El presidente hondureño afirmó que con esa decisión "a quien castigan es al pueblo hondureño". En tanto, EE.UU. consideró que el país ha sentado las bases para retornar a la OEA.
Tegucigalpa. El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, lamentó que su país no fuera invitado a la cumbre del Grupo de Río que se realiza en México.
Afirmó que con esa decisión, el verdadero marginado es el pueblo de su país. “El excluido es el pueblo hondureño, después del ejercicio democrático” de las elecciones del 29 de noviembre, dijo, según publicó La Jornada.
Lobo agregó que al no invitarlo “a quien castigan es al pueblo hondureño, que es el que más necesita que estemos en el concierto de naciones y que todos los programas de colaboración internacional fluyan'”.
Respecto a las declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien llamó a los países de la región a no reconocer su gobierno, Lobo simplemente dijo que no estaba interesado en responder esas palabras, indicó Milenio.
“Por lo pronto, habrá que dejar al señor Chávez con su tema y nosotros dedicarnos a trabajar y hacer lo nuestro, expresó.
Apoyo de EE.UU. En tanto, el subsecretario de Estados Unidos para Asuntos Hemisféricos Occidentales, Arturo Valenzuela, consideró que Lobo ha cumplido con los requisitos que su país considera necesarios para el término de la crisis: un gobierno de unidad y una comisión de la verdad
Valenzuela destacó que la comisión, que investigará las causas de la crisis política que derivó en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, permitirá obtener "recomendaciones que ayudarán a fortalecer las instituciones en un país altamente polarizado”.
En declaraciones que reproduce La Prensa de Honduras, el funcionario diplomático enfatizó que las elecciones presidenciales ganadas por Lobo “no fueron usadas por el régimen transitorio (de Roberto Micheletti) para maquillar el golpe de estado”.