La investigación se ha basado en una encuesta on line llevada a cabo con 30.000 personas de edades entre 18 y 34 años en 21 países.
Agencia SINC | Alrededor de 3,3 millones de muertes y uno de cada 20 casos de enfermedad y lesiones en todo el mundo son directamente atribuibles al alcohol, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, investigadores de varios centros británicos han liderado un estudio internacional que pone de relieve “las emociones negativas que provoca beber alcohol”, según comenta a Sinc Mark Bellis, uno de los autores principales y científico del Public Health Wales NHS Trust (Cardiff, Gales).
Bellis explica que en la actualidad “hay mucho material publicitario para promocionar las emociones positivas que se pueden esperar de la bebida. Nosotros creemos es importante comprender mejor las negativas. Si queremos ayudar a la gente a tomar decisiones informadas sobre este consumo, necesitan tener una imagen completa de cómo el alcohol afecta el estado de ánimo y las emociones”, subraya.
En el trabajo, cuyos resultados se han publicado en la revista BMJ Open, se destacan los distintos sentimientos que provocan diferentes bebidas alcohólicas: vino, cerveza y licores. Según el coautor, “el consumo de estos últimos se relaciona con un mayor aumento de la agresividad, principalmente en hombres y en grandes bebedores”.
Para explorar los factores emocionales en la preferencia por el alcohol, los investigadores recurrieron a respuestas anónimas en la encuesta on line más grande del mundo sobre el uso de alcohol entre adultos.
El sondeo, que se realizó en 11 idiomas, incluye preguntas específicas sobre el consumo de alcohol y los sentimientos asociados con los efectos de beber cerveza, destilados y vino tinto o blanco cuando se está en casa o se sale. Las emociones tenidas en cuenta han sido las siguientes: sentirse energético, relajado, sexy, seguro, cansado, agresivo, enfermo, inquieto y lloroso.
Distintas emociones
El análisis final incluyó respuestas de unas 30.000 personas de 18 a 34 años de 21 países que habían bebido cada uno de los tipos especificados de alcohol durante el año anterior y que completaron todas las secciones relevantes del cuestionario.
En las conclusiones se vio que los encuestados atribuían distintas emociones a diferentes tipos de alcohol. Los licores fueron los menos asociados con la relajación (solo un 20%); en cambio, el vino tinto fue al que más se atribuyó esta sensación (53%), seguido de la cerveza (alrededor del 50%).
Según el estudio, los licores son los que provocan sentimientos más negativos. Casi un tercio (30%) de los bebedores de alcohol asociaron esa bebida con sentimientos de agresividad, en comparación con el 2,5% de los bebedores de vino tinto.
La agresión no fue la única pulsión asociada al consumo de destilados con mayor probabilidad que la cerveza o el vino. Más de la mitad (un 59%) de los encuestados relacionaron estas bebidas con sensaciones de energía y confianza. Y más de cuatro de cada 10 (42.5%) las asociaron con sentirse sexy.
Las respuestas fueron diferentes según el nivel educativo, el país de origen y la edad. El grupo de edad más joven (18 a 24 años) es el que más asociaba la ingesta de cualquier tipo de alcohol con sentimientos de confianza, energía y sensualidad cuando bebía fuera de casa.
Diferencias de género
Las respuestas también variaron según el sexo y la dependencia del alcohol. Las mujeres fueron más propensas que los hombres a asociar cada sentimiento –salvo la agresión– con todos los tipos de alcohol.
Los hombres fueron más proclives a relacionar los sentimientos de agresión con todos los tipos de alcohol, al igual que los categorizados como grandes bebedores, que tenían seis veces más probabilidades que otros de bajo riesgo.
Los investigadores destacan que se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto. Además, enfatizan que es probable que haya muchos factores involucrados en los sentimientos provocados por el alcohol, incluida la publicidad, cuándo y dónde se bebe, y el contenido alcohólico de las bebidas.