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Las claves para financiar un MBA
Martes, Enero 5, 2010 - 09:51

El elevado costo de las Maestrías en Administración de Empresas impide, muchas veces, la posibilidad de realizarla. Por ello, muchas escuelas de negocios otorgan beneficios económicos para ir en ayuda de los aspirantes con alto potencial académico.

Si usted quiere asumir un puesto de responsabilidad en una empresa, tener una visión global y estratégica de la compañía, poseer habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y resolución de conflictos, sin duda necesita estudiar un MBA.

Realizar una Maestría en Administración de Empresas se ha transformado, hoy por hoy, en toda una necesidad para los ejecutivos y en una carta fundamental a la hora de asumir puestos importantes al interior de las organizaciones. El problema surge, sin embargo, a la hora de financiarlo: ¿de dónde obtener los al menos US$20.000 que cuesta realizar un programa de estas características?

En algunos casos, son las propias empresas las que financian los MBA de sus empleados. No obstante, un alto porcentaje de los estudiantes debe postular a becas de organismos públicos o privados, o derechamente, recurrir a sus propios bolsillos.

Lo importante es tener en cuenta que el elevado costo de estos programas no debe mermar las intenciones de realizar uno, aseguran los expertos. Y como no todas las billeteras pueden hacer frente a los precios de estos cursos, la mayoría de las universidades y escuelas de negocios, ofrecen facilidades de pago, becas y financiamiento, para ir en ayuda de los aspirantes con alto potencial académico.

Víctor Manuel López, director del MBA de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas de México, afirma que, generalmente, “las personas con cero recursos no se decantan por hacer un MBA. En cualquier caso siempre hay universidades públicas, pero obviamente si un alumno sin recursos es atractivo para el perfil del programa, la escuela le ayudará a financiar el curso”.

De todas formas, el especialista asegura que “un alto porcentaje de los alumnos matriculados cuentan con recursos económicos para financiar los cursos, bien por ellos mismos o mediante acuerdos de financiación parciales o completos con sus empresas”.

El académico calcula que el 50% de los estudiantes autofinancia su maestría, un 30% cuenta con el respaldo de sus compañías y el 20% restante requiere de ayuda externa, mediante becas o financiamiento bancario.

Beneficios económicos. El precio de una Maestría en Administración de Empresas en alguna de las instituciones más prestigiosas de América Latina, ronda entre los US$28.000 y US$48.000. Sin embargo, los alumnos extranjeros, además de contemplar el costo de los programas, deben considerar la gran cantidad de gastos que implica vivir fuera del país de origen, un desembolso que no todos están dispuestos a realizar.

Ante esto, algunas escuelas, entre ellas, Incae Business School, de Costa Rica, cuentan con un Comité de Asistencia Financiera que se encarga de analizar las condiciones socioeconómicas de los estudiantes que requieran ayuda. Todo, a cambio de que los alumnos consigan resultados sobresalientes durante el programa.

Por su parte, la Universidad de los Andes de Colombia ofrece una amplia gama de beneficios para estudiantes sin recursos, que quieran estudiar un MBA. La institución ha venido desarrollando múltiples alternativas que permiten a sus alumnos asegurar los recursos económicos necesarios para la realización de sus estudios.

Sonia Bernal, coordinadora de la Escuela de Posgrados de la institución, explica que la facultad “cuenta con líneas especiales de becas y créditos creados con recursos de la universidad y con fondos, producto de la generosidad de un grupo de donantes comprometidos con el desarrollo del país”.

Para acceder a este tipo de beneficio, las diferentes instituciones que financian maestrías analizan el expediente académico de los aspirantes, de dónde provienen y los méritos profesionales y personales adquiridos. Postular a las distintas ayudas económicas requiere, simplemente, que el alumno cumpla con las condiciones que cada escuela de negocios le solicite, llene los formularios correspondientes y presente sus antecedentes en los plazos establecidos.

Para ello, resulta primordial que el propio profesional se informe periódicamente y esté al tanto de las fechas de postulación que las universidades publican en sus páginas web. Como verá, la información es accesible a todo el que quiera obtenerla, un paño frío para muchos estudiantes que desean invertir en un futuro profesional más alentador.

Autores

Cristina Vílchez