Los altos niveles de cortisol, hormona que se inquieta con el estrés, explica las agudas molestias lumbares en las personas. Sus complejos efectos no sólo se enfrentan con pastillas.
¿Estrés de fin de año? ¿Dolores de espalda y cuello que no se pasan con nada? Aunque en la mayoría de los casos el dolor cede con el reposo, la ansiedad y las preocupaciones hacen que el cuadro empeore y se transforme en una carga adicional que se complica con insomnio, baja en el rendimiento laboral y físico, pudiendo limitar la mayoría de las actividades de la vida diaria.
El director del Programa de Quiropraxia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central en Chile, David López, explica que la dinámica quiropráctica se presenta como una muy buena alternativa para enfrentar estas problemáticas. Especialmente en esta última fase del año.
El cortisol es una hormona que suele estar elevada en personas con estrés crónico, presentándose con elevados niveles en la sangre. La quiropraxia es una práctica que permite enfrentar la acción negativa y bajar los indicadores riesgosos.
“Por otro lado, los pacientes concurren crecientemente al quiropráctico por los efectos analgésicos de sus maniobras sobre las dolencias de espalda y otras articulaciones”, subraya López. A su juicio, la atención quiropráctica y su consejería preventiva en salud adquieren cada día más adeptos en el mundo por su rápida eficacia.
El doctor Alan Hilibrand, profesor de cirugía ortopédica y neurocirugía de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia, quien es también vocero de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, ha señalado en los medios que “en cuanto a dolor lumbar la quiropraxia es una alternativa efectiva que disminuye la sobremedicación y tratamientos quirúrgicos con alta tecnología”.
Al respecto, el kinesiólogo a cargo del único programa de quiropraxia de carácter universitario en Chile indica que un estudio del año 2011 corrobora los buenos resultados de esta pŕactica en el dolores lumbares agudos y sub-agudos, utilizando manipulación quiropráctica y ejercicio combinado, “en comparación con otros tratamientos y con mejor relación costo-beneficio”.
A juicio del experto, todo dolor de espalda que dure más de dos semanas requiere ser evaluado por un especialista en el tema, en particular cuando dicho dolor también afecta las extremidades.
El quiropráctico es un profesional universitario que conoce la columna vertebral. La formación de un quiropráctico es de más de catorce semestres de entrenamiento clínico, parte de dicha formación según la Organización Mundial de la Salud puede convalidarse desde una primera profesión en salud como la de médico, odontólogo o kinesiólogo.
