Maquillajes con efecto "cara lavada" para el día, y destellos metálicos, bocas naranjas y pestañas extralargas para la noche son ls nuevo en belleza.
Se llevan las pieles limpias, con efecto de "cara lavada", explica el subdirector de maquillaje de Madrid Fashion Week, José Miguel Belmonte, quien asegura que este estilo trasmite "frescura y jovialidad".
Para conseguir este efecto es necesario trabajar la piel con una base de maquillaje lo más parecida al tono de piel, además de recurrir a los correctores de ojeras para "camuflar granitos, venitas y cualquier impureza que se tenga", dice Belmonte.
Una vez que se han aplicado estos cosméticos, lo ideal es aplicar sombras de ojos casi invisibles, máscara de pestañas, brillo en los labios y colorete en la mejilla.
Un ligero rubor sobre las mejillas otorga un aspecto saludable, además de aportar luminosidad. "Los tonos rosas ofrecen al instante apuntes de salud", cuenta el experto.
Pocos cosméticos favorecen tanto como el toque de color sobre los pómulos, un gesto de belleza que en décimas de segundos transforma el gesto facial y proporciona el ansiado efecto de buena cara.
"La función del colorete es ruborizar, sonrojar las mejillas". El tono ideal para cada tipo de piel es aquel que adquieren las mejillas "cuando se sonrojan de forma natural o bien cuando se da un paseo por el campo", advierte Belmonte, aunque reconoce que los tonos corales y mandarinas ofrecen el efecto de piel bronceada, también muy favorecedor.
Siempre que se aplique con destreza, el rubor sobre las mejillas también ayuda a corregir las facciones y a conseguir mayor angulosidad.
"Lo mejor es aplicarlo justo en la zona más sobresaliente de los pómulos, zona conocida como la manzanita de las mejillas, para que quede como un rubor natural", dice Belmonte.
Más sofisticado
Un maquillaje más sofisticado requiere que el colorete se extienda desde el pómulo hasta la sien, así como sombras de ojos con más tono. "Los rosas, dorados, lilas, terracotas, azules claros y verdes aguas son colores sutiles que endulzan la mirada".
En función de la ocasión, se imponen varios tipos de maquillaje y, por supuesto, del estado de ánimo.
Según los maquillajes que se han visto en los desfiles de Dior, Emprio Armani, Altuzarra y Donna Karan, están de moda los tonos metálicos sobre los párpados.
"Resultan muy favorecedores en puntos concretos de la mirada como el lagrimal o debajo de la ceja en la zona de la sien", cuenta el maquillador que opta por el verde caqui, el granate, el platino o el azul.
Dior, de la mano del maquillador Peter Philips, subió a la pasarela una mirada maquillada con "eyeliner" con efecto espejo, mientras que Chanel coloreó la mirada con sombras plateadas y doradas ofreciendo un propuesta transgresora y más callejera.
Aunque, la mayoría de las mujeres son más fieles a la sombra de ojos que al "eyeline", cosmético que requiere más destreza, Belmonte dice que ahora es el momento de atreverse con él. "Rasga el ojo y abre la mirada", puntualiza.
El punto de partida para comenzar a experimentar con el "eyeliner" es desde el lagrimal hasta la arte exterior del ojo. "Se debe de tener en cuenta el color de los ojos para elegir el tono y la textura más adecuada para colorearlo", asegura el maquillador.
Si se prefiere un maquillaje más intenso, la firma Yves Saint Laurent apuesta por destacar la mirada con rotundas sombras de ojos en colores tan atractivos como verde, azul, gris y violeta, además de maquillar las pestañas de la raíz a la punta. Después, un soplo de aire fresco coloreado sobre las mejillas y un tímido color sobre la boca.
El rojo sobre los labios ofrece la faceta más sensual de la mujer. Pero esta temporada el tono naranja es el nuevo rojo. Es un color tan favorecedor como difícil que se debe aplicar poco a poco. "El primer día unos pequeños toques de baja intensidad, al día siguiente se sube el tono y poco a poco se irá acostumbrando y se verá favorecida", concluye.
* Reportaje EFE