Lo que necesitas saber sobre los partos en el agua
Lunes, Mayo 8, 2017 - 08:41
Convertirse en madre es considerado uno de los momentos más especiales y determinantes en la vida de una mujer.
En las últimas décadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha dedicado a promover los partos humanizados. Este tipo de prácticas, insta a que los médicos dejen de tener todo el control durante el proceso, para que en su lugar, sean las mujeres quienes decidan sobre su cuerpo y la forma en que desean dar a luz.
Entre las técnicas a las que se recurren en este tipo de partos, destaca el uso del agua.
La diferencia entre un parto natural ordinario y uno en agua radica en la comodidad para las embarazadas. La inmersión en agua provoca un estado de ingravidez que permite a las mujeres sentirse menos pesadas y con mayor facilidad al moverse, no solamente con libertad, sino actuar en forma instintiva. Las siguientes son algunas de sus ventajas:
- Se reduce la duración del trabajo de parto en primerizas
- Se requiere menor uso de analgésicos
- El agua funciona como anestésico natural
- Permite mayor comodidad a la mujer y el bebé
- La madre puede moverse con más libertad
- Disminuye el riesgo de desgarro anal
- El llanto del recién nacido dura menos tiempo
- Ayuda a evitar la depresión postparto
- Favorece el inicio de lactancia
- Reduce el estrés postraumático en la madre y en el bebé
- Ayuda en el establecimiento del vínculo materno
- Se puede contar con asistencia de una Doula, una persona especializada para birndar apoyo emocional durante y después del parto.
Si bien esta práctica puede considerarse innovadora y una tendencia actual, de acuerdo con Janet Balaskas, mundialmente conocida como educadora dentro del campo de obstetricia; los partos en el agua se realizaban en Egipto, hace más de 8 mil años.
La también fundadora del Active Birth Movement, explica que está práctica dejó de ser utilizada, ante el surgimiento de la medicina moderna, donde los médicos tomaron completo control al momento del parto.
En la segunda mitad del siglo XX, médicos especializados en Rusia y Francia, como Igor Tjarkovsky y Frederick Leboyer, mostraron cierta preocupación, ante la forma "traumática" en que se realizaban los partos; y comenzaron a experimentar con el uso del agua, para reducir el dolor de las mujeres y mejorar las condiciones en que los bebés nacían.
Con base en estos estudios, el obstetra francés Michel Odent se ha dedicado ha promover esta práctica tanto en Francia, como en el resto del mundo.
Por ejemplo, en Reino Unido, la adopción de este tipo de partos ha aumentado considerablemente. De acuerdo con un reporte del National Perinatal Epidemiology Unit (NPEU por sus siglas en inglés), en 2014, el 30% de las mujeres que tuvieron un parto natural en Inglaterra, recurrieron a esta práctica en agua. Cuando en 2007, solo el 3% optaba por este tipo de partos.
Ante la tendencia de los partos humanizados, las mujeres mexicanas han comenzado a adoptar en mayor medida este tipo de práctica, explica Lorena Siqueiros, doula especializada e instructora de Yoga para embarazadas.
Actualmente en la Ciudad de México son cuatro los hospitales que ofrecen realizar el parto en agua.
De acuerdo con un análisis comparativo, realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el costo del parto en agua en estos hospitales, oscila entre el equivalente a US$ 630 y US$ 1.300.
Sin embargo, es necesario considerar que este tipo de partos pueden ser elegidos por mujeres con embarazos de bajo riesgo y, con la guía y asesoría del médico en todo momento, para determinar el mejor plan.