Por Gabriel Rovayo, CEO de EFQM South America Pacific.
Emprender es algo con lo que muchos sueñan; es algo en lo que muchos invierten trabajo, tiempo y dinero. Montar un startup es un reto vital, puede funcionar o no. Puede ser un éxito o un rotundo fracaso.
Sin embargo no muchos emprendedores o quienes sueñan con serlo están familiarizados con las incubadoras de proyectos o aceleradoras de proyectos. Hay quienes o no conocen de la existencia de estas o no creen necesario acceder a ellas.
De manera que aquí es oportuna una pregunta: ¿Qué son las incubadoras de proyectos? Las incubadoras son excelentes herramientas para impulsar el nacimiento de empresas, pues proporcionan la asistencia necesaria para crecer.
Allí es cuando entran en escena las incubadoras. Cuando se realiza un plan de negocios no basta tener una idea; es necesario estructurarla y gestar un plan que proyecte el desarrollo y la ejecución del emprendimiento. Sin embargo, esta tarea es muy compleja, lo que ocasiona que muchos emprendedores novatos se hundan en el intento y sus proyectos fracasen. Se trata de centros de apoyo, que ayudan a darle estabilidad a las empresas en desarrollo. Evalúan la viabilidad técnica, financiera, y de mercado. Asesoran legal y administrativa, a los pequeños emprendimientos y ayudan en la estructuración de planes de mercadotecnia y de ventas.
Y hay otra pregunta importante: ¿Son las incubadoras de proyectos realmente necesarias? La respuesta es sí, siempre y cuando el emprendedor busque una guía de apoyo, que garantice que sus ideas se desarrollen de manera correcta, para que su proyecto sea factible. Mundialmente, las incubadoras ofrecen servicios como el financiamiento del proyecto, coaching, ayudas en la red, espacios físicos en donde puedan trabajar, entre otros.
Se trata de seguir algunos pasos. En primer lugar, una fase de preincubación, en la cual se da el inicio a la etapa de las incubadoras. Esta fase sirve para capacitar a los empresarios en la tarea de buscar todas las habilidades necesarias para la toma de decisiones bajo la supervisión de los dueños o empresarios de la empresa. Esta fase incluye el plan de negocios, el producto, o el servicio que se desea brindar ya que no se trata de quedar solo en una idea.
Si hablamos la incubación, allí tiene lugar el proceso de diseño del plan de negocios, se construye la base del proyecto para hacerlo sostenible y pulir los detalles. Este proceso lo supervisan los integrantes de la incubadora con una retroalimentación en la que se podrá ver las cosas positivas y negativas de la empresa y ayudará a los emprendedores a prepararse para cualquier tipo de obstáculo futuro.
En Latinoamérica hay algunas incubadoras, entre ellas CREAME, una incubadora y aceleradora colombiana que ayuda a desarrollar empresas y startups en esa zona. Ya tiene 20 años de experiencia fortaleciendo las oportunidades comerciales de más de mil empresas de distintos tamaños, y cuenta con más de cuatro mil personas capacitadas y más de 18 mil sensibilizadas. Se le puede considerar como la aceleradora más importante de Colombia ya que tiene operando programas en 80 ciudades del país.
Otra incubadora que me llama la atención es Wayra, que apoya a todos aquellos emprendedores que intentan desarrollar ideas de negocios enmarcadas dentro del sector de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), pues es auspiciada por Telefónica. Tiene sedes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela.
También está NXTP Labs, una empresa incubadora argentina que se centra en la gestión de marketing, modelos de negocio y estrategias de crecimiento; está presente en Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay. Con una cartera de 170 Startups, NTXP Labs canaliza la necesidad de los emprendedores de obtener capital, con el deseo de los inversionistas de expandirlo.
Por su parte, Startup Chile es una aceleradora que ofrece hasta 45 mil dólares en financiamiento a emprendimientos, tiene una red de contacto con inversionistas locales e internacionales dispuestos a invertir. Esta incubadora impulsada por el Estado chileno, tiene como objetivo principal atraer inversión en Chile por lo que es una opción ideal para los emprendedores de todo el mundo tomando en cuenta que este es uno de los países con mayor crecimiento de la región.
Acceder a la asesoría de incubadoras y aceleradoras de proyectos en Latinoamérica, es posible. Hay este tipo de entidades en las principales ciudades del continente. Muchas veces escuchamos que “quien no se lanza a nadar, no cruza el río.” Pero es mejor si nos lanzamos con el entrenamiento y acompañamiento adecuados de nadadores profesionales.