La baja experimentada en la moneda europea ha hecho que estudiar un MBA en una escuela de negocios o universidad del viejo continente, sea mucho más accesible para los estudiantes latinoamericanos.
En lo que va corrido de 2010, el euro ha sufrido una caída de un 25% respecto del dólar. Si bien esta baja ha significado un retroceso en las economías de los países europeos, lo cierto es que los estudiantes latinoamericanos no pueden verse más beneficiados con esta situación. Y es que la devaluación experimentada por la divisa del viejo continente, ha hecho que las matrículas y la estancia en esas latitudes sea mucho más atractiva para aquellos alumnos de desean cursar un MBA.
Hace unos años, el alto costo del euro convertía a Europa en un destino difícilmente accesible para los profesionales de América Latina que querían formarse en los negocios. Antes de septiembre de 2009, acceder a una escuela europea suponía un esfuerzo económico muy superior al de estudiar en una institución de la región, y muy por encima de una universidad estadounidense. Es que cursar una Maestría en Administración de Empresas en esa parte del mundo, no sólo acarreaba un costo elevado en la matrícula y aranceles, sino también un gasto importante en el diario vivir. Pese a esto, la cercanía cultural o el idioma -en el caso de España- resultaban atractivas para los postulantes procedentes de la región.
Cristobal Jure, ingeniero agrónomo chileno residente en Holanda, afirma que "hace unos años hubiera sido más complicado poder hacer frente tanto a estudiar una maestría, como al nivel de vida que hay en cualquier capital europea. Pero hoy, el nivel de desarrollo de Chile permite que no sea un gran esfuerzo económico vivir en Europa ya que con menos pesos chilenos obtengo más euros".
Fernando Fontes, director general de Relaciones Externas del IE Business School, apoya esta tesis y sostiene que, sin duda, la caída del euro ha hecho que estudiar un MBA en Europa sea en la actualidad, mucho más factible que años atrás. "Hemos incrementado un 10% las matrículas de los MBA y un 15% las de los Masters of Management de alumnos procedentes de Latinoamérica", dice.
Fontes agrega que "la inflación se ha visto muy reducida en España en los últimos dos años, y el precio de la vivienda y de muchos servicios han bajado, de manera que es incluso barato vivir en Madrid que en algunas capitales latinoamericanas".
Sin embargo, en cuanto a la estancia en el viejo continente, Jure afirma que la baja del euro depende mucho de dónde procedan los ingresos del latinoamericano. "Si los ingresos proceden de Latinoamérica, en el caso de Chile, el cambio de pesos a euros es más conveniente, pero trabajando en Europa y recibiendo euros, al final el cambio no sirve de mucho", explica.
Financiamiento y becas. Antonio Montes, director de Sumaq -alianza de escuelas de negocios de Europa y América Latina- sostiene que si bien la caída del euro ha permitido que muchos estudiantes financien su estadía en países europeos, los precios de los programas de las principales escuelas de negocios no ha variado, pero sí se han ampliado los sistemas de financiamiento. "Hoy en día, el estudiante no mira si puede o no puede permitírselo económicamente, sino que elige la escuela en la que le interesa estudiar, porque tanto los bancos como las mismas instituciones privadas, ofrecen sistemas de financiación de estudios de posgrado muy atractivos", afirma.
Fontes, del IE, añade que "existen muchas becas que hacen que ningún estudiante con potencial académico y profesional deje de estudiar por falta de recursos". El IE tiene varios convenios de financiamiento con entidades españolas y latinoamericanas, con tipos de interés preferenciales y a largo plazo.
Gracias a estas alternativas y al aumento del desempleo producto de la crisis, muchas escuelas de Europa han tenido un incremento significativo en la demanda de programas, dice el director de Sumaq. Esto, porque según concluye Montes, "los empresarios ven en esta situación un buen momento para fortalecer su formación, especializarse en otras materias y dedicar un par de años al desarrollo personal". Algo que el viejo continente puede entregar de sobra.