Lorena Vazquez se atrevió traspasar su pasión al punto de compartirla hoy, con una comunidad de casi un millón de Lolylovers. El camino hacia el éxito, asegura, es conocer y entender al consumidor.
Recuerda que fue un día de verano hace unos nueve años atrás. Estaba con una amiga escuchando la canción “Lucy in the sky with diamonds” del grupo The Beatles. La melodía la transportó a un lugar que no existía, cuenta, y eso era precisamente lo que quería crear y provocar. Este viaje, junto a su apodo “Loly”, fue el detalle perfecto para completar el nombre de su canción favorita y crear: Loly in the sky.
Lorena Vázquez nos cuenta que su pasión por los zapatos ha existido desde que tiene memoria. La hacían muy feliz y sentía la necesidad de compartirlo. Esta mexicana nacida en Monterrey, estudió Diseño de Modas en el Instituto Morangoni de Milán en España y más tarde, se mudó a Barcelona para cursar una maestría en Diseño de Calzado y Accesorios.
Le preguntamos cómo nació la idea. Y es que, como buena fan, tenía tacones divinos y enormes, dice, pero a la hora de caminar, no los podía usar. Su presupuesto universitario no ayudaba, y estando en Europa, comprarse zapatos cómodos era casi imposible.
Su decisión fue tomada. Ahí determinó que eso era precisamente lo que quería hacer: zapatos cómodos que sean accesibles y que tengan diseños especiales. “Decidí regresar y hacer algo que realmente fuera un producto que me hiciera sentir orgullosa. Que fueran mi propio mundo. Y así fue como sin tener nada de nada, empecé a buscar por dónde y quién me los podía hacer”.
El mundo de Lorena
Fue en 2010, cuando Lorena creó su propio universo. La base de su emprendimiento es el amor, sí el amor. Puede sonar cursi, pero fue lo suficientemente potente para darle vida a esta marca que hoy representa a esta mujer de 35 años al 100%. Crear un negocio con amor, dando importancia a los detalles y a sus consumidoras, elaborando un concepto que enamore a primera vista, esa es la fórmula de Loly in the sky.
Pero no todo ha sido color de rosa. Los dos primeros años fueron los más difíciles. A pesar de los obstáculos, Vázquez no se dio por vencida. Primero, abrió un pequeño local en una galería. Luego comenzó la venta online. Poco a poco la marca comenzó a expandirse al punto que hoy, ya son 14 tiendas en Ciudad de México, Monterrey, Querétaro, Mérida, Cancún y en Guatemala.
Creando un diseño en conjunto
Dice que el diseño siempre lo tuvo claro. Tenían que tener el factor sorpresa y para eso, todos los años la marca se renueva. “Conforme voy conocimiento más a mis clientas, voy evolucionando y creando el mundo que me imagino, pero traducido a lo que ellas quieren”.
Agrega: “Para mí Loly es como una pareja. Es súper importante conocer bien a quien va a ser la otra parte de la relación y no dejar de sorprenderlo. Hay que echarle ganas, mantener la chispa y el amor vivo. Es lo mismo con cualquier marca, lo tenemos que ver así”.
Hablando de este tema, le pregunto cuál sería su principal consejo a quienes están emprendiendo. Que no asuman nada, dice, que todo lo prueben. “Tú puedes creer que muchas cosas, pero debes validarlo con tu consumidor. Tú crees que lo que buscas es cierta cosa, pero tal vez te das cuenta que no es eso. Si tuviera que decir una cosa, sería: conoce a tu consumidor y sus necesidades para que el producto realmente responda a eso. No se trata acerca de ti, sino acerca de ellos”.
Entendiendo al consumidor
¿Qué tienen en común? Es que son humanos y sienten emociones. Lorena afirma que se debe hacer un análisis y conocer cada paso, al punto de conocer a la perfección cómo se siente el consumidor. “Hacemos un mapeo desde que conoces a Loly hasta que llega el producto a tus manos”. Y es que es necesario conocer qué siente el consumidor en cada uno de estos procesos y para eso, la creadora de la marca entrega siete puntos clave que no puedes dejar pasar en este mapeo.
- La data no es mágica, puede ser engañosa
- ¿Estoy haciendo las suposiciones correctas?
- Saber qué sienten, cómo y por qué
- Preguntar y no asumir
- Sondeos que no funcionan
- La data puede darnos una imagen distorsionada de nuestros usuarios
- Escuchar activamente para entender y no para contestar
“Cuando diseñas un producto o servicio, es como un iceberg. Lo de abajo refleja el por qué lo hago, cómo lo hago y lo de arriba, es el producto, el resultado. Para que pueda salir a flote y pueda ser exitoso, realmente tiene que tener algo detrás, algo de corazón, algo que marque una diferencia, sino no flota”, asegura.
Esta emprendedora ocupa la data para conocer quiénes son sus lolygirls, pero si realmente quiere conocer más de ellas, se interesa. “Es entender qué las hace felices y así hice la experiencia de mis tiendas”.
Recuerda un viaje a Nueva York, Estados Unidos, junto a su hermano, donde quiso vivir la experiencia de entrar a una tienda y presenciar una atención de lujo. Eso quiso traspasar a sus clientas. “Pensé en un mundo ideal: quiero que entren a mi zapatería y se sientan en un mundo que no existe. Cada una de mis tiendas, son una ciudad diferente. A las mujeres nos encanta el romance, con sus mascotas, con el hecho de viajar y conocer lugares nuevos, con sus zapatos. Eso es lo que queremos dar y así planeamos las experiencias”.
El proceso creativo
Estos son algunos de los tips que Lorena aplica al momento de llevar a cabo su proceso creativo. “Hazte preguntas”, mencionó a quienes asistieron a su conferencia realizada en INCmty 2018.
- Usa tu imaginación, crea futuros que no existen.
- Observa, busca patrones y escucha para entender.
- No menosprecies los pequeños detalles.
- Ten muchas ideas, pero no te enamores de ninguna.
“Hay dos formas de ver las cosas, ¿qué haces?, ¿cómo lo haces?, ¿por qué lo haces? Si solo piensas en vender un producto, no funcionará. Esto versus, quiero entenderlos, quiero mejorar su vida, quiero hacer algo que marque una diferencia. Porque cuando haces algo de corazón, te tomas el tiempo y te interesas, sientes respeto y un amor que se traduce en ventas. Para mí, esa es la clave”, concluye.