El cardenal Angelo Bagnasco dijo en una entrevista en un periódico que la pedofilia era un "delito monstruoso" e incluso más grave cuando lo cometían los miembros de la Iglesia.
Roma. El poderoso líder de los obispos italianos, enrespuesta a una presión cada vez mayor sobre el Vaticano, dijo eldomingo que aquellos en la Iglesia que gestionaron mal, minimizaron oencubrieron abusos sexuales a niños deberían ser expulsados.
Elcardenal Angelo Bagnasco dijo en una entrevista en un periódico que lapedofilia era un "delito monstruoso" e incluso más grave cuando locometían los miembros de la Iglesia.
"Hacia cada una de laspersonas violadas y sus familias, siento vergüenza y remordimientos,sobre todo en los casos en que no fueron escuchados por aquellos quedeberían haber intervenido sin demora", dijo al diario Il Sole 24 Ore.
"Loscasos probados de mala administración, subestimación de los hechos, sino rotundo encubrimiento, tendrán que ser perseguidos rigurosamentedentro y fuera de la Iglesia y, como ha ocurrido ya en algunos casos,tendrán que resultar en la destitución y la expulsión de las personasimplicadas", afirmó.
Las palabras de Bagnasco parecíanseñalar un cambio de táctica mientras el Vaticano, que hasta ahora haevitado hablar de encubrimientos, está bajo una presión cada vez mayorpor parte de las víctimas de abusos para destapar y actuar con firmezaa fin de exponer a los curas pederastas.
El Vaticano haestado luchando con las denuncias de que gestionó mal y encubrió en elpasado casos de abusos a niños por parte de sacerdotes en EstadosUnidos y varios países europeos porque le preocupaba más la imagen dela Iglesia que las víctimas.
Atención sobre el Papa. Lasúltimas acusaciones se han centrado en el papel del Papa Benedicto XVIcuando era arzobispo en su Alemania natal y responsable de la doctrinavaticana antes de su elección en 2005.
Unos documentosentregados el viernes a los medios de comunicación por los abogados querepresentan a las víctimas de abusos en Estados Unidos alegan que seresistió a las peticiones para expulsar del sacerdocio a un religiosoque había abusado sexualmente de niños.
Un abogado delVaticano negó el sábado que el entonces cardenal Joseph Ratzingerhubiera intentado impedir la expulsión del sacerdote y acusó a losmedios de comunicación de hacer juicios precipitados.
Bagnascodefendió al Papa de lo que llamó acusaciones "gratuitas y difamatorias"y dijo que él siempre había actuado por la Iglesia "para examinarse ypurificarse a sí mismo de aquellos individuos que han dañadodolorosamente su imagen y credibilidad".
"Pero su vigorosaoperación de limpieza -que obviamente incluye una cooperación leal ycorrecta con las autoridades civiles- no puede aliviar el sufrimientoy la desilusión de la víctimas", agregó.