Elaborados con corales, monedas y plata, se trata de collares que reúnen lo ancestral con la influencia hispana.
De las muchas tradiciones que conserva Guatemala en la mezcla prehispánica y la influencia española destacan los llamados chachales, hasta hoy un muy buen ejemplo de sincretismo. Fueron y serán uno de los bienes familiares más preciados que las madres han ido heredando a sus hijas.
Se trata de adornos muy peculiares que rodean el cuello, cuyo nombre se origina en una palabra autóctona k’iche’ que significa "collar" y que alude al sonido que hacen cuando las mujeres caminan.
“En el tiempo de las abuelas, estos collares eran distintivos, algo que se ha perdido con el paso de los años, por la modernización y la globalización”, dice la investigadora Bárbara Knoke de Arathoon, especialista en el estudio de trajes indígenas.
En las cuentas que conforman estos chachales destacan los colores y de entre todos los materiales con los que se arman -coral, monedas y plata- destacan las monedas de plata. Los diseños dependen de la región, algunas tienen hilos cortos (de Quiché, región nor-oeste) y otras son de hilos largos (de Alta Verapaz, nor-este).
También figuran los collares que se han adaptado al gusto comercial para ser vendidos a turistas. “Los indígenas tomaban monedas, de un cuarto de real o de un peso y les daban una estética muy especial, agregando dijes con figuras variadas de animales, plantas o muñecos”, explica Knoke.
La ex-diputada y ex-ministra de Educación del país, Otilia Lux, utiliza chachales y comenta que todo lo que simboliza la madre naturaleza es colocado en ellos.
Las investigaciones de Knoke dan por sentado que el uso de los chachales empezó a decaer a partir de 1975. “Considero esta fecha como un parteaguas en la pérdida de este patrimonio”, asegura. Para ella las causas fueron el terremoto de 1976, y el conflicto armado, que inició una década antes.
Estos problemas causaron más pobreza y el desplazamiento de las comunidades indígenas, lo que hizo que las mujeres no llevaran consigo todas sus pertenencias; muchas salieron solo con lo que vestían. A lo que se une la demanda de estos por los turistas, visto por algunos como una forma de obtener dinero al venderlos.
El factor económico también ha ocasionado que en varias regiones del país los materiales hayan sido sustituidos, por ejemplo, en vez de coral se emplea cristal, vidrio dorado o plástico.
Hayh manifestaciones artísticas y culturales como el Festival Folclórico de Cobán, en el que las señoritas lucen muchos chachales, lo que expresa el apoyo y la representatividad que tienen dentro de su comunidad.