Según un estudio publicado en Intelligence, esta percepción estaría relacionado con rasgos de su personalidad.
Una investigación reciente relacionó los rasgos del malgenio con una sobreestimación de la propia inteligencia. De acuerdo con la investigación, las personas malgeniadas, o que tienden a enojarse con facilidad, tienden a creer que son más inteligentes de lo que realmente son.
La investigación, liderada por Marcin Zajenkowski y Gilles E. Gignac, se aplicó a 528 personas, quienes participaron en dos estudios distintos.
En el primero de ellos, que se aplicó a un grupo de 303 participantes, los investigadores le hicieron una serie de preguntas a los voluntarios para concluir qué tan tendientes eran a experimentar rabia o ira.
En el cuestionario, que es usado en piscología desde 1999, había preguntas como “tengo un temperamento explosivo”, “cuando me molesto, digo cosas desagradables”, y los jóvenes debían responder de 1 (nunca) a 4 (casi siempre).
Luego, los participantes debían ranquear su propia inteligencia en una escala de 1 a 25 y más tarde, presentar una serie de exámenes que calificarían objetivamente su nivel de inteligencia.
Tras este proceso, los investigadores concluyeron que las personas con tendencias a la ira, solían creer que eran más inteligentes de lo que los exámenes demostraron.
Estos resultados serían coherentes con una investigación anterior en la que se encontró que las personas con tendencias enojarse con mayor facilidad suelen ser, al mismo tiempo, bastante positivas. De esta manera, estas personas tendrían una tendencia al narcicismo, y a enaltecer en excesos sus propias capacidades.
Neuróticos y enojados: inmunes al narcicismo
Sin embargo, el estudio comprobó que no todos los malgeniados están cortados con la misma tijera. Resulta que quienes además de rasgos de rabia tienen una tendencia a ser neuróticos, no sobreestiman sus capacidades mentales.
El estudio, además de preguntarle a los participantes por su tendencia a ponerse bravos, les hizo un test de personalidad para determinar qué tan neuróticos eran. No fue una sorpresa para los investigadores darse cuenta que ira y este rasgo, relacionado con sentimientos de culpa, envidia y ansiedad, están fuertemente relacionados.
En el segundo grupo que analizó el estudio, compuesto por 225 estudiantes jóvenes, les hicieron las mismas preguntas, pero añadieron una evaluación de los rasgos narcisistas de los participantes.
Una vez más, quienes puntearon alto para rasgos de rabia y de narcicismo, sobreestimaron su inteligencia.
No obstante, quienes ranquearon alto para neurosis y rabia, tendieron a subestimar su propia inteligencia. De acuerdo con los investigadores, esto tiene que ver con que las personas neuróticas tienden a tener una baja autoestima, sentir que no tienen control sobre ellos mismos y tienden a huir de aquello que les motiva.
Así, neurosis e ira tienden a “neutralizarse” a la hora de preguntarle a la persona qué tan inteligente cree que es.
“Concluimos que hay dos ‘caras’ de las personas malgeniadas: aquellas que además son altamente neuróticas, y por ello están más cercanos a la ansiedad; y aquellas quienes son positivas e inclusive narcisistas, quienes tienden confiar en sí mismos más de lo que deberían”, se lee en el estudio.