El legado de la gran dama de la moda francesa se mantiene con fuerza en este nuevo año, ya un siglo después de que revolucionara por completo la silueta femenina.
Increíble pero cierto, hemos llegado al 2020, hemos cambiado de año, de década y lo que más sorprendente, han pasado la friolera de 100 años, un siglo donde se hablaba de los Felices Años 20, y ya están aquí... Más de moda que nunca y con moda que recuerdan a aquella época dorada que tanto consagró madmoiselle Coco Chanel. Corte de pelo, como el garçonne, perfumes, zapatos y complementos, desde entonces han ido ocupando un lugar destacado dentro del mundo de la moda.
Liberándonos del terrible corsé y creando el traje de pantalón o de chaqueta y falda que tanto lució ella como las mujeres de aquella época y las divas hollywoodienses, su estilo traspasó fronteras y recorrió el mundo.
Convertida en la gran dama de la moda francesa, ella misma fue la principal modelo de su firma: delgada, con poco pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda, Chanel se convirtió en el prototipo y en el símbolo de la mujer moderna, activa y liberada que conoció el lujo, el ocio, fiestas y salidas como las carreras de caballos.
Imitada por millones de mujeres su estilo está en cada colección de la moda del siglo XXI, su vida e historia es de lo más apasionante. Cumplidos los 22, se enamoró ciegamente de Étienne Balsan, un joven burgués adinerado con el que mantuvo una relación de seis años que fue el que le enseñó la lujosa vida de las capitales. Con idea de abrir una sombrerería y necesitando apoyo financiero para ello, pero Balsan estaba reticente. Acabaría marchándose con Arthur Boy Capel, un jugador de polo amigo de su amante con menos recursos económicos que Balsan. Así que Balsan se conviritió en su benefactor porque ella quería cumplir su sueño, tener una reputada casa de modas.
Decidida a embarcarse en el mundo de la moda, en 1914 compró en las Galerías Lafayette varias docenas de sombreros que ella misma personalizó y le dio su identidad sacándolos a la venta teniendo gran éxito curiosamente entre mujeres que estuvieron al lado de Balsan. Sin embargo, aquello no fue suficiente y buscando otras miras, dejaría todo con intención de emprender nueva vida en Estados Unidos. Allí conocería al Cofundador de la Metro-Goldwyn-Mayer, Samuel Godwing y comenzaría a vestir a las estrellas hollywoodienses tanto dentro como fuera de las cintas.
Kaia Gerber ha sido una de las últimas en lucir las tendencias que marcó Coco Chanel, el pelo corto. Ella aparecía en una fiesta con el pelo corto creando una tendencia. La hija de Cindy Crawford, 100 años después ha lucido una ondas al agua con el pelo muy pegado y cortito siendo de lo más seguida.
Pero además del pelo corto, creó el punto, impuso el collar de perlas nos metió en los pantalones, a raíz de la Primera Guerra Mundial, donde veía que la falda no era muy funcional, aunque no la desechó y creó diferentes largos, el que fueran plisadas, y les subiría el bajo, dejando ver el tobillo. Además, introducía como prenda femenina el vestido camisa e incluso, fue la artífice de que se comenzara a tomar el sol.
En los años 50 revolucionaría el mundo del calzado bajándonos de los tacones y creando el famoso zapato slingback junto a Raymond, es un zapato que combina el negro y el beis, que tiene la punta redondeada y un tacón de cinco centímetros. Este modelo, se convirtió en un santo y seña y haces tres temporadas fue el furor hasta hoy de las influencers... Y es que se puede decir que Coco era ella toda una influencer sin necesidad de redes sociales. La sutileza del slingback reside en que ella pensó en un zapato para todas la ocasiones, y que según donde fuera y lo que te pusieras, combinaría todo además que por su color estilizaría la figura por su efecto óptico. El negro en la punta redondeada obedecía a que el zapato no se manchara o disimulara las manchas y el pie pareciera más pequeño.
El tejido tweed, los bolsos de cadena, los impermeables, los pijamas playeros, los zapatos bajos... Coco Chanel fue una fuente de inspiración y sobre todo de innovación y hoy sigue estando presente en los peinados, en la pasarela de grandes firmas y agujas como en tiendas más asequibles como Zara y otras. Chaquetas tweed, vestidos y trajes, trajes sastre muy femeninos -como los que podmeos encontrar en Bimani 13- a la par que masculinos, faldas de flecos muy años 20 como la que ha sacado Zara con lentejuelas estos últimos meses, vestidos de lentejuelas como en Sfera, o faldas confeccionadas a mano que, debido a sus sofisticación, son elegidas para bodas, bautizos y comuniones y un largo etcétera.
Muchas son las cosas que le debemos a Coco Chanel y que si ella viera lo que sucede, 100 años después su estilo está impregnado por todo el mundo...