Un equipo técnico de la Fuerza Aérea brasileña ya está en el terreno evaluando las distancias y los aeropuertos que servirán para la operación de los helicópteros.

Bogotá. Una comisión de técnicos brasileños se encuentra en Colombia para preparar la logística del operativo que permita recibir a dos rehenes que la guerrilla de las Farc anunció que liberará y en la que Brasil ofrecerá los helicópteros.

El secretario de la Conferencia Episcopal, Juan Vicente Córdoba, señaló que miembros de la Fuerza Aérea de Brasil llegaron a territorio colombiano para adelantar las tareas logísticas para la liberación de dos militares secuestrados por los rebeldes.

"Está en Colombia la avanzada técnica, que es la que sabe. Hay miembros de la Fuerza Aérea que fueron enviados por el gobierno de Brasil para hacer sus análisis”, dijo el prelado.

Córdoba agregó que la misión está en el terreno evaluando las distancias y los aeropuertos que servirán para la operación de los helicópteros. “Nunca me imaginé que había tanto detalle”, agregó.

Asimismo, indicó que no se pueden dar fechas precisas, pero estimó que en un máximo de unas tres semanas se puede dar la entrega de los rehenes.

El alto jerarca de la Iglesia católica indicó además que el proceso es lento pero confía en que las partes lograrán acuerdos en las próximas semanas para comenzar con el operativo de regreso de los dos rehenes a sus hogares.

El delegado en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) , Christopher Beney, dijo la semana pasada que el proceso de liberación de dos secuestrados por las Farc no tiene marcha atrás, aunque indicó que el protocolo de seguridad debe ajustarse para que sea “perfecto”.

 Las Farc anunciaron en abril del año pasado que entregarán a los militares Pablo Emilio Moncayo y Josué Daniel Calvo junto a los restos del policía Julián Guevara.

Moncayo es el rehén más antiguo en poder de las FARC, desde diciembre de 1997, y el soldado Calvo fue secuestrado en abril de 2008, mientras que Guevara murió en cautiverio en enero de 2006, ocho años después de que fuera retenido por la principal guerrilla colombiana.