Según un nuevo estudio, cuando se hac eun turno de noche tras 10 horas de trabajo, el rendimiento cognitivo baja entre 10 y 21%.
La falta de legislación y regulación, sumada a malas culturas hospitalarias, ha llevado a que los médicos se vean obligados a cumplir turnos que superan las 14 horas, muchas veces extendiéndose hasta 24 y, en el caso de Colombia, aunque parezca increíble, se pueden prolongar hasta por 36.
Todos saben que la fatiga conduce a errores, pero para entender mejor el desempeño de los médicos de emergencia durante un turno, un grupo de investigadores franceses decidió observar y evaluar durante un año a 40 médicos en un hospital, la mitad de ellos médicos que completaban su especialización. La evaluación se concentró en cualidades cognitivas como la velocidad de procesamiento, la capacidad de memoria de trabajo, el razonamiento perceptivo y la flexibilidad cognitiva.
El trabajo, publicado en la revista del American College of Emergency Physicians, arrojó conclusiones que deberían obligar a los legisladores y gerentes de hospitales alrededor del mundo a replantear las condiciones de trabajo. “El rendimiento cognitivo de los médicos de urgencias se modificó significativamente después de un turno de trabajo de 24 horas, incluidas las horas nocturnas, mientras que no se vieron afectadas por un turno de noche de 14 horas. Cuando un turno de noche va precedido de 10 horas de trabajo diario, el rendimiento cognitivo disminuyó entre un 10 % y un 21 % al final del turno en comparación con las condiciones de descanso”, anotaron.
Debido a que estas habilidades cognitivas están involucradas en la práctica de la medicina, sugieren los autores, es probable que su disminución afecte destrezas como el uso de un algoritmo de decisión, hacer un diagnóstico, priorizar emergencias o realizar múltiples tareas.
Trabajos previos han demostrado que, en el caso de los médicos que trabajan en unidades de cuidado intensivo, las capacidades cognitivas se alteran significativamente después de un turno de noche, independientemente de la cantidad de experiencia profesional o la duración del sueño durante el turno. En cuanto a los médicos que trabajan en salas de emergencia, un estudio previo demostró que los puntajes de los exámenes de inteligencia y la capacidad de la memoria visual se vieron afectados después de turnos nocturnos consecutivos. Otra investigación realizada con un grupo de 13 médicos de emergencia mostró que la memoria a corto plazo parece disminuir de manera similar después de los turnos de día y durante la noche.
Este tipo de resultados ha conducido en países como Francia a limitar los turnos de los médicos de emergencia a un máximo de 48 horas por semana.
De acuerdo con Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, en el país hay poca regulación al respecto. En el caso de médicos que se especializan fue posible establecer un máximo de 66 horas a la semana, garantizando un día de descanso después de un turno nocturno. Pero al nivel de médicos y especialistas profesionales, aclara Corcho, “no hay regulación, porque muchos de ellos salen de un hospital para continuar trabajando en otro”.
El problema, señala la médica, es que en Colombia la solución necesariamente tiene que ir más allá de una norma que ponga límites a los turnos, pues más del 80 % del personal de salud está contratado en condiciones informales. Sin garantizar condiciones laborales estables, cree Corcho, será difícil controlar las extensas jornadas laborales y los riesgos asociados.