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Las nuevas soluciones educativas que buscan llegar a las zonas rurales y docentes de América Latina
Viernes, Diciembre 17, 2021 - 09:00

MIDE, Oh Lab, Wiixii, ChatClass y T-Share fueron los cinco proyectos ganadores de la iniciativa TPrize, que busca potenciar las soluciones más innovadoras en pro de la educación en el mundo.

Tania Rosas es oriunda de la Guajira, un departamento colombiano en el mar del Caribe que limita con Venezuela. Cuenta que es una zona que mantiene un gran flujo de migrantes permanentemente, personas refugiadas de comunidades afro indígenas, y que mantiene el más alto índice de desertificación escolar en todo el país: solo 29 de cada 100 estudiantes lograban terminar el bachillerato.

Su abuela fue su inspiración. Creó una escuela en su propia casa para proveer educación personalizada a jóvenes que abandonaban sus estudios o que simplemente estaban siendo excluidos de las escuelas tradicionales. Mirar con sus propios ojos esta problemática, la llevó a un siguiente nivel.

En 2015, Tania se dedicó a investigar el porqué de estos altos índices de desertificación a pesar de tantos años transcurridos y una evidente mejora en la infraestructura. Así, comenzó junto a un equipo y a testear numerosas plataformas educativas, pero eran de difícil acceso por la falta de conectividad en la Guajira y, además, los alumnos no se sentían representados con dicha tecnología. No la entendían.

“Vimos distintas dificultades que hacían que la educación digital no llegase a esos lugares, entonces comenzamos a desarrollar una aplicación offline para que los profesores puedan crear contenido en cuestión de minutos. Quisimos identificarnos por nuestra experiencia de usuario, hacer que todo se base en el diseño comunitario”, relata su fundadora y CEO.

Así en 2020 nace o-lab y su impacto fue inmediato, al punto que Tania Rosas fue nominada por la ONU como Young Leader for the Sustainable Development Goals y desde entonces, trabajan de la mano. Inmediatamente se establecieron en Estados Unidos y desde ahí, han proveído acceso a la educación digital a comunidades y organizaciones en cinco países: México, Perú, Filipinas, Paskistán, pronto Nigeria y Sudáfrica en los próximos meses.

Esta plataforma de etnoaprendizaje flexible, que incluye lenguajes de pueblos originarios, es una de las cinco soluciones educativas ganadoras de la iniciativa TPrize, organizada por el Tec de Monterrey y la Universidad de Los Andes en Colombia, que fueron definidas durante la última versión del Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE).

Foto. Unsplash.com

Los proyectos contarán con un programa de seguimiento durante dos años para tutoría, networking y actividades que les ayudarán a incubar, escalar y acelerar sus propuestas más la suma de US$15 mil. Nos referíamos a las siguientes soluciones: de MIDE (Chile), o-Lab (Colombia), Wiixii (Guatemala), ChatClass (Brasil) y T-Share (Chile).

“Tenemos soluciones educativas que se están desplegando en el mundo edtech pero el tema era cómo lo hacíamos para llegar a todos. Vimos en los finalistas el uso de tecnología low tec y uso de medios de comunicación alternativos. Volvimos a darle uso a la radio, WhatsApp, Telegram, el teléfono como medio de acceso a Internet. Eso tenía que ver claramente con lo que era nuestro hincapié este año”, asegura Sabrina Seltzer, directora de TPrize.

Educación digital al alcance de todos

Lo cierto es que, como resultado de la pandemia, más de 165 millones de estudiantes no pudieron asistir a sus escuelas y más de 26 millones de empleos se perdieron en América Latina y el Caribe. El COVID-19 amplificó las desigualdades y es por esa razón, que nuevos métodos de aprendizaje y la digitalización han ayudado a nivelar el campo de juego, la educación y la capacitación flexible.

Ricardo Mansilla es el director de la Fundación Apptitudes, creadores de la primera aplicación para escuelas rurales llamada MIDE. Hace tres años nace este proyecto con la clara intención de llevar la tecnología al este alejado mundo tras varias experiencias anteriores en el mundo educativo rural. Así, lograron traducir las principales necesidades y requerimientos.

“Desarrollamos MIDE tratando de crear una tecnología que funcione en el mundo rural a pesar de los problemas de conectividad, que se pueda aprovechar lo existente y no quedarnos en ese romanticismo de cuánto se esfuerzan los alumnos y los profesores de las escuelas rurales, sino actuar en lo inmediato”, cuenta el chileno.

La pandemia coincidió con su puesta en marcha, fue coincidencia. En 2019 se hicieron las primeras pruebas y al año siguiente, tenían proyectado salir masivamente. La llegada del virus lo hizo más urgente y lograron adaptarse rápidamente, incluso, en modo pandemia. MIDE logró vincular durante su primer año a 41 escuelas rurales de Chile, principalmente en la zona sur entre Temuco y Chiloé. Este 2021, ya están cerrando con 120 escuelas ya inscritas en el proyecto.

Melania Sanhueza también es otra de las ganadoras de TPrize. En 2015 creó la ONG Odiseo con el fin de enseñar a niños de sectores vulnerables herramientas de Design Thinking e innovación, para luego desarrollar talleres orientados a docentes.

“Nos dimos cuenta que la única forma de realmente escalar estas nuevas metodologías en estas salas de clases era apoyando a los profesores. Un profesor puede impactar a más de dos mil niños a lo largo de su carrera, entonces si es que no apoyamos a que los docentes ocupen nuevas metodologías es imposible generar una transformación en el sistema educativo que estamos aspirando”, menciona la chilena.

Ese fue el punto de partida. En 2018, desarrollaron una plataforma con el apoyo de Corfo que pasó rápidamente a la implementación de un primer piloto con el Centro de Innovación del Ministerio de Educación para validar dicha aplicación como una herramienta de colaboración efectiva entre docentes. Hoy T-Share suma más de 2.500 profesores en Chile, Perú y Argentina.

La solución ganadora de Guatemala es Wiixii, una plataforma que busca el aprendizaje a través WhatsApp compartiendo contenido para niños, niñas y jóvenes para potenciar las habilidades cognitivas y de aprendizaje a través de juegos y desafíos, involucrando a una comunidad no solo docente sino familiar.

“Es muy importante porque a mi juicio son la población más golpeada de la pandemia, primera infancia y primeros años de primaria”, comenta Sabrina Seltzer, líder de Transferencia y Emprendimiento del Tecnológico de Monterrey y, además, directora de TPrize.

La última solución educativa ganadora también ocupa herramientas como WhatsApp pero, está vinculada a esas empresas que necesitan un entrenamiento de su fuerza laboral o aquellas instituciones educativas que necesiten conectar con mayor facilidad a sus participantes. En 2020, ChatClass fue reconocida por Meta como el único caso de éxito global para la educación mediante esta herramienta digital.

Lo interesante es que los usuarios pueden acceder a los cursos mediante mensajes de texto y voz. Su fundador, Jan Krutzina, cuenta que ya han trabajado con más de 500 mil estudiantes apoyados por un equipo de expertos de universidades prestigiosas como Harvard o McKinsey.

Soluciones con escalabilidad a nivel mundial

Con estos nuevas cinco soluciones educativas, ya son 10 las que TPrize ha elegido a nivel regional para ayudarlos a crecer, escalar y a consolidarse en otros países de América Latino y, por qué no, a nivel mundial.

En el caso de o-lab de Colombia su meta es expandirse a 10 países más y sumar así más estudiantes que no tienen acceso a la educación. Este emprendimiento comenzó con alrededor de 5 mil estudiantes en la Guajira, este año aumentó a 10 mil y el próximo, durante los primeros meses, tienen pronosticado alcanzar unos 50 mil.

Y es que las cifras son claras, gracias a este proyecto la tasa de desertificación en dicho departamento colombiano logró que el 80% de los estudiantes que acceden hoy a la tecnología pudiesen superar su año escolar con mejor promedio respecto a quienes no pudieron acceder a ésta. Y de 100 estudiantes, ya el 50% pudo terminar su bachillerato gracias a esta tecnología.

El proyecto de la Fundación Apptitudes, MIDE, ya tiene proyectada una expansión para 2022 y tras ganar el TPrize, sus expectativas son altas. “Lo primero es poder llevar estas soluciones a otros países que comparten la problemática que tenemos en Chile, mala conectividad en escuelas rurales. Estamos trabajando con México, Colombia, Perú y Ecuador. Ese es el principal objetivo del próximo año, que esto crezca”, enfatiza Ricardo Mansilla.

La red social de colaboración entre profesores T-Share planea escalar a más de 6 mil docentes para que puedan crear sus propios contenidos e incorporar países como México y Colombia, y seguir creciendo a nivel Latinoamericano. Melania Sanhueza asegura que ya “estamos enfocándonos en el desarrollo de alianzas para la creación de cursos en línea de desarrollo profesional docente”.

Las soluciones serán parte de un programa de acompañamiento personalizado adaptado a sus necesitadas y aspectos a desarrollar en cada proyecto educativo. La forma de escalar es distinta para una startup versus la de un emprendimiento.

“La startup hay que acompañarla para levantar su siguiente ronda de inversión, mientras que en los emprendimientos sociales se trabaja en modelos de sustentabilidad que les permite crecer y escalar. En todas logramos conseguir o que levanten financiamiento, que hayan generado alianzas o patrocinios, que hayan empezado conversaciones para escalar en otros países de Latinoamérica”, explica la directora de TPrize.

Para aquellas soluciones de innovación educativa que estén interesadas en postular a esta iniciativa, en enero se abren nuevas postulaciones en el siguiente link.

Foto: Unsplash.com

Autores

Josefina Martínez