El vaginismo, es contracción o espasmo involuntario de los músculos de la vagina que impide la penetración. En esto influyen muchos las ideas que se le han metido a la mujer en la cabeza, sin darle paso al goce.
¿Qué pasa cuando el hombre quiere y la mujer no puede?, pregunta Odette Freundlich, la kinesióloga experta en sexualidad cuando educa sobre el aplastante avance del vaginismo. Antes de responder, aclara que aunque la mujer desea tener una vida sexual plena, un cúmulo de creencias, traumas y fobias generan esta disfunción.
El vaginismo, es contracción o espasmo involuntario de los músculos de la vagina que impide la penetración. "Al respecto, desde que inicia su vida sexual, y de forma repetitiva, estas mujeres tienen deseos sexuales, pero no pueden tenerlas porque su vagina se cierra como una pared", describe sobre esta reacción de anticipación a un supuesto dolor que puede ser aprendido o producto de antiguas creencias.
"A las mujeres se les ha dicho históricamente que el sexo es sucio, que las relaciones sexuales son única y exclusivamente para procrear y que deben temerle también al embarazo porque las van a echar de la casa si se embarazan muy jóvenes. Se les dice que los hombres las van a abandonar una vez que tengan relaciones sexuales, pero nadie las educa sobre la parte placentera del sexo", enumera la especialista.
Agrega que muchas sienten angustia durante el coito porque se sienten observadas por sus padres y eso es un fenómeno sicológico que también las hace sentir culpables.
El rol de hombre
A la consulta de Odette, llegan parejas de pololos que decidieron iniciar la vida sexual y al intentar el coito no lo logran, matrimonios que vuelven de la luna de miel preocupados por no haber podido tener penetración vaginal, mujeres sin pareja que terminaron su relación por la misma razón, matrimonios con varios años de casados, todos víctimas de la misma situación. A la fecha, la especialista dice haber atendido con éxito a cerca de 1140 mujeres en Miintimidad.cl, el centro donde es directora.
Una tradicional cultura de matriarcado, dominada por la religión o ideas románticas preconcebidas han influido históricamente en que las mujeres sufran de éste mal. "El mensaje que han recibido estas personas, ya sea de sus padres, el colegio, la universidad, grupos de pares o sus propios pensamientos influyen en este temor y dolor".
-¿Cómo puede ayudar el hombre a una mujer que sufre de vaginismo?
- No hay masajes ni producto que solucionen esto. Hay gente que cree que se soluciona con el tiempo y no es así. Por eso es muy importante que la pareja también ayude en ese sentido, que si se da cuenta de que algo anda mal, no sienta que es culpa suya tampoco. Algunas parejas que han llegado a mi consulta me cuentan que el hombre se ha sentido menos atractivo para su mujer cuando ella lo rechaza, pero que en el fondo se trata de esta sensación de dolor que aleja a la mujer del coito.
Si el hombre se da cuenta de que no es así, debe apoyar a la mujer para que busque ayuda profesional, para que consulte a un médico, un sexólogo o un kinesiólogo experto en sexualidad. Algunos piden la hora de consulta para su esposa o su novia y no se dan cuenta de lo importante que es para ellos para resolver el problema. Es un rol crucial para que ella no se sienta culpable, sino lo opuesto y la ayude a encontrar una solución.