El destacado conjunto se propone rescatar la música popular boliviana como huayños, taquiraris y bailecitos, especialmente para los jóvenes, de manera que conozcan y valores estas joyas de la cultura local.
Cincuenta años de historia musical boliviana están retratados en diez canciones. El grupo Ensamble Andino, liderado por el percusionista Hernán Ponce, presentará el miércoles 17 de septiembre a las 19.00 en el Teatro Municipal Modesta Sanginés de la Casa de la Cultura (Av. Santa Cruz esq. Potosí), su más reciente trabajo discográfico "Recordar es vivir".
La agrupación se propuso trabajar en el rescate de la música popular boliviana de la segunda mitad del siglo XX. Huayños, taquiraris, bailecitos y cuecas forman parte del repertorio del grupo conformado por Ponce en la dirección y percusiones, Freddy Candia en el charango, Saúl Chumacero en el acordeón, Javier Quispe en la voz, y los invitados: Víctor Barrionuevo en la guitarra y José Vargas en el bajo.
“Eran los tiempos de la Revolución Nacional, de las Hermanas Arteaga, Las Saldañas, Arturo Sobenes y de compositores de la talla de Gilberto Rojas, Alberto Ruiz Lavadenz, Lalo Loza, Orlando Rojas, Julio Martínez Arteaga, José Ferrufino y otros. Eran los tiempos de las orquestas típicas como la de los Hermanos Molina, Fermín Barrionuevo, o los Muchachos de Antes, de los bailes en el Fantasio y otros salones paceños”, explica Ponce.
En esa segunda mitad del siglo XX, la música nacional con que se bailaba y festejaba en las ciudades era generalmente las cuecas, los bailecitos, los huayños y taquiraris. Aún no habían sido incorporados por los músicos citadinos los instrumentos autóctonos, aunque sí el sonido mestizo del charango.
Como registro de esta época quedan solo las grabaciones en vinilo producidas en los sellos Odeón RCA, Phillips o Florida, así como en los discos Méndez, pioneros en la industria fonográfica nacional.
Este universo sonoro es el que motivó la grabación de "Recordar es vivir", trabajo que Ponce promete que precederá una serie de placas recopilatorias de la época. El objetivo es que estos trabajos no sólo lleguen a quienes vivieron en esos años, sino sobre todo a los jóvenes, para que conozcan joyas de la música boliviana.
