Investigadores tomarán muestras de los microorganismos que se pueden encontrar en el transporte masivo en diferentes países del mundo.
Hace exactamente un año, el 21 de junio de 2016, se llevó cabo el primer muestreo de microorganismos que habitan en sistemas de transporte masivo en 39 ciudades del mundo. Hoy, una vez más, científicos en varios puntos del planeta saldrán con sus equipos a recolectar microbios. Sólo así podrán tener un mapa más completo de las comunidades microbianas que viajan cada día con nosotros.Transmilenio en Bogotá es uno de los sistemas elegidos.
Ocho investigadores del centro de investigación Corpogen serán los encargados de tomar las muestras en Colombia para el proyecto bautizado MetaSub (http://metasub.org). El año pasado se tomaron 100 muestras en Bogotá. Este año serán cerca de 120 en pasamanos, mapas, asientos y máquinas registradoras. La idea es conocer cómo va cambiando ese mapa año tras año.
“Los sistemas de transporte masivo representan lugares únicos para estudiar comunidades de microorganismos y como éstas cambian y se movilizan en espacios urbanos. Esta información es particularmente relevante en ciudades que no sólo tiene una alta densidad poblacional, sino que además albergan más del 50 % de la población humana”, explicaron los investigadores colombianos.
Con las muestras recolectadas, el consorcio internacional, en el que trabajan genetistas, expertos en análisis de datos, ingenieros, diseñadores y profesionales en salud pública, busca trazar un mapa global de ADN y conocer más acerca de las comunidades microbianas. El objetivo final es dejar esta información en manos de urbanistas, encargados de salud pública y autoridades locales para que trabajen en conjunto en la creación de “ciudades inteligentes”.
“¿Por qué debería preocuparnos esto?”, preguntaba Sofia Ahsanuddin, una de los investigadores, durante una charla Ted sobre el proyecto. Luego explicaba que el cuerpo humano alberga cerca de 100 billones de células microbianas, lo que equivale al 5 % del peso corporal. “Nuestra composición microbiana depende del medioambiente, por lo que nos conviene saber sobre la composición molecular de nuestras ciudades. Con esta información a nuestra disposición podríamos remodelar nuestra forma de ver la salud pública y las enfermedades”.
“La idea no es asustar a la gente”, aclara María Mercedes Zambrano, directora de Corpogen. “La idea es hacer un sondeo para ver qué hay y comparar. Algo que nos interesa es entender qué patógenos existen y cómo se esparcen. Por ejemplo, si hay una estación cerca a un hospital, es interesante conocer la población de bacterias en ese lugar y compararla con otros. Saber si hay o no riesgos”.