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Los efectos del salbutamol, el medicamento por el que Froome dio positivo
Jueves, Diciembre 28, 2017 - 08:35

El reciente campeón de la Vuelta a España y cuatro veces ganador del Tour de Francia sobrepasó los niveles de este fármaco, que es utilizado por las personas que sufren de asma.

El salbutamol, por el que Chris Froome se expone a ser sancionado al presentar una concentración superior a la permitida en una muestra de orina, es la sustancia habitual para tratar el asma, una afección común entre los ciclistas.

Aunque el Ventolín, nombre comercial del salbutamol, sirve a menudo para tratar el asma como estimulante del aparato respiratorio y broncodilatador, presenta asimismo una dosis de efecto anabolizante, es decir, aumenta la masa muscular y reduce la grasa corporal.

El límite para el que el reglamento establece sanciones por dopaje es de 1.000 nanogramos por mililitro. En el caso de Froome, la concentración alcanzó el doble de lo autorizado, según las cifras publicadas por su equipo, el Sky, que confirmó que ninguno de los demás controles realizados durante la Vuelta dio un resultado superior al límite. (La etapa en la que Froome dio positivo)

"Mi asma se agravó durante la Vuelta, así que seguí los consejos del médico del equipo para aumentar mis dosis de salbutamol", dijo el corredor. "Como siempre, tomé las mayores precauciones para procurar no superar la dosis permitida", afirmó el ciclista del Sky.

El reglamento antidopaje indica que por encima del límite, el deportista podría demostrar que el consumo se debe a una "dosis terapéutica".

"El Ventolín mejora la respiración incluso en los no asmáticos. Una simple bocanada aumenta el consumo de oxígeno", señala el doctor Jean-Pierre de Mondenard, especialista francés antidopaje. 

"Hay más asmáticos en el deporte de alto nivel que entre la población en general porque las enormes ventilaciones que requieren esos deportes favorecen la aparición del asma", explicó el galeno.

El salbutamol remite a casos no muy lejanos que sí tuvieron consecuencias en forma de castigo. Dos ciclistas italianos, Alessandro Petacchi y Diego Ulissi, éste último aún en activo, fueron sancionados pos superar las dosis permitidas.

En 2007, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) sancionó por un año a Petacchi, que dio positivo por salbutamol durante el Giro de Italia. El esprinter dio positivo el 23 de mayo al término de 2007 en la undécima etapa del Giro, en la que había ganado.

Su orina contenía una tasa de salbutamol de 1.320 nanogramos por mililitro, cuando el umbral tolerado es de hasta 1.000. El positivo le impidió tomar la salida en el Tour de Francia.

Diego Ulissi, entonces en el Lampre, dio positivo en 2015 con una tasa de 1.900 nanogramos y fue castigado 9 meses por la Asociación Olímpica Suiza, ya que residía en el país helvético.

"El equipo asume la decisión y subraya que la sentencia ha establecido que el atleta actuó con negligencia pero sin la voluntad de mejorar sus prestaciones", dijo entonces el equipo.

También ha salpicado el salbutamol a otros ilustres corredores, incluso del pelotón español.

Tras el Campeonato del Mundo de fondo en carretera de 1994 salió desde Francia la noticia de que Miguel Induráin había dado positivo en un control antidopaje en el Tour de l'Oise en el mes de mayo, pero el positivo no fue tal para la Unión Ciclista Internacional porque se trataba "de una sustancia, salbutamol, contenida en el producto Ventoline".

Por aquella época, algunos de los ciclistas más populares del pelotón padecían asma, el propio Indurain, el suizo Alez Zulle, el alemán Jan Ullrich...., y el español Igor González de Galdeano, quien tras una etapa del Tour 2002 con final en Alençon dio un resultado de 1.360 nanogramos de salbutamol tras usar Ventolin. No fue sancionado por la UCI, pero en Francia se le sancionó en 2003 con 6 meses.

Por "motivos terapeúticos" se salvaron, sin embargo, el suizo Tony Rominger y el italiano Franco Ballerini. El primer de ellos dio positivo tras el prologo del Tour 1994.

El nuevo caso de presunto dopaje sacude con dureza al ciclismo. La noticia que lleva el apellido Froome ya ha convulsionado al deporte del pedal por todo el planeta. La credibilidad de un deporte machacado por el ciclismo vuelve a ponerse en entredicho.

Esta vez no se trata de un ciclista anónimo, más bien del ciclista que acaba de anunciar que intentará el doblete Giro-Tour en 2018, que de conseguirlo se pondría en el palmarés a la altura de Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain. En juego algo más que un positivo.

Autores

El Espectador