Los contenidos y la manera de enfrentarse a la televisión evolucionan, gracias al desarrollo de la tecnología y al surgimiento de nuevos lenguajes y formas de contar historias.
En sólo tres años, las cifras indican que en Estados Unidos la forma de ver televisión cambió profundamente. El año 2011 las encuestas señalaban que sólo un 17% respondía que le interesaba ver TV en internet. El año 2014 la cifra aumentó al 53%.
El desarrollo de la red está variando los hábitos para ver contenidos audiovisuales y está dándole un nuevo perfil a las industrias. De hecho, una investigación del conglomerado de medios Nielsen señala que cerca del 70% del público estadounidense que aún tiene televisores, también accede a contenidos online
La razón principal es que los contenidos en streaming no tienen publicidad, no requieren ningún disco ni descargas ni la contratación de ningún paquete de canales ni antena.
Con el uso masivo de dispositivos móviles y el incremento del ancho de banda de internet, el televisor dejó de ser el único equipo a través del cual se puede acceder a contenidos audiovisuales.
En servicios como Netflix y otros son posibles de ver series y películas en cualquier momento y lugar, sin depender de la grilla de programación. A esto hay que sumar la aparición de celulares con sintonizador de TV, mediante los cuales se puede acceder gratis y en vivo a los contenidos transmitidos por la Televisión Digital Abierta (TDA).
El informe TV and Media Lab, realizado a nivel mundial por Ericsson, basado en 23 mil personas de entre 16 y 59 años, reveló que 5 de cada 10 televidentes prefieren decidir qué quieren ver y acceder a ese contenido en ese momento.
También señala que el 56% de los consumidores del sistema de Video-On-Demand (VOD) prefiere acceder a todos los episodios de una serie de TV de inmediato, en vez de esperar el ritmo impuesto por las cadenas.
Las pruebas están por todos lados: muchos aprovechan los fines de semana para darse una fiesta con las temporadas completas de sus series preferidas, como "House of cards", "Downtown Abbey" o "Game of Thrones", por ejemplo. "Hay más shows de televisión que nunca en la historia", dijo Chuck Slocum, directivo del Sindicato de Guionistas de Hollywood, al calcular que hay 250 series en producción.
Netflix y Amazon, que hace pocos años eran una empresa de alquiler de DVD y una librería, respectivamente, producen ficción de primera categoría, para lo que invierten una media de US$ 3,5 millones por episodio. "El día antes de estrenarse el primer capítulo de House of Cards te habría dicho que estabas loco", comentó al diario El País de Madrid.
Hoy en día no es raro que las parejas, incluso, se distribuyan entre un notebook y un smartphone para ver sus programnas favoritos, situación que se extiende a los niños: pueden ver sus programas favrotitos cuándo y dónde quieran.
"Con los despliegues actuales de fibra óptica en hogares y de red 4G para móviles, las condiciones están dadas para que se puedan utilizar estas plataformas de streaming sin problemas", destaca Sebastián Aguiar, gerente de marketing de Claro-Uruguay.
Aunque el número promedio de horas que las personas destinan a mirar contenidos televisivos se mantiene estable, el tiempo dedicado al streaming se está incrementando de forma exponencial.
Ante este dato, ya es un hecho que los televidentes están cambiando sus hábitos y cada vez más buscan acceso a sus programas favoritos sin tener que esperar una grilla definida por terceros.
Frente a este escenario, Reed Hastings, el fundador de Netflix vaticinó que la televisión tal como la conocemos hasta ahora desaparecerá en el año 2030, para ser absorbida por el video por internet.
Otros más optimistas indican que aún hay muchas personas dispuestas a sentarse en el living de la casa a disfrutar de su programa favorito. Más allá de lo que suceda con este electrodoméstico tan popular, lo importante es que las condiciones ya están dadas para que cada uno mire el contenido que quiera, cuando quiera y en donde quiera.