¿Hasta dónde llega el alcance de la tecnología en las compañías? ¿Qué tan incorporada está en sus procesos? ¿Es posible que exista un área en la que no se esté invirtiendo en transformación digital?
Chile es un país que está en tránsito hacia la prácticamente completa digitalización de sus empresas, de los organismos del Estado, e incluso de los hábitos de las personas, que cada día están más mediadas por la tecnología.
En esa lógica, las tecnologías de información, comunicación y procesamiento de datos, entre otras, continúan en una tendencia al alza, al tiempo que se incorporan tecnologías disruptivas como Inteligencia Artificial, Data as a Service (DaaS), Microservicios y modelos multicloud, que con una correcta aplicación, inciden de forma determinante en los resultados de quienes se suman a la adopción tecnológica.
De acuerdo al Centro de Estudios de Fundación País Digital, si se alcanzan las metas que propone su estudio “Índice País Digital”, la economía chilena podría crecer un 1% anual desde ahora al año 2020, sólo gracias a una nueva economía de la información, en donde las TIC cumplen un rol fundamental.
En esa línea, los beneficios no solo serían para las empresas. Existe evidencia empírica de otros efectos producidos por el desarrollo de una sociedad del conocimiento junto a la creciente economía digital, tales como: disminución en el desempleo, mayor capacidad de innovación en empresas y personas, mejoras en variables educativas y creación de mercados más eficientes.
Por estos motivos, la digitalización es cada vez más importante puesto que hoy todas las empresas cuentan con algún grado de adopción y utilización de tecnologías. Pero esto no significa, necesariamente, que vayan en el camino digital. Según René Martínez, Sugerente de Integración y Consultoría de Adexus, un 30% de las empresas poseen una arquitectura obsoleta. “En mi experiencia, las empresas, en general, son conscientes de la necesidad de invertir en tecnología, pero la gran mayoría no tienen el personal idóneo ni la capacidad técnica para mantener al día las inversiones realizadas en este aspecto, considerando además que realizar esto implica distraer los recursos de la organización en lugar de enfocarse en el core de su negocio”.
Martínez asegura, además, que por este motivo, muchas compañías están optando por asesorías o tercerización de estos servicios que detecten los vacíos o los baches digitales de sus empresas.
Otra buena alternativa para las empresas, no importando su tamaño, es el Test de Digitalización impulsado por Adexus, Fundación País Digital, Samsung Electronics Chile y Anticipa, el cual analiza el nivel de digitalización de las empresas en cinco niveles, a saber: Modelo de Negocios, Clientes y Marketing, Procesos, Tecnología y Organización. Todo, con el objetivo de obtener una radiografía general del panorama de digitalización del país, y al mismo tiempo, de convertirse en una herramienta de diagnóstico concreta y útil para las empresas que decidan participar.
El ejecutivo de Adexus, afirma que a pesar de que Chile invierte cada vez más en este ítem, aún tenemos un largo camino por delante. “En Chile y América Latina en los últimos años se ha mejorado el gasto en servicios e inversión en tecnologías, pero aún existe una brecha importante que cubrir con respecto a los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”.
El test de digitalización además de entregar claves concretas del nivel de digitalización de su organización, otorga un informe preliminar del nivel de digitalización.
Solo hasta fin de mes las empresas podrán participar en este test, el cual no tiene costo para las empresas y garantiza un informe detallado del estado de digitalización de las empresas participantes. Para participar solo se debe ingresar a través de este link.
Las claves
El test de digitalización mide y otorga distintos niveles de relevancia a las inversiones en cada contexto que se subdividen de la siguiente forma:
- 15% Modelo de Negocios, con 5 variables, y una subvariable en una de ellas.
- 15% Modelo de Atención y relación con clientes, con 8 variables, y 4 subvariables en una de ellas.
- 35% Modelo de Procesos, 11 variables, y 8 subvariables.
- 20% Capacidad y arquitectura tecnológica, con 5 variables, y 3 subvariables.
- 15% Organización, con 3 variables y 3 subvariables.