El Gerente Médico de Janssen para el área de inmunología en Latinoamérica asegura que los tratamientos biológicos deben ir acompañados de un médico que contenga bien al paciente.
Las enfermedades autoinmunes representan un gran problema para los pacientes que las padecen, pero también grandes desafíos para los profesionales que deben tratarlas. Son controlables, pero crónicas e impactan la calidad de vida de quienes las padecen de muchas formas. De acuerdo al doctor Leandro Aldunate, Gerente Médico de Janssen para el área de inmunología en Latinoamérica, el médico aquí tiene un rol que debe ayudar no solo en lo físico, sino en lo emocional y en la actualización con las nuevas terapias.
Pero cada enfermedad, y cada especialidad médica, tiene sus propios problemas a enfrentar. Aldunate, centrándose en las enfermedades que trabaja Janssen, asegura que en el caso de la psoriasis, a pesar de existir nuevos medicamentos inmunológicos, no siempre llegan a los pacientes y el médico puede ayudar a solucionar esto: “Hay una parte que tiene que ver con la política de salud, pero imagino al médico en un rol más de gestor de mejoras en cuanto a la cobertura en salud. Yo creo que el rol del médico es gestionar políticas de salud para que un paciente que está sufriendo -y un médico conoce el padecer del paciente- vea su problema abordado y resuelto”.
Agrega que el profesional de la salud debe proveer al paciente la terapia que mejor resuelva su condición y situación: “Veo a muchos pacientes que están en una situación activa de su padecer, pero no están siendo bien medicados y creo que hay un espacio de mejora con todo eso”.
En el caso de la enfermedad inflamatoria intestinal, Aldunate apunta a que es necesario mejorar el diagnóstico, por las alta cifras de personas que no tienen identificada la enfermedad.
Sobre la artritis reumatoidea, que afecta a nivel de articulaciones, Aldunate es más optimista: “Creo que en general, los reumatólogos me parece que tienen bien abordado sl paciente, y realmente han aplicado y han hecho, junto con los tratamientos, un cambio drástico en la historia de los pacientes. Parece que ese es un ejemplo de cómo las sociedades médicas, junto con las asociaciones de pacientes han logrado avanzar en el tratamiento de estos enfermos”.
-¿Qué tan incorporados dentro de sus herramientas están los medicamentos biológicos para los médicos en Latinoamérica?
-A mi me parece que depende de la especialidad. Para los reumatólogos, diría que los manejan como un medicamento más porque tienen mucha experiencia y han logrado incorporar de una manera muy eficiente la herramienta (fármacos biológicos). En dermatología me parece a mi que la especialidad, y esta es mi opinión, pasa por una especie de crisis porque se está transformando en un tema cosmético. Están dejando de lado enfermedades que históricamente han sido del dermatólogo, como el cáncer de piel, la psoriasis misma, por una cuestión más cosmética. Están perdiendo el manejo de enfermedades muy importantes. El medicamento biológico y el manejo de la psoriasis como tal, es de un grupo reducido de dermatólogos.
Y el gastroenterólogo me parece que en general tiene un perfil muy científico, realmente es un perfil de mucho estudio y muy clínico. Me parece que tiene que ver más con la enfermedad, con el diagnóstico y el subdiagnóstico y tener algo más presente, yo creo que es lo que hemos visto. Una vez que eso pasa a un plano más primario, suelen adaptar terapias nuevas con facilidad.
-¿La formación médica, a nivel regional, está al día?
-Sí, yo creo que la formación médica es buena. No tenemos nada que envidiar a otras regiones. Probablemente, en cuestiones bien específicas haga falta un entrenamiento, porque básicamente, terapias complejas exponen al médico a tener que manejar eventualmente situaciones que no están acostumbrados a manejar. Y eso evidentemente lo da la práctica y el entrenamiento, pero eso ocurre acá y en todos lados. No es solamente una situación de nuestra región de Latinoamérica. Creo que en general hay un espacio de mejora en esta situación. En la cuestión de entrenarse, de adquirir nuevas habilidades y eventualmente tener y saber cuándo derivar un paciente, cuándo no quedarse, o seguir ofreciéndole instancias de mejora al paciente.
-¿Qué te parece el uso de nuevas tecnologías en este sentido, como telemedicina y aplicaciones móviles?
-Yo creo que ahí hay un espacio de mejora enorme. Me parece que el quehacer médico tiene un formato muy tradicional. Por supuesto que internet revolucionó el acceso a la información y demás, pero en la práctica y la consulta, más allá de la ficha electrónica, yo creo que ahí hay un espacio de mejora enorme. Esta situación en que el paciente tiene que ir a una consulta es clave, pero en el seguimiento hay cosas que se podrían hacer eventualmente de un modo más remoto digamos. Me parece que es algo que aún falta evolucionar un montón.
Aldunate remarca que existe espacio para mejorar en el cuidado de las enfermedades autoinmunes y que el cambio de las políticas públicas en la región es necesario.
-¿Qué opinas de los modelos de atención que buscan acelerar la atención de pacientes y el uso de registros electrónicos que algunos médicos dicen, reduce su tiempo de interacción?
-Me parece que en algún punto esto varía país a país. Pero me parece que mas o menos hay un punto en común y sí, a mi me parece que básicamente son enfermedades que tienen un componente físico, pero un componente emocional muy grande también. Entonces ahí el médico cumple un rol, a mi modo de ver, estabilizador, no solamente de la cuestión orgánica, sino también de la cuestión emocional. O sea, lograr contener un paciente, explicarle un poco más cómo es su enfermedad, cómo puede ser, dedicarle tiempo. De algún modo, lo que uno tiene, lo tiene, pero entenderlo ayuda mucho a contener situaciones. Y eso requiere tiempo.
Aunque la crítica de las consultas cortas suelen ser una queja de los pacientes contra el médico, Aldunate asegura que se trata más del sistema que del profesional mismo: “Lo que yo noto del sistema de salud es que se ha perdido el valor de la consulta clínica”.
Agrega que la consulta tiene un rol fundamental en la contención y el manejo de un paciente con una enfermedad: “Digo esto como médico, pero también como familiar de paciente. Yo he vivido situaciones del lado familiar y es importantísimo que tengas a alguien que te contenga y te guíe en todo esto”. Asegura que ese es el rol del médico, sobre todo en las enfermedades crónicas autoinmunes. Porque el paciente no terminará con el recuerdo de un mal tiempo, sino que vivirá por siempre con esto.
