Investigadores descubrieron que los pacientes con cateterismo cardíaco que practicaban el ayuno intermitente regular vivían más que los pacientes que no lo hacen. Además, el estudio encontró que los pacientes que practican el ayuno intermitente tienen menos probabilidades de ser diagnosticados con insuficiencia cardíaca.
El ayuno intermitente de manera rutinaria durante períodos cortos de tiempo ha demostrado nuevamente que conduce a resultados de salud potencialmente mejores y, concretamente, que aumenta la supervivencia en pacientes con cateterismo cardiaco, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Intermountain Healthcare Heart Institute, en Salt Lake City (Estados Unidos), presentado en las Sesiones Científicas de la American Heart Association de 2019, que se celebra en Filadelfia.
Los investigadores descubrieron que los pacientes con cateterismo cardíaco que practicaban el ayuno intermitente regular vivían más que los pacientes que no lo hacen. Además, el estudio encontró que los pacientes que practican el ayuno intermitente tienen menos probabilidades de ser diagnosticados con insuficiencia cardíaca.
"Es otro ejemplo de cómo estamos descubriendo que el ayuno regular puede conducir a mejores resultados de salud y una vida más larga", recuerda Benjamin Horne, investigador principal del estudio y director de epidemiología cardiovascular y genética en el Intermountain Healthcare Heart Institute.
En el estudio, los investigadores preguntaron a 2.001 pacientes del Intermountain sometidos a cateterismo cardíaco de 2013 a 2015 una serie de preguntas sobre el estilo de vida, que incluían si practicaban o no el ayuno intermitente de rutina. Luego, los investigadores hicieron un seguimiento con esos pacientes 4,5 años después y descubrieron que los ayunos de rutina tenían una mayor tasa de supervivencia que aquellos que no.
Debido a que las personas que ayunan de manera rutinaria también son conocidas por participar en otros comportamientos saludables, el estudio también evaluó otros parámetros que incluyen datos demográficos, factores socioeconómicos, factores de riesgo cardíaco, diagnósticos comórbidos, medicamentos y tratamientos, y otros comportamientos de estilo de vida como fumar y consumir alcohol.
Según los investigadores, corrigiendo estadísticamente estos factores, el ayuno de rutina a largo plazo siguió siendo un fuerte predictor de una mejor supervivencia y un menor riesgo de insuficiencia cardíaca.
El Intermountain Healthcare Heart Institute tiene la oportunidad de estudiar de cerca el ayuno intermitente porque una gran parte de sus pacientes lo hacen regularmente: una parte significativa de la población de Utah pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros generalmente ayunan el primer domingo de el mes pasando sin comida o bebida por dos comidas consecutivas, y por lo tanto no comiendo por el período de aproximadamente un día.
Si bien el estudio no muestra que el ayuno sea el efecto causal para una mejor supervivencia, estos resultados en el mundo real en una gran población sí sugieren que el ayuno puede estar teniendo un efecto e insta a continuar el estudio del comportamiento.
"Si bien hoy existen muchas dietas de ayuno para perder peso rápidamente, los diferentes propósitos de ayunar en esas dietas y en este estudio no deben confundirse con el acto de ayunar --señala el doctor Horne--. Todos los mecanismos biológicos propuestos de beneficios para la salud del ayuno surgen de los efectos que ocurren durante el período de ayuno o son consecuencias del ayuno".
Este experto ha realizado previamente estudios sobre el riesgo de diabetes y enfermedad coronaria en pacientes y descubrió que las tasas son más bajas en pacientes que practican el ayuno intermitente de rutina. Esos estudios se publicaron en 2008 y 2012 y sugirieron que el desarrollo de ayuno de rutina a largo plazo puede mejorar el desarrollo de esas enfermedades crónicas durante décadas.
Todavía se desconoce por qué el ayuno intermitente a largo plazo conduce a mejores resultados de salud, aunque el doctor Horne señala que podría ser una serie de factores. El ayuno afecta los niveles de hemoglobina, recuento de glóbulos rojos, hormona del crecimiento humano de una persona y reduce los niveles de sodio y bicarbonato, al tiempo que activa la cetosis y la autofagia, todos factores que conducen a una mejor salud cardíaca y reducen específicamente el riesgo de insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria.
"Con el menor riesgo de insuficiencia cardíaca que encontramos, que es consistente con estudios mecanicistas anteriores, este estudio sugiere que el ayuno de rutina a baja frecuencia durante dos tercios de la vida activa los mismos mecanismos biológicos que las dietas de ayuno se proponen activar rápidament", añade.
Los investigadores especulan que el ayuno de forma rutinaria durante un período de años e incluso décadas condiciona al cuerpo a activar los mecanismos beneficiosos del ayuno después de un período de tiempo más corto de lo habitual.
Por lo general, se necesitan alrededor de 12 horas de ayuno para que se activen los efectos, pero el ayuno de rutina a largo plazo puede acortar ese tiempo para que cada período de ayuno diario más rápido por la noche / noche entre la cena y el desayuno produzca una pequeña cantidad diaria beneficio, señalan.
Se están realizando más estudios que responderán esta pregunta y otras preguntas relacionadas con los posibles mecanismos de efectos sobre el desarrollo de enfermedades crónicas y la supervivencia. La investigación adicional también examinará los posibles efectos psicológicos del ayuno y los posibles efectos sobre el apetito y la percepción del hambre.
No obstante, el ayuno no es para todos. Los investigadores advierten que las mujeres embarazadas y lactantes no deben ayunar, así como los niños pequeños y los adultos mayores frágiles. Las personas que han recibido un trasplante de órganos, que tienen un sistema inmunitario debilitado, que están experimentando infecciones crónicas agudas o graves, y aquellas con trastornos alimentarios tampoco deben ayunar.
Las personas diagnosticadas con enfermedades crónicas, especialmente aquellas que toman medicamentos para la diabetes, la presión arterial o las enfermedades cardíacas, tampoco deben ayunar a menos que estén bajo el cuidado y la supervisión de un médico, debido a los graves efectos adversos que pueden causar los medicamentos en combinación con el ayuno, como la hipoglucemia.