aunque vale decir que esa cualidad fue algo que aprendieron sus hijos William y Harry.
– Nunca hay que darse por vencidos en el amor: Pese a haber fallado su primer matrimonio con Carlos, Diana nunca renunció a buscar el amor en una persona ideal. Fue así como con el tiempo conoció a Dodi Al Fayed, con quien murió aquella noche en París.
Aunque también hubo otro amor que estuvo presente en su vida: sus dos hijos, quienes no pierden oportunidad de recordarla en alguna entrevista o salida protocolar.