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Los museos y su reinvención por una nueva manera de concebir las manifestaciones del arte
Viernes, Septiembre 5, 2014 - 15:39

En la actualidad, se asume como un espacio integral, plural y participativo en el que convergen distintas disciplinas

El museo es un lugar de influencia social por excelencia. Aunque antiguamente se basaba en la mera colección, en la actualidad cada día son más las apuestas que se hacen para desligarse de esa antigua concepción del lugar cerrado y prístino para dar paso a la creación de espacios participativos que logren fundir todas las manifestaciones artísticas en un mismo lugar.

En Caracas existen ejemplos como la Hacienda La Trinidad, Pdvsa La Estancia y el Centro de Arte Los Galpones.

Iliana Rodríguez, coordinadora de la agenda cultural de Los Galpones, asegura que esa ruptura con la concepción tradicional de un museo responde a un tema de infraestructura y de visión de cada centro de arte. “Creo que ahora es importante acercar a la gente. En el caso de Los Galpones no se adapta a esa concepción de esas salas frías, solitarias, calladas. Los Galpones va mas allá; es un lugar que genera una multiplicidad de actividades de manera interdisciplinaria. Esto no sólo pasa acá, sino en el resto del mundo. Un ejemplo de ellos es el Museum of Modern Art (Moma), en Nueva York, o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en España”, señala Ramírez.

Además, esta nueva concepción trasciende las fronteras, pues el próximo sábado 13 de septiembre la museóloga venezolana Andreína Fuentes inaugurará el Museo The Chill Concept, en Miami, Estados Unidos.

Fuentes, quien también estuvo a cargo por diez años de la galería Hardcore Art Contemporary Space, basada en aquella premisa de concebir el museo como un espacio más flexible y mucho más integral para la comunidad, decidió reestructurar una casa en Florida que data de 1941 y transformar sus espacios interiores.

Así, el museo que inaugurará la próxima semana no sólo tendrá espacios expositivos, sino que también dispondrá de una biblioteca, una tienda de diseños, zonas verdes y ofrecerá unas residencias para que artistas y curadores se queden alrededor de dos semanas en el proceso de creación de sus obras. Sus premisas: la innovación, el bienestar y la cultura contemporánea.

“El museo ya no es lo que era antes. Ya es una institución que tiene que abrirse a las comunidades y tiene que ser participativo. Existe toda una nueva tendencia desarrollada sobre lo que es el museo participativo. Todo lo que está sucediendo ahorita es la integración de diferentes cosas (tangibles o no) al mundo del museo”, señala Fuentes.

Una cuestión de experiencia

The Chill Concept no sólo tendrá espacios expositivos, sino también otras áreas no tradicionales para el disfrute de la audiencia. También tendrá una cantina para ofertar diferentes platos, un espacio de investigación, un espacio para hacer yoga, y un área verde, con una hamaca, para relajarse en el paisaje que brinda la naturaleza.

“Los museos se han ido transformando con el tiempo. El museo se puede convertir en un laboratorio: en vez de tener una colección de objetos, se tiene una colección de patrimonio tangible o intangible pero no necesariamente un objeto (escultura o pintura); hablo de experimentar el museo de otra manera, de tu experiencia. No puedes colgar en una pared tus emociones”, asegura Fuentes.

En el Centro de Arte Los Galpones conviven siete galerías, una librería y otros espacios no tradicionales para la discusión, la reflexión y el encuentro. Así, en sus espacios convergen la música, el cine, la fotografía y, próximamente, a mediados de octubre, también muestras teatrales con lecturas dramatizadas.

Un contraste de mercado

Para Fuentes, a la hora de definir el mercado del arte de Venezuela en contraste con el de Estados Unidos, asegura que los coleccionistas venezolanos se caracterizan por ser muy preparados y conocedores en la materia, a diferencia de los coleccionistas estadounidenses que se limitan a un interés decorativo.

“Siento que las personas que coleccionan en Venezuela lo hacen porque conocen y tienen una preparación. En Miami es un poco para adornar. Lamento decirlo, pero es un poco más para decorar el apartamento. Hemos tratado de educar mucho al coleccionista acá en Miami”, dice Fuentes, quien en su nuevo museo ofrecerá las creaciones tanto de artistas criollos como de firmas internacionales.

Aunque en la comparación Venezuela tiene una ventaja, Fuentes señala que dentro de los elementos en contra está el tema del control cambiario, el transporte y la inseguridad.

“Uno de los problemas que tenemos es cómo llevar obras de artistas de afuera a Venezuela, por el tema del control y de la aduana. El año pasado la aduana detuvo un camión que llevaba las obras de Colombia para la FIA, y para permitirle su ingreso al país le pidieron una alta cantidad de casi US$50 mil. Las obras llegaron dos días después. También entra en juego el tema de la inseguridad. Por ejemplo, el artista invitado este año a la Feria Internacional de Arte ya no va a ir por cuestiones de seguridad”, comenta.

Ramírez sostiene que el control cambiario ha afectado, sin duda, el mercado del arte criollo. “En estos tiempos en los que tenemos un cambio monetario bastante exigente es desproporcionado hablar de un mercado. Sin embargo, hay una actividad comercial que se está impulsando. Probablemente no con la misma fuerza del exterior”, añade.

Sin embargo, con elementos a favor y otros en contra, hay un hecho claro: no sólo se está concibiendo al museo como un nuevo espacio integral y participativo, sino que cada vez son más los creadores y artistas criollos que trascienden las fronteras económicas y geográficas y emprenden nuevas ideas.

Autores

El Mundo