Por Veneta Andonova, decana de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes.

Muchos pueden pensar que en un momento de grandes cambios como el actual es mejor ser una gran multilatina que una de las pymes cuya sobrevivencia cuelga de un hilo. La realidad es que las grandes multinacionales de América Latina tampoco la tienen fácil. Sus problemas pueden incluir dilemas más trascendentales, como el balance entre lo público y lo privado, la estandarización de operaciones con decisiones gubernamentales locales, la legitimidad de su operación y la necesidad de apoyo para salir adelante. Algunos de sus retos más importantes son:

Mi operación o contribución al país

Una característica importante de las multilatinas, que suelen pertenecer a grupos económicos o holdings diversificados, es que tienen que tomar decisiones diferentes y no uniformes en todos los mercados donde operan y en las empresas del mismo grupo empresarial. Mientras que en Chile Cencosud decidió no repartir utilidades a sus accionistas y sus trabajadores se acogieron a la Ley de Protección de Empleo (suspendiendo temporalmente el contrato de trabajo), otras unidades del mismo grupo repartieron el 80% de las utilidades entre los accionistas. Esto generó críticas de parte del presidente Piñera y sus ministros, así como en las redes sociales que cuestionaron que se repartieran utilidades en el grupo mientras se acogían a las leyes de protección empresarial.

¿Dónde escampo mientras esto pasa?

La gestión de la pandemia por parte de los distintos gobiernos donde operan las multilatinas impacta directamente sus portafolios y rentabilidad. Con su actividad concentrada en un solo continente, poca diversificación e inversiones en Europa y Asia, se hace más que evidente el impacto regional. Aún en un sector como el de las telecomunicaciones, uno de los pocos con un claro crecimiento en la demanda, América Móvil vive la difícil realidad de tener “todos los huevos en la misma canasta”. Sus mercados importantes desde México hasta Brasil y con bajas en Estados Unidos, Ecuador y Chile muestran que la regionalización aumenta el riesgo.

¿Dónde busco ayuda estatal?

Uno de los sectores más afectados es del de transporte aéreo. Avianca, una multilatina con más de 100 años de historia decidió acogerse al capítulo 11 de la ley de bancarrota y anunció la liquidación de sus operaciones en Perú. La denominada aerolínea bandera de Colombia, enfrentó criticas cuando solicitó ayuda al gobierno nacional, pues tiene más del 60% de la operación en este país, genera más de 14 mil empleos directos y paga cerca de 800 millones de dólares en impuestos anuales. La multinacionalidad de su operación y su colombianidad fueron cuestionadas bajo el argumento de que la sociedad del holding opera en

Panamá, lo que claramente desconoce una característica fundamental de las multilatinas, operar y generar ingresos en varios países de la región. Podría afirmarse que, aunque están en todas partes, ¿entonces las multilatinas no son de ningún país en particular?
Pedir ayuda en medio de la altísima necesidad social

Para seguir hablando de aerolíneas, un debate similar enfrentó Latam cuando buscó al gobierno de Chile pidiendo un rescate o apoyo al sector. La respuesta en países como Perú o Chile fue un no rotundo: las ayudas en medio de la pandemia serán para los sectores sociales o se entregarán en auxilios directos, y no se darán a las empresas ni al sector privado. Demostrando una vez más que nadie es profeta en su tierra y que las multilatinas a la hora de pedir apoyo operan, como diría Onetti, en “tierra de nadie”.

Desafortunadamente, América Latina está enfrentando el pico de la pandemia, su economía está fuertemente impactada por cierres tempranos, economías informales y la incapacidad de lograr una rápida recuperación económica, lo que permite prever que lo más difícil esta aún por llegar y que las multilatinas vivirán una tormenta perfecta donde solo los más agiles, flexibles y fuertes sobrevivirán a largo plazo.

El COVID-19 ha hecho evidentes los principales retos de las empresas de la región

La crisis, vista como una oportunidad, volverá necesario tener las conversaciones que en el pasado se habían evadido. En lo público habrá que reconocer que las multilatinas, como las empresas más competitivas de la región, tendrán un rol determinante en la recuperación económica del post-COVID. En lo privado, serán estas empresas las llamadas a ser pacientes ante la ausencia de mecanismos rápidos de solución a sus problemáticas mientras se resuelven las grandes necesidades sociales que esta pandemia dejará. La forma en que las multilatinas salgan de la crisis actual va a determinar la velocidad y la envergadura de la recuperación post- pandémica en toda la región.