¿Aprendices hiperrápidos de nuevas tecnologías? una investigación demostró que los nacidos a partir de 1984 no son mucho mejores con la tecnología que generaciones anteriores.
Si existiera un diccionario de nuevas palabras que la tecnología ha traído, la definición de nativo digital, sería algo así como “todo nacido después de 1984, que, debido a la exposición temprana a avances digitales, maneja con destreza las herramientas tecnológicas”.
Supuestamente, la forma cómo estas generaciones se acercan a la tecnología, difiere profundamente del acercamiento que tienen con ella los “migrantes digitales”: aquellos que vivieron una infancia buscando en enciclopedias en la biblioteca y que, al sol de hoy, no saben usar bien Google.
Los “nativos digitales”, no se adaptarían bien a la forma tradicional de vivir: desde comprar seguros de vida, pasando por las estrategias que sirven para enseñarle nuevos conceptos en el colegio, estas generaciones perfirirían los aparatos tecnológicos a la hora de aprender y de realizar casi todas las funciones de su vida, lo que, en últimas, los llevaría a sermultitaskers por naturaleza.
Todo esto eran verdades irrefutables, hasta ahora. La revista Teaching and Teacher Education publicó una investigación que llegó a una conclusión completamente opuesta: “Los mitos del nativo digital y el multitasker”, fue el provocador título que Paul A. Kirschner y Pedro De Bruyckere le pusieron a su estudio.
De acuerdo con el artículo, que investigó toda la información científica disponible sobre el tema, si bien la existencia del “nativo digital” ha sido puesta en tela de juicio una y otra vez por la ciencia, la existencia de esta mítica criatura sigue estando presente sobre todo, en las conversaciones sobre herramientas y técnicas para educar mejor a los más jóvenes.
“El mito del estudiante multitasker ha sido aceptado y propagado por gurús de la educación, los medios –tanto tradicionales como no– y quienes toman las decisiones de política educativa en todos los niveles. Pero mientras que la existencia de otras criaturas imaginarias como el Yeti es inofensivo, la creencia de que existe un ‘nativo digital’ es extremadamente negativa para los sistemas de educación, los niños y las dinámicas de enseñanza/ aprendizaje en general”, dice el artículo.
De acuerdo con los autores del artículo, desde 2001, cuando Marc Prensky acuñó el término, la existencia del nativo digital ha sido cuestionada una y otra vez. Prensky dijo en ese entonces que los niños nacidos después de 1984 tenían “capacidades sofisticadas” en cuanto a la tecnología, “para las cuales la educación tradicional no está preparada”.
No obstante, los investigadores señalan que Prensky llegó a estas conclusiones simplemente observando a los jóvenes rodeados de cámaras, computadores, videojuegos y celulares. “Asumió que estos niños sabían lo que estaban haciendo, que lo entendían a la perfeccióny que usaban estos aparatos con eficiencia y eficacia”, dice el paper.
Años más tarde, aparecieron por lo menos nueve estudios quecontradecían las teorías de Prensky y otros investigadores que se montaron en la ola del “nativo digital”. De acuerdo con estos estudios, que empezaron aparecer en 2005, los nacidos después de 1984 no tienen un conocimiento profundo de la tecnología, y el que sí poseen, “está frecuentemente limitado a habilidades básicas para enviar correos electrónicos, de texto, Facebook y navegar en internet”.
De hecho, un estudio de 2011 demostró que los estudiantes universitarios sí usan frecuentemente las tecnologías digitales, pero el rango de tecnologías que usan para socializar es muy limitado. En 2013, otro estudio llevado a cabo con estudiantes de primer semestre de la Universidad de Hong Kong apuntó en el mismo sentido: que si bien los estudiantes usan este tipo de tecnologías para conectarse con sus pares, lo hacen con fines de entretenimiento, pero no para mejorar su aprendizaje y que, a la hora de proponer nuevas herramientas tecnológicas, se quedaban bastante cortos.
Ligado a este mito se encuentra el de capacidad innata de los jóvenes a hacer multitaskting, es decir, a hacer varias tareas al mismo tiempo, sino que eso influya en su capacidad de hacerlas bien. Desde 1989, varios estudios han demostrado que el multitasking no es posible a nivel neurológico, sino que existe una capacidad para cambiar rápidamente de tareas complejas. E, incluso así, también se ha hecho evidente que, sin importar que quien las ejecuta es joven o viejo, este tipo de actividad tiene un impacto negativo en la productividad de quien la ejerce.
Finalmente, los investigadores señalaron que la investigación disponible demuestra que la creencia de que existe un “nativo digital” puede herir profundamente los procesos de aprendizaje de las nuevas generaciones. “Los aprendices pueden sufrir si la enseñanza sigue basando en estas supuestas habilidades para relacionarse, trabajar con y controlar su propio aprendizaje en ambiente digitalmente persuasivos”.
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