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Las farmacéuticas piden piso parejo en México
Miércoles, Diciembre 25, 2019 - 11:00

Por Ruth Rodríguez, para Excélsior.

Los problemas detectados con las fallas en la vacuna triple viral (sarampión, parotoditis y rubéola) que se aplicó a miles de niños y que todavía no han sido totalmente aclarados deben ser un botón de alerta para las autoridades sanitarias, pero, sobre todo, para la Secretaría de Hacienda de México y, en especial, para la oficial mayor, Raquel Buenrostro.

En este espacio hemos reconocido los avances que se han tenido para eliminar los sobrecostos en las medicinas que estaban infladas, así como el desmantelamiento del monopolio de las distribuidoras.

Pero hoy toca poner alertas en la aplicación de los mecanismos de supervisión sanitaria, en la revisión de la calidad de los insumos y medicinas que se están comprando, y hasta poner sobre la mesa el tema de protección a la industria nacional.

No está mal que el gobierno federal acuda al mercado internacional para adquirir medicinas e insumos a mejor precio para acabar con vicios del pasado.

Pero no se debe caer en el error de comprar lo más barato sin tener en cuenta otros elementos. Ni tampoco en el error de no verificar las medicinas y vacunas que se están comprando en el extranjero o de agilizarles el trámite de verificación sanitaria o darles fast track en sus pruebas de calidad, eficiencia y seguridad.

Si eso no se hace con los laboratorios asentados en territorio mexicano, por qué hacerlo con los de afuera.

Y aquí sí les doy la razón a las farmacéuticas nacionales en el sentido de que, a la hora de decidir si se compra una medicina o un insumo a un laboratorio que está en el país o a uno que está en el extranjero, si las diferencias en el precio son mínimas, se debe privilegiar a los de mayor calidad y a los que ayuden a proteger la industria nacional.

Ésta es parte de la visión que tiene un grupo de empresarios de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), que agrupa a 41 laboratorios instalados en el país, así como de otros ramos, como el de los dispositivos médicos y materiales de curación.

Ellos, aseguran, están conscientes de las nuevas reglas del juego, pero piden que haya piso parejo para todos, porque si antes estaban en desventaja ante los grandes laboratorios que operan en el país, ahora están en desventaja frente a los grandes productores de la India y de China, en donde, así como hay productos de altísima calidad, también los hay de muy baja calidad.

Abatelenguas

Lo ocurrido con el suicido de la joven Fernanda Michua Gantus, estudiante del ITAM, nos hizo visualizar una enfermedad propia de nuestro tiempo que aqueja no sólo a México, sino también al mundo: la salud mental.

La depresión, que deriva muchas veces en suicidios, es la principal causa de atención en los servicios siquiátricos.

Lo grave es que no se detecta a tiempo, hay pocos especialistas en la materia y pocos recursos para atender los problemas relacionados con la salud mental.

Por eso, es grato escuchar que la 4T ha incluido en el Plan Nacional de Desarrollo una estrategia para construir el sistema de atención a la salud mental, la cual esperaría que vaya acompañada de suficientes recursos. Porque una estrategia sin recursos pues sólo se quedará en el papel y urge atender este tema.

Bajo el microscopio

Si alguien debería estar preocupado por el paro técnico que los 450 trabajadores del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) realizaron el pasado viernes es Hugo López-Gatell, subsecretario de salud.

Porque ésta es la primera protesta en la que, internamente, todos los trabajadores de ese sector se unieron.

Sus razones para salir a la calle son válidas porque se planea disolver o fusionar con otra área al InDRE, que es el máximo laboratorio nacional de nuestro país y que tiene la tarea de analizar, diagnosticar enfermedades infecciosas y de vigilancia epidemiológica.

Este laboratorio tiene reconocimiento de la OMS, OPS y de los CDC de Atlanta, Estados Unidos.

¿Por qué no dejar lo que funciona bien?

Autores

Ruth Rodríguez / Excélsior