El festival, que se realiza desde el año 1997, incluye muestras de películas realizadas por países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Uruguay y España.
Desde el 11 al 20 de julio se realiza en Nueva York una nueva versión del festival de cine latin beat, que este año coincide con la consaghración de la primera generación del "boom" del cine latinoamericano al obtener Alfonso Cuarón el Óscar como mejor Director durante el mes de marzo.
Y es que una nueva hornada de cineastas latinos independientes toma el relevo en este festival de Nueva York.
"Casa grande", del brasileño Fellipe Barbosa, inaugura el certamen en el que forman parte quince películas que dan una idea del cada vez más rico paisaje regional, algo descuidado por los distribuidores estadounidenses pasada la gran explosión del año 2000.
"Este festival empezó en 1997, antes del boom que inciara Amores Perros, de Alejandro González-Iñárritu; Y tu mamá también, del mismo Cuarón; y La Ciénaga, de Lucrecia Martel. Parecía que se inauguraba una época en la que los distribuidores iban a tomar más riesgos, pero luego llegó la crisis y los distribuidores se pusieron muy conservadores", explica la programadora del Latin Beat, Marcela Goglio.
El festival ofrece una ventana privilegiada a las nuevas tendencias de cinematografías que crean géneros diversos, como el "narcothriller" en Colombia, o la crónica social burguesa por la que apuesta "Casa grande".
En todo caso, aún hay mucho debate sobre si existe la marca Cine Latinoamericano o no. Gogli considera en parte que sí, principalmente ese que busca romper los estereotipos. "Es una de las primeras misiones del festival, ya que somos más que Caribe, arroz con frijoles y salsa", dijo.
La programadora opta por "Casa grande" como cinta inaugural por "lograr ese balance entre las dos corrientes, entre el cine independiente que se está haciendo con poco dinero con un lenguaje propio pero con valores de producción más altos y una narrativa clásica", según Goglio.
Barbosa ha crecido, efectivamente, entre referentes como Louis Malle o Truffaut, pero también se remite a "Cama adentro", de Jorge Gaggero, o "La Nana", de Sebastián Silva.
Formado en la universidad de Columbia de Nueva York, basó este filme en la experiencia de su familia burguesa, que entró en bancarrota en 2001, para encerrar en esa "Casa grande" las "contradicciones internas de la casa y las contradicciones externas de la ciudad".
Según la programadora, el festival aúna dos tendencias: "por una parte, cineastas jóvenes, muy jóvenes, casi de vanguardia con propuestas muy arriesgadas, como Las Búsquedas, del mexicano José Luis Valle, rodada con US$1.500 dólares o el trabajo O Homem Das Multidoes, una revisión del universo de Edgar Allan Poe realizada por Marcelo Gomes y Cao Guimarães, cuya narrativa casi ausente raya en una instalación artística".
Por otra parte, Goglio considera que es importante también hacerse eco de las películas más comerciales. Es el caso de Venezuela, con "Azul y no tan rosa", una cinta de temática gay protagonizada por el famoso actor de telenovelas Miguel Ferrari. O, desde México, "Paraíso", una comedia romántica de Mariana Chenillo.
Por una línea más propia destacan directores de reputación en los circuitos festivaleros, como el argentino Rodrigo Moreno, que presenta "Reimon", y también se verán filmes sorprendentes como "Somos Mari Pepa", del mexicano Samuel Kishi Leopo, y la chilena "El verano de los peces voladores", de Marcela Said.
"El lugar del hijo", del uruguayo Manuel Nieto; "Ciencias naturales", del argentino Matías Lucchesi; las colombianas "Mateo", de María Gamboa, y "Tierra en la lengua", de Rubén Mendoza; la coproducción ecuatoriano-argentina "Feridado", de Diego Araujo, y "Raíz", del chileno Matías Roja Valencia, completan la programación de este festival.