Especialistas en capital humano proponen medidas efectivas para reducir la jornada laboral sin afectar la productividad.
Tras el proyecto de las 40 horas laborales que se busca implementar en Chile, surge la duda sobre qué medidas aplicar en las empresas. Si bien se implementaría de forma gradual, no es extraño preguntarse cómo esto impactará a las organizaciones, los líderes y a los colaboradores.
De ahí que se piense desde ya en medidas efectivas para reducir la jornada a 40 horas semanales sin afectar la productividad, como invertir en tecnología, contratar a más personas, disminuir el número de reuniones y hasta empoderar a los líderes.
Es por esto que será necesario que las empresas trabajen en su estrategia de inducción; en programas de capacitación, porque mediante el conocimiento especializado y actualización tecnológica las personas lograrán una mayor eficiencia en su trabajo; y en la retención de sus talentos.
Carlos Henríquez, director comercial de la empresa de reclutamiento y selección SOS Group, señala que “con una estrategia de inducción, la curva de aprendizaje será más reducida, es decir, que el tiempo que el trabajador demore en aprender una tarea o metodología nueva de trabajo sea el menor posible”.
Y en esta búsqueda de mejores medidas, van apareciendo diferentes miradas e iniciativas, donde no se escapa el factor tecnológico. “Es vital implementar una infraestructura digital sólida que contemple la incorporación de nuevas tecnologías como los sistemas de administración de recursos empresariales 100% web que facilitan el trabajo a distancia y la modalidad híbrida, con importantes ventajas que se traducen en mayor eficiencia y optimización de tiempo y recursos”, comenta Diego González, CEO de Defontana.
Además, dice Henríquez, las empresas deberían acompañar a los trabajadores en los primeros meses de implementación del modelo de 40 horas laborales para recibir retroalimentación de los colaboradores, ir ajustando los procesos y midiendo resultados.
También se cree que implementar pruebas piloto por grupos o áreas, de forma que puedan dimensionar cómo aplicar la medida. Carolina Riquelme, gerente general de LHH Chile, recomienda “aplicarlo a un grupo por área, luego incorporar a un segundo, tercero y ampliar a la totalidad”.
Lo positivo de esto, es que sería percibido como un beneficio. Esto, porque “muchas empresas que requieren administrar sus dotaciones por turno, necesitaran dimensionar y ajustar para poder brindar el mismo servicio , pero administrado con más trabajadores, por ejemplo: el personal administrativo, técnicos y enfermeras de una clínica o centro de salud”, agrega Riquelme.
Habilidades necesarias
Este nuevo escenario no sólo obligará a las empresas a repensar sus espacios y modelos de trabajo, sino que demandará nuevas habilidades en los colaboradores.
Para Caio Arnaes, director asociado de Robert Half en Chile, “al reducirse la jornada, habrá un desafío mayor por cumplir con los plazos y objetivos, por lo que la productividad será clave. Y ahí, los talentos mostrarán su valor con este tipo de habilidades”.
Por lo mismo, las empresas encargadas de reclutar talento ya vislumbran algunas de las habilidades que se requerirán en este nuevo escenario. Es posible que los reclutadores se orienten a “la búsqueda de postulantes a perfiles que demuestren habilidades como orden, metodología, autonomía y flexibilidad, con el fin de aumentar la eficiencia y productividad durante las horas de trabajo”, indica Henríquez.
Esto, porque será clave la “organización, autogestión, orientación al logro y sentimiento de propietario, las que se volverán fundamentales entre los profesionales que aspiren a los mejores empleos”, aseguró el Arnaes.
En el caso de los trabajadores pertenecientes a plantas, áreas de fabricación o todo aquello que requiera trabajadores por turnos, “es evidentemente la productividad siempre es un factor relevante, aquí por lo general las compañías incorporan más tecnología, ya que el trabajo del operario está orientado a cumplir con tareas calculadas por hora, es aquí donde la empresa a causa de una jornada menor por trabajador deberá revisar si contratar más operarios o aumentar tecnología, por ejemplo”, indica Riquelme.
Dada esta flexibilidad, los expertos en Capital Humano aseguran que las empresas priorizarán talentos que demuestren capacidades de ejecutar su trabajo de manera ordenada, gestionando de manera autónoma cada acción, inclusive tomando decisiones cuando corresponda.
Esto, porque “el trabajo remoto ya impulsa este tipo de características, que ahora se van a ver aún más destacadas al tener esta reducción de jornada”, indica el director de Robert Half en Chile.
Facilitadores del proceso
Pero cuando se trata de analizar el papel de los líderes, claramente su papel es clave. Estos tendrán que ser “facilitadores del proceso y promoverlo con toda la positividad y beneficios que tiene para conciliar de mejor forma la vida familiar, con énfasis en que también es posible trabajar con mayor eficiencia en un menor tiempo”, comenta Riquelme.
Es por esto que los líderes deberán liderar con mayor accountability para asegurar cumplir con los objetivos de sus áreas y tendrán que delegar más que antes, de manera que los trabajadores se conviertan en contribuidores más productivos asegurando siempre los objetivos trazados.
Esta nueva realidad desafiará a varios de los colaboradores, quienes quizá necesiten de tiempo para adaptarse a esta modalidad y los cambios que implican. De ahí la importancia de hacer un buen acompañamiento inicial a los trabajadores y detectar a tiempo los cambios y mejoras que se deben implementar.
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