Verse y sentirse bien desde hace tiempo es una prioridad tanto para hombres como para mujeres. En esta tarea, la alimentación y el hacer ejercicio tienen un rol fundamental, sin embargo, hay quienes les gusta tener una ayuda extra.

 

Si bien varias personas recurrían a las cirugías plásticas, estas intervenciones no son del todo necesarias, dado que actualmente hay diversos tratamientos para moldear el cuerpo sin necesidad de llegar al bisturí.

 

Así lo explica Ylé López, directora médica del Centro de Dermoestética Le Ciel, quien revela que la demanda de estos tratamientos de  coolsculpting ambulatorios, es decir, que no requieren hospitalización, muestra un claro avance en la última década.

 

"Muchos de nuestros pacientes recurren a este tipo de tratamiento como un hábito de vida saludable como es la actividad física, la alimentación balanceada o la protección solar. Hay una tendencia cada vez mayor a buscar cambios naturales, no excesivos, que sean acordes y acompañen la edad del paciente sin dejar de considerar que los años se pueden llevar y lucir  si el cuerpo y el rostro reciben los cuidados y atención pertinente”, plantea.

 

De acuerdo a López, los mejores tratamientos ocupan la “tecnología que utiliza la criolipólisis como método de enfriamiento del tejido adiposo que con el correr de los días comienza su involución en la zona tratada”.

 

Otros métodos para modelar el contorno corporal son la radiofrecuencia tripollar, la LPG (endermology) y la mesoterapia reductora y reafirmante mediante micropunturas indoloras que permiten introducir en la capa media de la piel diferentes principios activos que actúan definiendo las líneas corporales.

 

 

Para saber cuál es el mejor método que requiere cada persona, es necesario realizar una evaluación personalizada donde se definen las zonas a tratar, la patología  (obesidad, celulitis, etc) y el procedimiento más adecuado considerando antecedentes del paciente, hábitos de vida, expectativas de resultados y tiempos requeridos, explica.

 

Según la experta, estos procedimientos, en general, cuentan con pocas contraindicaciones absolutas entre las que se encuentran el embarazo, período de lactancia, enfermedades asociadas al frío, pacientes con marcapaso, con enfermedades autoinmunes o cáncer con tratamiento en curso.

 

Sin embargo, vale tener presente ciertas contraindicaciones relativas, es decir, que afectan la zona a tratar y que “deben ser analizadas en cada paciente en particular como son las hernias locales, infecciones de la piel o heridas, estados febriles y otras”.

 

A ojos de la profesional, los principales beneficios de la lipoescultura sin cirugía y de la reducción de grasa localizada es “la disminución de los riesgos que presenta entrar a un pabellón, se minimiza el tiempo de recuperación y el paciente retorna a su rutina habitual luego del procedimiento si interrumpir sus actividades por largos períodos como sucede en la liposucción quirúrgica. Otro, no menor, es el costo del procedimiento que suele ser más económico que una cirugía convencional”.

 

En concreto, uno de los elementos a favor de estos prodecientos es la reducción de entre 20 y 40% del tejido adiposo (a veces más), el aumento del tono de la piel con mayor tensión y disminución de la flacidez, alisamiento de la piel, atenuación de la celulitis y remodelación del contorno corporal.

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