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Las empresas con mala reputación están destinadas al fracaso
Jueves, Julio 23, 2015 - 13:33

La mala reputación, por ejemplo, “es una razón para no aceptar una oferta de empleo de una empresa mal recomendada”, argumentó Fernando Calderón, director de Mercadotencia y Relaciones Públicas de OCCMundial.

Eleconomista.com.mx. Únicamente 39% de los profesionistas mexicanos se encuentran satisfechos con su empleo actual, mientras que 35% no lo están. Estas estadísticas, reveladas en un estudio de OCCMundial, reflejan la carencia de confianza en una compañía.

Pero, ¿qué tiene que ver este valor con la inconformidad de los trabajadores? Sencillo, debido a la confianza que se genera entre empleados y empleadores, los niveles de satisfacción, lealtad, permanencia y seguridad por parte de los funcionarios aumentan considerablemente.

La Real Academia Española de la Lengua (RAE) define la confianza como un “pacto o convenio realizado con reserva entre dos o más personas”; y éste es precisamente el objetivo, romper con paradigmas como el liderazgo vertical donde existe un grupo de subordinados a la orden de una figura directiva. No se habla de deshacer los puestos de liderazgo, sino de generar una relación en la que el trabajo en equipo sea la prioridad.

Este lazo entre ambos actores es más que una condición sentimental, se convierte en una poderosa herramienta que no solo impide la mala reputación de la compañía, sino la inconformidad de cada uno de los empleados. En la presentación del estudio Confianza: el ingrediente clave para la “Marca Empleador”, Manpower Group expuso que alrededor de 30% de las personas afirma que jamás trabajaría en una empresa con mala reputación. Y de las que sí lo harían, los hombres pedirían un aumento de sueldo de 53%, mientras que las mujeres solicitarían un 60 por ciento.

Las consecuencias de la mala fama

La mala reputación, por ejemplo, “es una razón para no aceptar una oferta de empleo de una empresa mal recomendada”, argumentó Fernando Calderón, director de Mercadotencia y Relaciones Públicas de OCCMundial.

Hay compañías que no se ayudan, Francisco Díaz Ortega, líder de Manpower Group aseveró que durante el proceso de reclutamiento, “75% de los candidatos no recibe respuesta por parte de la compañía después de aplicar a una vacante, lo que se considera como una estrategia equivocada, pues ello puede repercutir en su marca como empleador y complicar la atracción de talento”.

Con lo anterior, potenciales empleados pensarán más de una vez si es conveniente o no trabajar en dicha empresa. Además, comentó Díaz Ortega, las afectaciones también se ven reflejadas en las ventas del negocio.

Cuando alguien está buscando trabajo, hacer un rastreo rápido puede ser de utilidad para saber un poco más sobre la compañía y reflexionar acerca del ingreso a la misma, complementó Calderón.

Otro de los temas expuestos en el estudio de Manpower es el de las redes sociales en la oficina. Restringir su uso es muestra de que no existe confianza por parte de líderes hacia los colaboradores; aunque en muchas ocasiones esta limitación se hace por una medida de seguridad, es importante que los jefes expongan las situaciones que ameritan el bloqueo de estas herramientas y, en su debido caso, ofrecer capacitación sobre el adecuado uso de las mismas.

Una encuesta realizada en Reino Unido demuestra que este canal es usado para criticar el liderazgo de los directivos; 40% de los trabajadores acepta haber hablado mal de ellos en redes sociales.

Gánate la confianza de tus empleados

En el mercado laboral se tiene la idea de que los líderes deben ocultar sus vulnerabilidades, minimizar los riesgos, ser sensatos y autocontrolarse en situaciones que alteran el orden.

Estas actitudes, más que causar una buena impresión en los empleados, forman una barrera entre entos dos entes. Es difícil confiar en aquellas personas que siempre muestran su lado racional y controlador.

Estudiosos en la materia aseguran que los líderes inteligentes son capaces de mostrarse como son en realidad, esto incluye el sentirse cómodo con las críticas e incluso, cambiar de opinión después de comprometerse con una decisión, una vez que se haya mostrado que es necesario cambiar de curso.

Una gran recomendación es no enfocarse siempre en ser siempre el visionario, sino en intentar ser más humano, expresar sus dudas, pedir opiniones y cambiar de mentalidad las veces que sean necesarias.

Imágenes | Flickr

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Eleconomista.Com.Mx