Foro Santiago 2041 propone llegar a los cinco siglos como una ciudad completamente desarrollada. Reciente encuentro situó el aumento del parque automotriz y la falta de políticas públicas participativas como las principales tareas por abordar.
Entre una infraestructura insuficiente para el aumento del parque automotriz y un complejo ambiente contaminado, la capital de Chile exhibe un perfil poco grato. Para el arquitecto y secretario ejecutivo de la Corporación Sur, Alfredo Rodríguez, “la ciudad-mirada de cerca- aparece distanciada, Santiago es una ciudad esencialmente fracturada”.
En una investigación realizada por la citada entidad, se señala que Santiago vive una paradoja intensa: al borde del colapso en lo físico y amenazada de perderse como espacio público.
En ese doble riesgo, según la organización de estudios, Santiago no ofrece respuestas adecuadas ni como un espacio que entregue respuestas efectivas a los desafíos actuales ni como sociedad política. “No se trata de realidades separadas, ya que una ciudad si no ofrece alternativas en esta doble esfera genera una permanente sensación de inseguridad”, dice la investigación.
La motorización de Santiago va a pasar de 1,6 millones de vehículos en 2012 a 2,7 millones o más en 2025. Así lo señalan diversos estudios sectoriales y de centros de investigación. Sólo pensar en ese aumento deja las cosas claras sin ser un experto: la capital colapsa.
Teniendo toda esa información como base, la quinta versión del Foro Santiago 2041, efectuado recientemente, dejó como principal conclusión que se hace imprescindible la intensa integración del sentir ciudadano en la construcción de políticas públicas que transformen a la capital chilena como una ciudad sustentable.
Y es que Santiago se encuentra en la cornisa de sus desafíos. Por una parte, debido a su situación geográfica, es incapaz de eliminar en forma expedita y natural los agentes contaminantes. Encajonada por cordones cordilleranos, Santiago es un verdadero hoyo en la tierra.
Ante eso, la solución aparece casi imposible: disminuir las emisiones contaminantes. Sin considerar el “aporte” industrial a este tema, y sólo observando el intenso aumento de la motorización, es encontrarse con otro hoyo, pero esta vez en el alma de la urbe.
Boyd Cohen, profesor de la Universidad del Desarrollo, subrayó en Foro Santiago 2041 que “el 80% del gasto energético y emisiones se produce en las ciudades, por lo que deben ser capaces de desarrollar estrategias que eviten el efecto invernadero”.
Se trata de un tema vital para los habitantes urbanos. Según IBM, un promedio de tres millones de usuarios de Twitter en la capital están hablando sobre los problemas de la ciudad en las redes sociales.
El foro – que propone llegar a los 500 años de la fundación de Santiago como una urbe completamente desarrollada- subrayó que los ciudadanos hoy quieren ser escuchados y es necesario hacerlo para desarrollar políticas que ataquen los problemas que les afectan directamente.
Sin embargo, el auto es para el santiaguino la fuente de las paradojas. El ciudadano habla y opina de los desafíos de la urbe. Pero no se baja de los automóviles.