Investigadores han ideado un procedimiento que consiste en depositar sobre la superficie de prótesis metálicas una capa de menos de una micra con moléculas que se encuentran de forma natural en el organismo. El método disminuye el rechazo que genera nuestro cuerpo hacia los implantes. La técnica permitirá además aumentar la duación de las prótesis, según los autores.
En un artículo publicado en la revista Scientific Reports, investigadores del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid (CTB-UPM) han desarrollado una nueva tecnología que permite modificar la superficie de los biomateriales metálicos para mejorar su interacción con el medio biológico.
El procedimiento, denominado silanización por vapor activado (o AVS, por sus iniciales en inglés) permite depositar sobre la superficie de biomateriales metálicos una capa de menos de una micra de espesor a la que han comprobado que es posible unir moléculas que se encuentran de manera natural dentro de nuestro organismo. Esto, aplicado a materiales utilizados para la fabricación de prótesis, disminuirá la posibilidad de rechazo al implante, lo que aumentará su vida útil.
En particular, han observado que al inmovilizar moléculas de colágeno sobre una superficie de aleación de titanio consiguen no solo aumentar el número de las células que crecen sobre el material, sino también que dichas células presenten un tamaño sensiblemente mayor.
Procedimiento adaptable
En opinión de José Pérez, investigador responsable de este trabajo, “la tecnología AVS representa un procedimiento robusto y versátil, que puede ser adaptado de manera sencilla a los procedimientos actualmente empleados para la producción de los biomateriales metálicos”. De esta forma, la aplicación de esta tecnología ofrece la posibilidad de mejorar sensiblemente la calidad de vida de los pacientes a los que haya que implantar una prótesis en el futuro.
Los biomateriales metálicos son imprescindibles en prótesis que estén sometidas a esfuerzos elevados, tales como las de cadera y de rodilla. Sin embargo, incluso los metales empleados en medicina no generan una reacción óptima en el organismo.
Teniendo en cuenta todo esto, parece clara la conveniencia de conseguir establecer un contacto íntimo y fiable entre el material y el tejido funcional circundante. De esta manera, se disminuiría la posibilidad del rechazo al implante aumentando su vida útil, recalcan los autores.