Hasta hoy no ha quedado claro si se trató de un solo hombre o varios herederos de la dinastía sueca.
La figura de Ragnar Lodbrok era prácticamente desconocida para las personas hasta hace algunos años, pero tras el debut de la serie Vikings (2013) su nombre se erigió casi al estatus de leyenda. Si bien no existen datos concretos de su vida en la historia moderna, puede ser considerado, dependiendo del punto de vista, como un héroe escandinavo o un asesino sangriento.
Hasta el día de hoy, los historiadores no tienen claro si Lodbrok fue un solo hombre que conquistó y saqueó tierras en Inglaterra y Francia, o fueron una serie de herederos de la dinastía sueca los que llevaron a cabo estos hechos.
No obstante, más consenso genera la idea de que Ragnar fue el principal rey de la época de los vikingos, uno de los primeros que miró hacia el occidente de Escandinavia y puso en “jaque” a los reinos anglosajones de la época.
También existe acuerdo en que el periodo en que vivió este guerrero fue entre el 750 y 865, cuando países como Suecia o Noruega querían una expansión a través del mar.
Para el académico irlandés Rory McTurk, profesor emérito en Estudios Islandeses, y autor del libro Studies in Ragnars saga loðbrókar and its major Scandinavian analogues, era imposible que un sólo hombre desarrollara tantos hechos en un periodo de 115 años, más aún si se tenían en cuenta las enfermedades de la época.
McTurk indica que Ragnar es una combinación de dos personajes. El primero de ellos es el vikingo Reginheri, que remontó el río Sena con 120 barcos y saqueó París en 845.
Por otra parte también asocia su figura al guerrero Björn Ragnarsson (supuesto hijo de Ragnar), quien continuó su paso hasta pueblos de Escocia e Irlanda. Se dice el que precio que cobraba por retirar a sus vikingos de las aldeas eran 7.000 libras de plata.
Por otra parte, el historiador danés del siglo XII, Saxo Grammaticus, indica que Ragnar fue descendiente de la dinastía más próspera de Suecia, hijo del rey Sigurd Ring y de su esposa Alfild.
Grammaticus asevera que Ragnar gobernó Suecia con mano de hierro y conquistó Dinamarca por el 840. No llegó a describir si efectuó invasiones en Noruega.
También revela que fue parte de numerosas incursiones en Europa y las islas británicas, saqueando pueblos para beneficio personal.
Las esposas de Ragnar Lodbrok
Las esposas es otro tema que genera discusión en torno a la vida de Ragnar Lodbrok. Algunos autores indican que fueron tres, otros que fueron cinco. También se difiere en la cantidad de hijos que habría tenido el hombre, aunque la cifra más aceptada son diez herederos, de tres matrimonios distintos.
Según un reportaje del medio británico Express, Lagertha fue la primera esposa que tuvo Lodbrok en su vida. La unión entre ambos se realizó cuando el guerrero tenía 14 años y ya se erigía dentro de los mejores para combatir.
Esta mujer, que destacaba por su belleza entre las damas vikingas, se dedicó también al arte de la guerra y siempre fue la primera escudera del rey. Producto de este matrimonio nacieron tres hijos, un hombre y dos mellizas, aunque la cifra aún no está consensuada.
Ragnar conoció a Lagertha luego de derrotar al rey Frodo en Noruega. La mujer habría quedado maravillada con la fuerza del guerrero, y posteriormente se casaron. No obstante, se divorciaron tiempo antes que Lodbrok iniciara sus campañas de navegante hacia Europa occidental.
En sus memorias, Saxo Grammaticus declara que la segunda esposa del hombre fue Thóra, quien era reconocida en Suecia como una “Cierva de la Fortaleza”, ya que su belleza destacaba como el ciervo entre otros animales.
La leyenda, respecto a esta mujer, indica que a los 16 años recibió una serpiente de regalo, la cual escondió en un cofre de oro en su cabaña. Con los meses, el animal devoró todo el oro y creció tanto que enroscó su cuerpo sobre la casa, con la joven en su interior.
Se dice que el padre de Thóra, Jarl Herraud (rey de Östergötland), ofreció a su hija en matrimonio al guerrero que fuese capaz de liberarla de la serpiente y sacarla de ese hogar.
Luego de que 100 hombres fallaran en su intento, llegó Ragnar hasta el lugar y logró matar al animal por medio de una lanza que clavó en su ojo. Se especula que esa batalla duró tres semanas.
Tras eso, Lodbrok tuvo su segundo matrimonio, del cual fueron descendientes Agnar y Eric, quienes participaron en campañas que hicieron los vikingos hacia tierras de Gran Bretaña. Sin embargo, Thóra murió de una extraña enfermedad cinco años más tarde.
Grammaticus sostiene que la tercera esposa del rey vikingo fue Aslaug, la única de sus esposas que no era de origen escandinavo (se dice que era de antepasados franceses).
La historia de esta dama relata que ella era hija de Sigurd y Brynhild, dueños de tierras en Francia, pero murieron en un asalto a su propiedad y la niña quedó abandonada.
Desde ese momento, fue cuidada por un amigo de la familia llamado Heimir, quien temiendo represalias la ocultó en un arpa y huyó hacia otra región.
De esta forma, ambos llegaron hasta una granja, donde encontraron a dos campesinos. Ellos, creyendo que en el arpa había grandes riquezas, mataron al hombre y luego descubrieron a la niña. A ella la hicieron parecer lo más fea posible, para simular que era hija legítima de los dos.
Se dice que Ragnar, en una de sus campañas de vándalo por París, descubrió la granja y mató a los campesinos para quedarse con su ganado y tierras.
En ese momento descubrió a Aslaug, de 15 años, quedando maravillado con su belleza e inteligencia. Volvió casado con ella hasta Suecia y se especula con que ella fue su gran amor.
Se cuenta además que de esta unión nacieron los hijos (todos hombres) más poderosos de Ragnar, los cuales lo superaron en fuerza, destreza y continuaron con la leyenda.
Ellos fueron Ivar “Sin Huesos”, Björn “Brazo de Hierro”, Hvitserk “Halfdan”, Ubbe, Sigurd y Ragnvald. Todos ellos estuvieron encargados de continuar con el legado y linaje.
Sus campañas más destacadas por Europa
El escritor español Víctor Álvarez, autor del libro Los Vikingos, crónica de una aventura, indicó al medio hispano ABC que las mejores campañas de vandalismo de Ragnar se produjeron cuando sus últimos hijos crecieron y él sintió la necesidad de demostrarles que aún era superior.
“Ragnar viajó primero por la costa de Frisia, en los actuales Países Bajos, y luego por toda la costa occidental del continente europeo. Ahí fue donde se comportó como un auténtico vikingo”, declaró Álvarez.
El autor detalla que el primer gran ataque de su vida se produjo en el 845, cuando organizó a 6.000 vikingos y llegó hasta la desembocadura de río Sena (Francia) con 120 barcos.
A través de este caudal entró a territorio franco y saqueó todas las aldeas y poblaciones que encontró a su paso. Se dice que esta campaña fue devastadora, ya que los hombres se apropiaron de tesoros en monasterios y abadías.
Fue en ese momento en que los europeos sintieron pánico de lo que podían llegar a hacer los vikingos en sus territorios. Habían comenzado tiempos muy difíciles.
“El segundo tercio del siglo IX, que coincide con el de Ragnar, es la época en que los vikingos causaron más estragos, donde más daño hicieron y el tiempo en que sembraron mayor terror por toda Europa, en concreto el imperio Franco e Inglaterra”, relata el español.
Se agrega a esto que Lodbrok y sus hombres tomaron París cerca del 850. Allí derrotaron al ejército de Carlo Magno y pidieron una exorbitante suma de dinero por liberar a su nieto, quien sería sometido a un empalamiento en la plaza pública.
“Ragnar participó en el asedio de París, donde, tras su conquista, se convirtió probablemente en el primer vikingo que recibió un rescate para devolver la ciudad al nieto de Carlo Magno. Ese fue el principio de una práctica que, a la postre, sería muy utilizada por los vikingos: pedir cantidades astronómicas de dinero a cambio de que les devolvieran su hogar. El problema es que, lo que solían hacer después, era volver a su hogar con todo ese dinero y organizar nuevas expediciones con mejores barcos. Eso pasó en París, la cual volvió a ser atacada varias veces”, indicó.
Luego de la sangrienta y despiadada incursión por Francia, Ragnar decidió que su siguiente expedición debía ser hasta Northumbria, uno de los reinos que se encontraba al noreste de Gran Bretaña. La misión era similar: saquear y pedir altas sumas por rescates.
Álvarez aclara que el guerrero decidió ir hasta el lugar con un ejército de 3.000 hombres y cerca de 80 barcos más anchos que los “drakar” escandinavos.
La llegada de los vikingos hacia ese lugar fue en el 865 y, el día del desembarco, se produjo una tormenta de proporciones, la cual dejó inservibles los barcos y a los guerreros mal heridos.
Para recuperar estas pérdidas, Lodbrok decidió que las sumas para pedir rescates por personas secuestradas debía subir, por lo que decidió aniquilar cerca de 20 poblados.
Ella, rey de Northumbria, vio con miedo como el ejército forastero avanzaba por su reino, por lo que decidió armar un ejército de 10.000 hombres y dar una espada a todos los ciudadanos que estuvieran en edad de pelear.
Dos semanas más tarde se produjo el encuentro entre los dos ejércitos. Los hombres de Ella superaban en tres veces a los de Ragnar, pero las cartas estaban echadas y los Vikingos enfrentaron su destino.
“Ragnar tenía mucha menos tropa, la pelea no duró mucho antes de que cayera mucha gente de Ragnar. Pero allí donde se dirigía él no hallaba resistencia, y se lanzó aquel día contra las formaciones y allí donde golpeaba o ensartaba escudos, cotas o yelmos, eran tan grandes sus golpes que nada los resistía, pero nunca le alcanzaban a él los golpes ni los dardos y ni siquiera una sola arma le causó daño”, destacó el autor.
No se sabe precisamente por cuanto tiempo se extendió aquella batalla, aunque los autores confirman que Lodbrok fue el último guerrero escandinavo en ser apresado por los anglosajones, que perdieron tres cuartos de su ejército en aquel hito.
Ella sometió a Ragnar a un cruel castigo, sentenciándolo a morir en un pozo lleno de serpientes venenosas. Minutos antes de morir, el guerrero expresó que sus hijos lo vengarían.
“Los cochinillos (sus hijos) gruñirán cuando sepan la desgracia del jabalí, me sobreviene un terrible mal, las serpientes me perforan con sus fauces y muerden con crueldad, me han succionado la sangre, ahora moriré junto a las bestias, pronto seré un cadáver”, habría exclamado Ragnar.
Y, como si fuera premonitorio, fueron los herederos que tuvo con Aslaug los que llegaron en barcos, dos años más tarde, hasta Northumbria. Allí vencieron al ejército local y tomaron a Ella de rehén, trasladándolo a Suecia.
La sentencia del rey se llevó a cabo mediante un rito de tortura vikinga conocido como “Águila de sangre”, el cual puedes revisar en el siguiente enlace.
Cabe señalar que todos los datos expuestos no tienen, necesariamente, relación con lo expuesto en la serie de televisión de History Channel, la cual también está disponible en Netflix.