Herramienta faculta a los viajeros para trabajar en distintos oficios para luego disfrutar de unas vacaciones soñadas.
Cada vez son más los jóvenes que arman sus maletas y se animan a irse al extranjero en busca de una aventura durante los meses que la visa Work and Holiday les permite estar en otro país y trabajar para juntar dinero. Además de conocer otra cultura y hacerse amigos de todas partes del mundo.
Los destinos más escogidos son Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, hay múltiples alternativas para elegir y es importante investigar qué se necesita antes de ir porque cada una pide requisitos diferentes que se pueden encontrar en el sitio web del Ministerio del Exterior.
Esta visa faculta a los viajeros para trabajar en distintos oficios que van desde meseros, empaque, maestro de construcción, entre otros puestos que les permitirán ahorrar para que, como muchos hacen una vez terminado el período de trabajo, disfruten de unas vacaciones soñadas y recorran los países más recónditos por el tiempo que deseen y les alcance el dinero. Como dato útil, muchos escogen el Sudeste Asiático, por lo barato y la cercanía física con Australia.
Es el caso de Javiera Charnay, quien cuando egresó de Ingeniería Civil Industrial no estaba clara en qué área de su carrera se quería enfocar, tampoco si deseaba entrar al mercado laboral de inmediato. Así que armó una mochila, tomó unos ahorros y compró sólo el pasaje de ida para emprender su viaje a Sidney sin fecha de retorno.
Dicha decisión señala que fue la mejor que podría haber tomado. “Me fui sola, pero allá nunca me sentí de esa manera. Conocí a mucha gente que al final estaba en la misma situación que yo. Viví muchas experiencias y lo más importante es que aprendí a conocerme, saber cuáles son mis límites y ser más tolerante”, aseguró.
Además, el estar lejos de la casa “te enseña que el mundo tiene muchas formas diferentes y que acá, en nuestro país, sólo conocemos lo que nuestra cultura nos entrega. Al irte, creces”, afirmó.
Durante su travesía conoció a Ricardo Salinas, colega de profesión que con 26 años decidió renunciar a un trabajo que no lo motivaba para emprender esta travesía. Para él, las personas que deseen embarcarse en la aventura del Work and Holiday no deben estructurarse.
“Ojalá se vayan con un pasaje de ida, pero no uno de regreso. Es una travesía, en la cual las cosas convergen en el camino. Hay que dejarse llevar y no tener planes. En varias ocasiones los trabajos son cambiantes, así que hay que estar abierto a eso”, aseguró.
Ambos viajeros aconsejan llevar una mochila lo más liviana posible. “Con suerte algo que te quepa en el equipaje de mano del avión, nada más. Un poco de plata y ya estás listo”, señaló Salinas. A eso, Vanessa Ríos, encargada regional del Bío Bío de Education First (EF), agregó que “hay que averiguar el clima para hacer la maleta, porque aunque parezca obvio, a veces se eligen destinos con temperaturas contrarias a nosotros y se lleva la ropa incorrecta”.
Asimismo, “es necesario sacar fotocopias de los documentos más importantes, un seguro médico y un botiquín. En situaciones complejas no hay que desesperarse, pues siempre es difícil adaptarse a una nueva cultura”, aseguró. Añadió también que son cerca de 48 las personas, de todas las edades, que mensualmente se van de intercambio a través de EF en la región del Bío Bío.
Los beneficios de emprender la aventura
Tanto Salinas como Charnay reconocen que este viaje les aportó una buena cuota de crecimiento personal, pues el tener que desenvolverse solos en un país lejano, los obligó a convertirse en personas independientes, seguras y, sobre todo, con personalidad para socializar con desconocidos.
Cualidades que son altamente valoradas por las empresas a la hora de buscar candidatos para un trabajo. Así lo explicó Daniela Trabucco, psicóloga organizacional, quien señaló que más que adquirir nuevos conocimientos, la experiencia que aporta este tipo de vivencias es fundamental y un elemento diferenciador a la hora de enfrentarse a una entrevista laboral.
“La forma en que estas personas se posicionan en una empresa es distinta a la de alguien que no ha tenido la experiencia de viajar. Esto, porque los Work and Holiday les permiten adquirir una visión de mundo más global, amplia y tolerante. Se adaptan mejor a los cambios y tienen mayor tolerancia a la frustración, ya que al verse enfrentados a situaciones complejas aprenden a sobreponerse y encontrar soluciones en escenarios difíciles. Súmale a eso el tener un segundo idioma en su currículum, generalmente, el inglés”, enfatizó la profesional.
Vanessa Ríos, añadió que se ve un antes y un después en los jóvenes que se someten a este tipo de experiencias. “Cuando se van, vemos una persona más bien tímida, que se enfrenta al mundo por primera vez y que está ansiosa porque desconoce el escenario al que se va a ir. A su regreso, observamos otra persona. Una con desplante y amigos de todo el mundo, más tolerantes y cultos y, sobre todo, con ganas de seguir viajando”, aseguró.
Además, Ríos afirmó que estar residiendo en otro país es un desafío permanente, pues enfrentar una nueva cultura, lenguaje y resolver situaciones complejas obliga a crecer y hace valorar lo que se tiene en Chile. En lo laboral, permite optar a mejores puestos de trabajo y, según fuentes de EF, aumentar los ingresos hasta un 33% por el nivel de inglés.
A esto, Salinas agregó que siempre va a existir el prejuicio de que éste será un año sabático, pero la verdad es que este período en el extranjero te enseña mucho y, en lo profesional, te ven como alguien dispuesto a enfrentar desafíos.
Tanto él como Charnay recomiendan esta experiencia para los que se animen a viajar y aseguran que no es difícil encontrar empleo al regeso. Así que sólo queda elegir el lugar, comprar el pasaje, armar las maletas y tomar el avión con destino a esta nueva aventura.