Una persona tiene en promedio 20 lunares distribuidos en cuerpo y rostro. Eso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Anualmente se presentan 37.000 nuevos casos de cáncer en Colombia, de estos, 6.500 son de piel. De acuerdo con las últimas investigaciones hay que estar atentos y monitorear la aparición de nuevos lunares y examinar cualquier cambio.
Bajo el sol siempre hay que tomar precauciones. Con la llegada de las vacaciones aumenta el tiempo de exposición solar y muchas veces por desinformación, descuido o una incorrecta protección caemos en errores que, a largo plazo, pueden convertirse en un problema.
Dicen los dermatólogos que la exposición al sol y a los rayos UV incrementa el riesgo de que los lunares y manchas puedan convertirse en una lesión cutánea que de paso al cáncer de piel.
Por eso insisten en la adecuada exposición al sol, pues exagerar es el principal causante de la enfermedad, que se ubica entre el 50% y 60% de los diagnósticos realizados alrededor del mundo. Cada año se diagnostican 200.000 nuevos casos de melanoma en el mundo, de los cuales, el 90% son curables si se detectan a tiempo.
Cada año, el sol incrementa sus efectos dañinos sobre nuestra piel. La capa de ozono cada vez más debilitada, hace que estemos expuestos a permanentes radiaciones solares muy nocivas. Exponerse en exceso al sol aumenta el proceso de envejecimiento, hace aparecer más manchas, más arrugas, resequedad y lesiones irreversibles.
Expertos de La Roche-Posay piensan que hace falta hacer énfasis en la prevención. Por eso proponen días de prevención junto a dermatólogos en diferentes lugares del mundo. La idea es educar sobre el riesgo de cáncer de piel y su prevención.
“De esta manera, se incrementa la concientización de los riesgos de sobre exponerse a los rayos UVA Y UVB, además de explicar los buenos hábitos para mantener la seguridad frente al sol. En total casi 30 países están involucrados en la promoción e importancia de prevenir en la lucha contra el cáncer de piel”.
¿Cómo revisar los lunares?
Dicen los expertos que, en promedio, una persona tiene alrededor de 20 lunares en rostro y cuerpo, mientras más lunares se tenga, más posibilidades de desarrollar cáncer de piel. Por eso es clave monitorearlos a través del método ABCDE.
A, de asimetría, un lunar que no tiene su forma definida.
B, de bordes irregulares.
C, de colores diferentes: marrón, rojo, blanco, etc.
D, de diámetro, cuando es más grande de 6mm.
E de evolución, si el lunar cambia de tamaño, grosor o color.
Nada reemplaza la consulta a un dermatólogo, pero cada uno puede hacer prevención. Si el diagnóstico es temprano, "las oportunidades de tratar el problema con éxito se multiplican”, insisten los dermatólogos.
* Fotografía principal El Espectador