La tecnología de asistencia hoy aborda problemas diferentes con soluciones que van desde dispositivos pequeños hasta exoesqueletos.
Todos sabemos que las nuevas tecnologías han entrado en nuestra vida y la han cambiado considerablemente. Ahora, la comunicación entre las personas, el funcionamiento de las empresas y el mercado e incluso nuestra forma de pensar no es la misma que hace unos años debido a su total integración en nuestra vida diaria. A este respecto, hemos de tener en cuenta que cuando hablamos de tecnología que realmente tiene una repercusión hay que poner a la cabeza de todas la dedicada a ayudar y mejorar la vida de las personas con discapacidades.
Gracias a los avances de la robótica, ingeniería de materiales, inteligencia artificial y demás, la tecnología de asistencia se ha desarrollado a gran escala en la última década. Aquí tenemos siete ejemplos:
KinTrans
El lenguaje de signos es una herramienta primordial en la vida de las personas con sordera, pero el porcentaje de individuos que manejan este lenguaje es reducido, lo que da lugar a que no todo el mundo lo entienda.
Para estos problemas, la tecnología es la solución. KinTrans, el nombre que recibe una startup con sede en Dallas, ha desarrollado un dispositivo capaz de traducir el lenguaje de signos a voz y texto, y a la inversa. Para lograrlo, utiliza una cámara 3D que rastrea el movimiento de las manos y el cuerpo de la persona que se expresa en el lenguaje de signos.
Audífono Cognitivo
La Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Columbia ha desarrollado un audífono capaz de leer la actividad cerebral del sujeto portador (con dificultades auditivas), y determinar que voz le interesa escuchar y centrarse en ella. Actualmente, los investigadores están trabajando en profundidad para mejorarla y que sea menos intrusiva.
Extremidades artificiales
Gracias a la evolución de la robótica, las nuevas herramientas para personas con amputaciones cada vez son más complejas y están más perfeccionadas.
Estas pueden tener distintas funcionalidades, como aquellas que disponen de terminaciones nerviosas, e incluso prótesis que con cámaras incorporadas para tomar decisiones autónomas e inteligentes sobre las acciones que han de llevarse a cabo, lo que ayuda a acelerar los tiempos de reacción.
RNIB Smart Glasses
Un cietífico de computación y un neurocientífico de la Universidad de Oxford (Reino Unido) está desarrollando unas gafas de realidad aumentada que prometen mejorar la visión de aquellos que requieren de gafas o lentillas, es decir, con defectos en la vista.
Esta tecnología tiene la capacidad de, o bien aumentar el contraste de la imagen o resaltar las características específicas de la misma, todo gracias a la AR. A pesar de que las lentes aún no se encuentran disponibles, el proyecto ha atraído la atención de Google, el cual hizo una aportación de 658.000 dólares para ayudar en la investigación.
App para la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo cerebral con una gran variedad de síntomas, entre ellos, la pérdida de equilibrio. Por ello, investigadores de la Universidad de Houston han desarrollado una wearable de rehabilitación con biorretroalimentación basada en teléfonos inteligentes para ayudar a contrarrestar sus efectos.
Consta de un cinturón especial con sensores vibratorios alineados que mapean los movimientos del usuario a tiempo real. Esta información se puede utilizar para guiar a los pacientes a través de ejercicios que mejoren su estabilidad postural y confianza a la hora de llevar a cabo actividades cotidianas.
Exoesqueleto robot auxiliar
Para aquellas personas que han perdido la capacidad de caminar por sus propios medios, que la tecnología les permita volver a hacerlo supone una transformación completa de sus vidas. De hecho, existe una gran cantidad de proyectos innovadores a este respecto, desde escaleras equipadas con sensores de presión, hasta exoesqueletos modulares completos.
Ahora, la última novedad la trae una startup que está construyendo exoesqueletos de robots auxiliares controlados por Amazon Alexa.
El “síndrome encerrado”
El pensar en quedarse atrapado en un cuerpo sin capacidad de movilidad o comunicación de cualquier tipo, y una mente perfectamente funcional, no es una idea que agrade a nadie.
A pesar de que el “síndrome encerrado” no tiene cura se puede ayudar a los pacientes a través del uso de tecnología de interfaz cerebro–computadora, que permite a estas personas responder a preguntas de “sí” o “no” a través de sus pensamientos. Esta iniciativa utiliza electrodos y herramientas inteligentes de aprendizaje automático para poder llevarlo a cabo.