Contrario a lo que algunos empleadores siguen pensando, las personas con capacidades diferentes son empleados que no se accidentan, son tan o más productivos que sus pares, son tremendamente responsables y mejoran todo clima laboral.
Víctor Dagnino, presidente de la Comisión de Discapacidad de la Sociedad de Fomento Fabril, esperó jubilarse como ingeniero químico a cargo de un gran laboratorio para dedicarse tiempo completo a un tema que consideraba urgente desde hace 40 años: explicar sobre la labor de su departamento en la Sofofa.
Suspicaz sobre medidas presurosas para emplear a personas con discapacidad, comparte la exitosa fórmula con que la comisión que preside lleva adelante en acción conjunta entre el gremio, las empresas y sus trabajadores para dar la bienvenida a nuevos talentos que hasta ahora no han contado con tantas oportunidades.
"Otra dicotomía que hay que enfrentar cuando se piensa en integrar personas con discapacidad a una empresa es aquella en la que se las trata demasiado mal o demasiado bien. La sociedad no entiende que se deben quitar las barreras no sólo físicas para que estas personas demuestren lo que valen, pero como personas y no como 'personas discapacitadas'. No basta con construir un ascensor o una rampa de acceso", sintetiza sobre el terreno sobre el que debe empezar a construirse dicha integración.
El ejecutivo dice que los reportes de las personas que se han instalado a lo largo de la Red de Empresas Inclusivas indican que, contrario a lo que algunos empleadores siguen pensando, son empleados que no se accidentan, son tan o más productivos que sus pares, son tremendamente responsables y mejoran todo clima laboral.
"Sucede algo que es contrario a todo prejuicio y que nos llevó a elaborar una caja de herramientas que tratamos de compartir con toda empresa que quiera integrar a personas en situación de discapacidad". Dicho manual está disponible en la página web de la comisión.
Se trata de un proceso en 5 pasos en el que el primero consiste en una reflexión de la empresa y sus equipos en torno a la pregunta: ¿Por qué quiero ser inclusivo?. "No basta querer hacerlo porque se le ocurrió a un gerente o un sindicato. Desgraciadamente, es lo que suele ocurrir y esa falta de definición de criterios genera contratiempos más adelante", dice Dagnino. El manual recomienda socializar el tema entre los dueños de la empresa, la alta gerencia, encargados de RRHH, gerentes técnicos, sindicatos y empleados para hacer un plan concreto.
Luego se estudia qué puestos de trabajo pueden cumplir personas con discapacidad dentro de la empresa. Para ello se realizan perfiles de cada labor y de las personas que las ejercen y sus requisitos. "En tercer lugar, se realizan capacitaciones dentro del personal de la empresa para que no suceda lo típico: las personas sean demasiado amables con los nuevos colaboradores y las traten con condescendencia que es una forma de discriminación positiva. Es necesario que se les dé a los nuevos talentos la oportunidad de demostrar sus capacidades, de recibir una remuneración digna y darle un sentido a su vida como cualquier persona", remarca el experto.
Recién en ese punto del proceso se pasa a la etapa de contratación de personas en situación de discapacidad como a cualquier otra persona, es decir a través de entrevistas personales, test psicológicos para ver si realmente saben hacer su trabajo y todo eso. Después de entrar a trabajar se realiza un seguimiento del proceso para ver en la práctica al nuevo compañero", dice sobre esta cadena de acciones que evitan problemas de rotación o frustración en todo el equipo.
Nuevos colaboradores para una sociedad nueva
Pequeños y medianos empresarios tienen especiales resquemores a la hora de incluir a personas con discapacidad, debido al riesgo de inversión y productividad que representa una experiencia como esta. Un ejemplo de integración, logrado en conjunto con la ONGAVANZA, es el trabajo desplegado en Establecimientos Lucía que, con más de 30 años de historia, se lanzó a esta nueva apuesta que es potenciar los activos de su capital humano. Su dueña, Pilar Muñoz apostó por la inclusión al integrar a sus filas a una persona con discapacidad auditiva.
Profesionales de la institución especializada en inclusión a través de la implementación del empleo con apoyo y preparadores laborales, construyeron el perfil laboral de la postulante, analizaron diversos puestos de trabajo posibles, hicieron el anclaje entre el perfil y el puesto, y luego propusieron al colaborador más idóneo para la empresa, acompañándolos y entregando apoyos directos en el puesto de trabajo.
"Definitivamente hay que probar. En mi caso a lo mejor alguien con otras características no me serviría para el puesto, pero el resultado es óptimo. Hay un período de prueba y adaptación, eso uno tiene que dárselo también con una persona sin discapacidad. Creo que en este caso, Romina se esforzó mucho por demostrar que podía hacerlo bien", explica Muñoz sobre Romina Filippi, su nueva contratación que rinde hoy al 100%.
"Creo que estos chicos necesitan llegar a un punto de decir "me la pude, soy feliz, me desempeño laboralmente, me muevo con mi plata", eso lo encuentro súper enriquecedor para cualquiera. Que su familia y yo estemos felices, porque vemos que avanza, también", señala.
* Vea además en LaNación.cl: "Presentan la primera red habilitada para 5G en el mundo".
Imágenes | Pixabay