Por Ximena Auil, directora general de 3M para Cono Sur.
Países como Nueva Zelanda, Islandia, Noruega, Finlandia o Alemania han enfrentado la emergencia sanitaria de COVID-19 de una manera sobresaliente, que les ha generado el reconocimiento de la comunidad internacional. Esto en gran medida ha sido posible gracias las políticas y planes de acción implementadas, y al liderazgo mostrado por sus gobernantes - en su totalidad mujeres- quienes han sabido actuar de manera asertiva para enfrentar y mitigar esta crisis humanitaria.
Estas mujeres líderes han sabido navegar por un mar lleno de obstáculos y nuevos retos, y han encontrado soluciones en medio de la tempestad. Esto no se trata de hacer comparaciones sin sentido, sino de reafirmar y reconocer el valor, la estrategia e inteligencia de todas aquellas mujeres que se desempeñan hoy en posiciones relevantes tanto en la administración pública, como en el sector privado.
Entre los aprendizajes que nos ha dejado esta difícil situación, considero que la comunicación ha sido uno de los principales elementos. Como líder regional de una empresa multinacional que cuenta con miles de colaboradores y un sólido compromiso con dar respuesta a la pandemia, siempre he apostado por ser transparente en la comunicación tanto con las audiencias externas como internas, ya que en tiempos donde el desánimo prevalece, lo más importante debe ser la unidad, cercanía, honestidad y empatía.
Esto lo hemos visto reflejado en algunas de las declaraciones que han realizado las líderes de los países anteriormente mencionados. Tenemos el caso de la cancillera alemana Angela Merkel, quien dio un mensaje a la nación -por primera vez y en 14 años desde su mandato- para explicar de forma cercana y empática la situación que enfrenta su nación ante el brote de COVID-19. Sin duda, esta intervención fue extraordinaria e histórica y demostró la fuerza que puede llegar a tener una comunicación asertiva con sus audiencias.
Por otra parte, también tenemos aquellos discursos que han minimizado los impactos de esta emergencia sanitaria, con el consiguiente impacto en la vida de miles de personas en todo el mundo. Por tal motivo, se debe de ser responsable y cuidadoso al momento de expresar cualquier mensaje, ya que esto puede traer repercusiones a futuro.
En la misma línea, otra reflexión es la de brindar la seriedad necesaria a aquellos acontecimientos como son las crisis, y procurar siempre estar preparados para cualquier situación o eventualidad.
Un buen líder debe saber actuar con precaución y cautela, y adelantarse a tomar mediadas si es preciso. Esto lo pudimos observar en distintas empresas, incluyendo 3M, que optaron por implementar modelos de flexibilidad laboral como el Home office ante el inicio del brote de COVID-19. De igual forma, también tenemos otros ejemplos como el de la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, quien ordenó medidas estrictas de confinamiento y bloqueo para evitar la propagación de este virus dentro de su territorio.
Estos ejemplos de liderazgo exitoso femenino deberán trascender e inspirar a futuras generaciones, ya que vivimos en un mundo donde apenas el 7% de los líderes mundiales son del sexo femenino, y sólo 24 mujeres componen el listado Fortune 500, donde se presentan a los CEO de las mejores empresas a nivel mundial.
En Chile, el promedio de participación de mujeres en Directorios Empresas IPSA es de solo el 6,2% y aumenta levemente a un 8% cuando se trata de participación femenina entre ejecutivos/as principales. En toda Europa, un 25% de las posiciones de directorios son ocupadas por mujeres, mientras que en Estados Unidos es de un 20%. (Ranking Mujeres en la Alta Dirección, Comunidad Mujer y Virtus Partners).
Mi compromiso es seguir fomentando el desarrollo de carrera de las mujeres, impulsando la diversidad – no solo de genero – y apoyando a las mujeres a tomar cargos de liderazgo, especialmente al interior de 3M donde las últimas tres gerentes generales, hemos sido todas mujeres. Invito a todas y todos a seguir apoyando el liderazgo femenino, ya que es justamente esta diversidad la que ayuda a crear ambientes más colaborativos e inclusivos.