La fundadora de OM Latam Academy subraya la necesidad de adaptarse a los cambios del consumidor para no quedar atrás.
El marketing digital es el nuevo inglés. Hasta hace unos años atrás, tener conocimiento en esta área era exclusivo para quienes se dedicaban a esa profesión. En la actualidad, se la relaciona de manera intrínseca con el desarrollo de un negocio.
Con esta visión es que nace OM Latam Academy en 2011, compañía argentina fundada por Lorena Amarante y que brinda capacitación, formación y desarrollo profesional en marketing digital y nuevas tecnologías. Con foco en los cursos online, estudiantes, emprendedores y hasta reconocidos profesionales de más de 15 países –principalmente en América Latina- participan de esta propuesta.
-¿Qué es primordial en marketing digital?
La realidad es que el marketing digital hoy se vincula a muchos aspectos del desarrollo del negocio. Puede ser en el modelo de negocio, cambios en la manera de distribuir, o lo que fuera, va más allá de solo comunicar y hacer publicidad.
Los canales digitales, el alcance y su penetración provocaron que toda persona que dirija una empresa o un profesional de cualquier índole deba tener conocimientos, aunque sea básicos o intermedios, de lo que es el marketing digital y cómo impacta en su negocio.
-¿Las empresas en América Latina lo entienden?
Si me pongo a analizar el tipo de individuos que pagan su curso, sí, cada vez más. Hace tres años que lanzamos el primer programa ejecutivo. En ese entonces, uno tenía que evangelizar sobre lo que era el marketing digital y de lo que era aprender online. Hoy vemos que los individuos, aunque no estén tan familiarizados con la tecnología, ya lo ven como indispensable.
Nosotros ya no tenemos que hablar de su necesidad, ellos ya lo entienden, pero no saben cómo resolverlo de forma eficiente. Hay tanta polución de información que la gente se siente confundida, necesita una guía para comprenderlo y estudiarlo. Ahí es donde nosotros intervenimos.
-Usted tiene una concepción clara del espíritu que debe tener una organización.
Sí. Creo que las organizaciones deben tener un espíritu startup aunque tengan 100 años. Es esa frescura de innovar, cambiar, esa flexibilidad. Hoy las empresas tienen que estar muy atentas a cómo está evolucionando el usuario, cuáles son sus expectativas respecto al servicio. Si uno no se adapta a cómo consume la información el usuario, cómo consume el producto, a sus hábitos, uno se queda atrás.
Ese espíritu startup es entender que el negocio cambia, porque los usuarios se transforman. Además, hoy ellos no dicen a través de las distintas plataformas qué les gusta y lo que quieren. Uno debe estar atento para alinearse a lo que el mercado pide.
-¿Cómo se hace?
Hoy la gente no va tanto al cine, pero eso no significa que ya no mira películas, utiliza otras plataformas como Netflix. Lo mismo ocurre con la Copa Mundial de Fútbol que muchos siguen a través de dispositivos móviles. Si pienso que la única forma de ver un partido es a través de un televisor, le estoy errando. Si me quedo lo que me funcionaba antes sin evolucionar, pierdo.
-¿Las redes sociales son esenciales para toda organización?
Hay distintos niveles y el protagonismo puede ser diferente. Las redes sociales son un recurso más, no es único, para comunicarle y darle visibilidad a la acción que hacemos. A veces puede resultar difícil a una organización relacionarse con los usuarios. Ahí entran las redes sociales, contar historias, al momento de convocar ideas. Tiene que ver con esto de incentivar y conectar emocionalmente.
-¿Siempre quiso emprender?
Siempre fui muy emprendedora, ya sea trabajando en una empresa o por mi cuenta. En la actualidad me siento muy conforme, porque el ser independiente, me permite poder organizarme con tiempos flexibles. Eso es algo que en mis otros trabajos no podía, y suele ser algo difícil de compatibilizar en lo corporativo.
-¿Cómo funciona su empresa?
Hoy tenemos la sede en Argentina, con algún docente que trabaja como freelance en México y Colombia, por ahora. Estamos viendo de ampliarnos a través de partners para tener una presencia local en otros países y atender un poco más al segmento corporativo, que demanda capacitación presencial, no solo online.
-¿Uruguay sería uno de ellos?
Sí, podría ser; todos los países que conforman América Latina nos interesan.
