Pasar al contenido principal

ES / EN

Las tres fuentes de la juventud, según el gurú del cuidado de la piel
Viernes, Febrero 24, 2017 - 10:43

El doctor Howard Murad, dermatólogo y farmacéutico, plantea que "el secreto para una piel joven es un corazón feliz”.

La misión de Howard Murad ha sido ayudar a las personas a desarrollar su potencial para verse y sentirse más jóvenes. Y para tener un estilo de vida más sano. Comenzó hace más de 30 años y ha atendido personalmente a más de 50.000 pacientes. Su método lo ha denominado ‘salud incluyente’ y consiste en combinar el uso de productos para el cuidado de la piel, el control de los alimentos que se consumen y el autocuidado emocional. Esta forma de trabajo, para él, diferencia a Murad del resto de ofertas en el mercado: “Más que crear productos dermatológicos, nos interesa mejorar la vida de las personas –le cuenta a Cromos en su laboratorio en Los Ángeles–. Más que en la belleza, pensamos en la salud física y emocional. Cuando te enfocas en eso, el resultado son mujeres hermosas”.
 
Su mayor contribución a la dermatología ha sido el estudio de la hidratación celular y su relación con el envejecimiento. Su interés surgió cuando empezó a escuchar su propio cuerpo: “Desde hace más de 30 años me gustan las caminatas –explica Murad–. En ese entonces hacía ejercicio y tomaba mucha agua pero siempre tenía sed”. Esto lo llevó a medir el porcentaje de agua de su cuerpo y el de sus pacientes. Después de 6.000 personas estudiadas se dio cuenta de lo obvio: entre más viejos somos, menos agua tenemos en nuestro cuerpo y en nuestras células. Esto se refleja en la piel: cuando somos bebés, nuestra piel es firme y suave. Si la tocamos ahora, probablemente su resequedad ha aumentado con respecto a hace diez años. Además, lo que pasa en la superficie del cuerpo se relaciona con lo que ocurre en el interior: tu corazón y tu cerebro también se van envejeciendo.
 
Asimismo, a partir de sus mediciones, Murad llegó a otras conclusiones: cuando estamos estresados y cuando no cuidamos nuestra piel o lo que comemos, los niveles de hidratación en el cuerpo también disminuyen.
 
Para verse bien hay que vivir mejor
 
Basándose en sus conclusiones, Murad diseñó un tratamiento para combatir las principales causas de deshidratación y envejecimiento. Su primera prueba contó con la participación de 40 mujeres a las que no les dio ningún medicamento, solo fueron tratadas con el método de la ‘salud incluyente’. Su presión arterial y sus niveles de estrés disminuyeron y, en consecuencia, sus niveles de hidratación celular aumentaron.
 
Para mantener una buena salud física. Murad recomienda a sus pacientes poner especial atención a su alimentación, al cuidado de su rostro y a sus hábitos de sueño: “Antes de la medicina, existía la comida –afirma–. Haz que el agua también te alimente, no solo se trata de beberla”. Según Murad, la recomendación de tomar ocho vasos de agua al día no hará mucho por mejorar nuestra salud, ya que correrá rápidamente fuera del cuerpo sin contribuir a la hidratación que las células necesitan. Para hidratarse de la manera correcta, se deben consumir frutas y vegetales. El cuerpo absorbe lentamente el agua que estos alimentos contienen. Adicionalmente, nos aportan antioxidantes y fibra, compuestos que contribuyen a eliminar la grasa y a combatir la osteoporosis y el cáncer.
 
 
Alimentar el rostro es tan importante como alimentar el cuerpo. Murad recomienda, dos veces al día, un ritual que no toma más de 10 minutos: limpiar, tratar, hidratar y protegerse del sol. A su vez, disfrutar del sueño: “Cuando dormimos, el cuerpo entra en una hibernación mágica que le permite repararse a sí mismo. El sueño puede ser el responsable de cuánto comes, cuánto subes de peso, cómo atacas tus infecciones e, incluso, puede ser decisivo en el control del estrés”.
 
El lujo de la salud emocional
 
Todas las recomendaciones mencionadas son útiles, pero el programa está principalmente enfocado en tratar la salud emocional del paciente. Para Murad, el 80% de la salud depende del cerebro, así que además de evaluar la apariencia de la piel de sus pacientes también analiza sus niveles de estrés. Hay un asesino silencioso que convive con nosotros: el estrés cultural. Estar en el computador doce horas diarias, el tráfico y la polución de las grandes ciudades, el matoneo, la presión por alcanzar la perfección… Todos estos factores han generado una epidemia global que no discrimina estatus, nacionalidad, género o edad.
 
Cuando pierdes el control o te irritas fácilmente, cuando no logras desconectarte del trabajo, cuando sientes ira por llegar tarde debido al tráfico, cuando eres dependiente del celular y cuando sufres de ansiedad por temor a fallar, estás bajo los efectos del estrés cultural. Para contrarrestarlo, el programa del doctor Murad recomienda volver a ver la vida como un niño pequeño: “A los dos años no sientes la necesidad de ser perfecto, no te juzgas a ti mismo. Eres libre y eso te hace genuinamente feliz. Los adultos, en cambio, ya ni siquiera sonreímos”.
 
El objetivo es reprogramar las mentes de los pacientes para así fortalecerlos y prepararlos para afrontar el estrés. Se les propone, sin ningún tipo de presión, transformar su ambiente para así cambiar su manera de pensar. Se trabaja para que sean conscientes de que son responsables de la energía que le brindan al mundo: “No te das cuenta del efecto que tienes en tu entorno cuando estás feliz”, asegura el especialista. Con esto en mente, Murad creó una colección de citas inspiradoras para reprogramar procesos cerebrales. Los pacientes deben leerlas dos veces al día, todos los días. También tienen que escribir un diario a manera de autodescubrimiento. Se les estimula para que dejen de buscar la perfección: “Cuando nos esforzamos por ser perfectos, tendemos a fracasar. Y este fracaso nos lleva al pesimismo, porque nos hace pensar que no somos lo suficientemente buenos para ser exitosos. Trabaja por la excelencia, no por la perfección. Y haz las cosas que hacías cuando eras joven, de la forma en la que las hacías en aquel entonces, con el mismo espíritu. Las personas son naturalmente apasionadas pero pierden esa cualidad con el tiempo”, asegura Murad.
 
 
Las tres fuentes de la juventud
 
1. Cómo te haces cargo de tus emociones:
 
- Abandona el anhelo de ser perfecto. Puede ser tan dañino como el cigarrillo o la obesidad. 
- Mantén una conexión real con tus amigos. 
- Crea el hábito de consentirte por lo menos una vez al mes.  
- Sal y disfruta de los efectos tranquilizadores de la naturaleza. 
- Escoge solo un hábito que te incomode de ti mismo y trabaja para cambiarlo. 
 
2. Cómo alimentas tu cuerpo:
- Consume “bombas de agua” que contribuyan a los niveles de hidratación de tu cuerpo: el pepino está compuesto en un 98% por agua y, por lo tanto, el peso que ingieras es prácticamente equivalente a la cantidad de agua que te estará hidratando. 
 
3. Cómo aprovechas el poder del movimiento:
- El ejercicio no solo te favorece para controlar tu peso y fortalecer tu sistema cardiovascular, también ayuda a manejar los niveles de estrés. 
- No hay un deporte que encaje bien para todo el mundo, descubre cuál es el tuyo.

Autores

Cromos/ El Espectador