Aunque trabajar desde casa parece una situación ideal, fácilmente puede salirse de tus manos si no tienes disciplina y no te creas reglas.
Por Gabriela González para Think Big. Trabajar desde casa parece tener muchas ventajas: no es necesario salir de casa, se puede administrar el tiempo para hacer otras actividades, y se puede trabajar basándose en objetivos y no en horas cumplidas. Para aquellos que están empleados por empresas y tienen la oportunidad de trabajar a distancia, también tiene más ventajas aún, permitiendo que la empresa ahorre dinero en espacio de oficina, lo que a su vez es mejor para el ambiente.
A pesar de ser tan ventajoso, solo tres de cada diez empresas españolas usan el método de teletrabajo, y la Generación Z (personas nacidas entre la década de los 90 y la década de 2010) también prefieren trabajar de una oficina, a pesar de ser la generación más joven y que creció en un mundo donde había Internet y un avance tecnológico rápido.
Esto se debe a que las mismas ventajas de trabajar desde casa pueden ser un arma de doble filo que pueden causar un bajón de productividad difícil de manejar si no se tiene autodisciplina. Si a pesar de esto todavía quieres intentar o continuar trabajando desde casa, y estás teniendo problemas con tu nivel de productividad, hay algunas técnicas bastante efectivas que te pueden ayudar.
Vístete
Por supuesto que lo primero que te pasa por la mente cuando trabajas desde casa es que podrás estar todo el día con la pijama puesta. Esto suena muy bien porque no hay que vestirse ni nada por el estilo, lo que además te dará más tiempo para despertar un poco más tarde. Sin embargo, esto es un problema, porque aunque parezca tonto, la ropa de dormir la vas a asociar con estar descansando, viendo una película y haciendo nada en casa. Por esto es importante que al menos te pongas un pantalón que usarías para salir. Cuando finalices tu jornada, puedes usar nuevamente la pijama.
Toma descansos cortos
Si has visitado una oficina te habrás dado cuenta que hay un área para descansar donde se puede tomar un café y comer un refrigerio. Este tipo de actividades también deben hacerse si trabajas desde casa, es sumamente importante que incorpores descansos de pocos minutos para aumentar tu productividad. Si te animas, también puedes hacer un poco de ejercicio, caminar, estirar las piernas o hacer sentadillas.
Crea un área de trabajo sin molestias
Si trabajas desde casa es posible que vivas con tu familia, mascotas y demás. Es importante que crees un sitio donde puedas concentrarte y donde nadie te moleste mientras estás trabajando, justo como pasaría si fueses a una oficina. Así que si puedes, crea un área cerrada donde puedas trabajar sin molestias, y en caso de que no tengas una habitación disponible, al menos crea reglas en tu casa para que las personas que viven contigo sepan respetar ese tiempo. Además de esto, aprovecha para eliminar otras distracciones que encuentres dentro del ordenador y en otros dispositivos electrónicos para evitar procrastinar.
Crea una rutina que tenga límites
Aunque trabajar desde casa te da más flexibilidad para hacer otras actividades, es importante que sigas cierta rutina de trabajo como si tuvieses que cumplir un horario en una oficina presencial. Esto quiere decir que deberías despertar todos los días a la misma hora, desayunar, vestirte, y planificar cada hora del día y cada día de la semana dependiendo de que tan productivo eres en cada momento. También debes establecer límites para que sepas cuándo es hora de dejar de trabajar, tanto al final de la tarde como los fines de semana.
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