Antes de pensar en invertir valiosos recursos para poder seguir estudiando, debe decidir muy bien qué especialidades y grados académicos lo potenciarán.

En Chile, un magíster cuesta en promedio 5 millones de pesos y dura al menos, dos años. Sin embargo, cada vez más, muchos profesionales están decidiendo hacer esta inversión. Aun así, la demanda es tal que nuestro país cuenta con 1.800 programas de postgrado de los cuales un 86% de ellos correspondiente a magísteres.

Las razones para continuar estudiando son básicamente dos: la primera es poder tener una mejor inserción laboral, debido a que contar con más estudios es un elemento diferenciador. La segunda razón es adquirir competencias que permitan desarrollar habilidades directivas y la adquisición de conocimientos especializados y así ejercer mejor las funciones de determinado cargo.

“Hay que tomar en cuenta que un profesional con estudios de postgrado aumenta en más de cuatro veces sus posibilidades de acceder a un puesto gerencial. Un caso emblemático es el de los MBA, ya que sin esta especialidad un profesional cuenta sólo con un 5% de posibilidades de ser gerente o subgerente. En cambio, una persona que sí cuente con este máster, aumenta sus posibilidades a un 21%. Por otro lado, un postgrado es un requisito exigido para postular a determinados puestos que por su naturaleza requieren una formación específica de postgrado. De hecho, en muchos cargos públicos y académicos esta condición es requisito obligatorio”, expresó Hugo Álvarez, gerente de negocios de ILC Group.

Sin embargo, antes de pensar en invertir valiosos recursos para poder seguir estudiando, se debe decidir muy bien qué especialidades y grados académicos potenciarán nuestra carrera. Actualmente, las áreas en donde se están solicitando profesionales con formación de postgrado son, principalmente, consumo masivo, minería, tecnologías de información, telecomunicaciones y retail.

“Como ILC Group, hemos constatado que las empresas necesitan personas que sean polivalentes y especializadas, que puedan manejarse muy bien en su formación de base, pero también en las áreas legales, comerciales, de ventas y de gestión”, recomendó Hugo Álvarez agregando, “por un lado, si el objetivo de un profesional es ser el mejor de un área específica, debe seguir estudiando en esta dirección. Por ejemplo, si un ingeniero civil que desea ser experto en construcciones asísmicas debe tomar un postgrado en esta materia. Por otro lado, se puede escoger un área complementaria a nuestra formación de base para ser un profesional más completo por ejemplo, un abogado con una especialización comercial, es un muy buen ejemplo de esto”, concluyó.